Capítulo 44

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CAPÍTULO 44

    Quizá nunca estaría preparada para saber la verdad. Quizá lo mejor era desconocer el asesino de Jason. De esa manera viviría en la inocencia y felicidad de mentira, pero yo ya sabía que no podía recibir esa vida con los brazos abiertos. Aquello no era lo que necesitaba. Incluso si la verdad era dolorosa, si me llenaba las entrañas de odio y dolor inefable, precisaba esa respuesta.

    Kevin, Betty, Jughead y yo caminábamos abrigados bajo el manto de la noche. Betty llevaba su linterna, mientras que yo me guiaba por la de Jug. Apenas habíamos tenido tiempo para discutir sobre si mis padres eran los asesinos; temía que, si desarrollaba la teoría, se hiciera cierta. Tampoco había hablado más del tema con Betty o se lo había contado a Kevin, aunque esperaba hacerlo esta noche. Nos movíamos con prisa, no muy seguros de lo que hacer. La temperatura había descendido considerablemente, así que resguardaba una de mis manos en los bolsillos de la chaqueta de Jug.

    ―Sea lo que sea que estamos buscando, Joaquin no sabía si ayudaría a tu padre o empeoraría las cosas ―comentó Kevin.

    Me mordí el labio. En el fondo esperaba encontrar pruebas que incriminaran a una persona totalmente diferente, que no fuera ningún Blossom, ni FP, ni nadie que entrometiera a mis amigos. Sin embargo, no era tan ingenua como para pensar que la verdad sería sencilla, solo tenía esperanza para creer en un futuro mejor.

    ―Supongo que lo descubriremos ahora ―musitó Betty―. ¿Pero por qué tardó tanto en decírnoslo?

    ―FP lo llamó desde la cárcel ―respondió él―. Hablaban de un plan... algo peligroso.

    ―Déjà vu ―susurró Jughead iluminando una zona.

    Me fijé en el sitio en cuestión para luego reparar en que era la granja de sirope de arce de los Blossom. Jug me observó cauteloso, consciente de que mi teoría cobraba forma.

    ―Blaze...

    ―No ―corté deprisa―. Vamos a descubrir al bastardo que mató a mi hermano, sea quien sea.

    Jughead asintió y depositó un beso en mi frente. A continuación enfocó los alrededores tratando de dar con una pista. No teníamos ni idea de qué debíamos encontrar, pero algo me dijo que podría ser la bolsa que estaba viendo.

    ―¡Allí! ―señalé.

    Jughead recogió la bolsa negra del suelo y la abrió. En su interior se encontraba una chaqueta de color azul y amarillo, los colores del instituto. Jug iluminó el nombre bordado en ella y no pude evitar soltar una débil exclamación. Jason. Se trataba de la chaqueta de mi hermano.

    ―Deberíamos llamar a Archie y a Veronica ―soltó Kevin.

    Yo palidecí, aunque de todas formas nadie se dio cuenta. Jughead me rodeó con el hombro y nos dirigimos al garaje de Archie donde nos reuniríamos con los dos miembros del grupo restantes. Había llegado el momento de aclarar todas las dudas y matar a todos nuestros demonios. Era consciente de la alta probabilidad de descubrir toda la verdad esa noche. Y también era consciente de que no había vuelta atrás.

    Una vez que Archie se unió a nosotros nos colocamos los cinco alrededor de la chaqueta. Todavía faltaba Veronica, pero no tardaría demasiado en llegar. Mi rostro había perdido todo el color y estaba más frío de lo normal. En mi estómago notaba una gran molestia que no indicaba nada bueno.

    ―¿Se supone que esto ayudará a FP? ―quiso saber Archie.

    ―No lo sé ―respondió Kevin encogiéndose de hombros―. Pero a mí me parecen más pruebas incriminatorias.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Where stories live. Discover now