Pesadillas.

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Marina se despierta sobresaltada, mirando el reloj.

Son las 3 y media de la madrugada. No puede dormir, sólo tiene ganas de llorar; tiene mucho miedo.

Se levanta de la cama y pone rumbo a la habitación de Marc. 

Lo boserva. Está tan guapo durmiendo, parece que nada ocurre a su alrededor.

Marina se mete en su cama; el chico la nota y la abraza muy fuerte. No pide explicaciones, sólo la pega a él para, al momento, acabar dormidos.

La luz entra por las persianas. Marc se despierta y ve a Marina totalmente pegada a él mientras salen lágrimas de sus ojos. Al chico le duele verla así, y eso que la conoce desde hace muy poco. Sin embargo, sabe de sobra que ella no merece todo lo que está pasando, que es una chica de las que merece la pena; por las que hay que luchar hasta el final.

Limpia sus lágrimas con los pulgares y se encamina hacia la cocina para prepararle el desayuno. 

Pone en una bandeja una taza de café, un vaso de zumo, tostadas y un croissant de chocolate. Sube las escaleras y pone la bandeja sobre la cama. Marina sigue durmiendo. Se acerca a ella y comienza a acariciarla, hasta que poco a poco, se va despertando.

-Buenos días.-Dice ella bostezando.

-Buenos días, dormilona. ¿Tienes hambre? Te he traído el desayuno.

Marina se queda mirando la bandeja con la boca abierta.

-¿No pretenderás que me coma todo eso yo sola, no?

-Efectivamente, no dejes absolutamente nada en el plato.

Ella resopla y comienza a comer. Misteriosamente, acaba con todo. 

-Me quieres cebar, Márquez.- Comenta, dándole el último mordisco al croissant.

Él comienza a reírse bajo la atenta mirada de la chica, que se levanta de la cama y pone rumbo al baño. 

Mientras, el joven coge su teléfono y llama a su madre, para contarle todo lo sucedido. 

Ella le dice que vaya a casa a comer y que, de paso, se lleve a Marina también, puesto que logrará distraerla para no pensar más en lo de la pasada noche.

El chico se lo comenta a la rubia y ella comienza a negarse, hasta que termina soltando un sí por su boca, probablemente, para poner punto y final a las contínuas insistencias de Marc.

-Marc, corazón mío, así no puedo ir a ningún sitio.- Dice ella mirándose de arriba abajo.

-Pues yo te veo muy guapa.- Marina le tira un cojín a la cara mientras él ríe; podría hacerse adicta a su risa fácilmente. -Que lo digo enserio, pero bueno, si quieres voy a tu casa a por ropa.

Ella accede y le da las llaves. Marc se marcha y ella decide observar todas las fotos que tiene él en su habitación. 

Se ve al lado de una señora que, seguramente, será su madre. El otro chico que aparece en su moto al lado de él ha de ser Álex, su hermano. Lo ha deducido porque es un poco más alto que Marc. Y, por último, el hombre que sale detrás de ellos tiene que ser su padre. Se parece a ellos. 

Marc llega a casa con una bolsa repleta de ropa.

-No sabía qué elegirte, me gustaban tantas cosas que he traído todo lo que he podido.

-Gracias, Marc.- Marina se acerca a él y le da un beso en la mejilla. El chico se sonroja y sale de la habitación, dejando que ella se vista tranquilamente.

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¡Hola, hola!

¿Qué tal? Espero que os esté gustando la historia. 

Dejadme vuestros comentarios dándome opiniones, así como también podéis hacerme alguna recomendación para que la obra sea mejor. Por si no lo sabíais, soy novata en esto de ser escritora!!

Un saludo y que disfrutéis

lss.

No te vayas.  [Marc Márquez]Where stories live. Discover now