Por los pelos.

263 13 0
                                    

*Narra Marc*
Otro día comienza, esta vez, en mi casa.
Me despierto, girándome y pudiendo ver a Marina recostada sobre mi pecho, durmiendo.
Me quedo observándola durante un rato, tanto, que pierdo la noción del tiempo.
Por fin estoy con ella.
Por el pasillo ya se escucha barullo, lo que quiere decir que Álex y Lara ya están despiertos, es más, lo corroboro cuando ambos abren la puerta de mi habitación, entrando y tomando asiento sobre mi cama.
-¿Interrumpimos, cuñi?- Lara, que se acaba de sentar, comienza a hacerle cosquillas a Marina para despertarla.
-Buenos días a los dos, eh!, así da gusto despertarse, ¿Qué pasaba en el pasillo?.-Al decir eso, veo como ambos se miran, estallando en una carcajada que hace que Marina habra los ojos de par en par.
-¿Queréis hacer el favor de callaros?, me duele la cabeza.-Responde Marina medio adormilada, acurrucándose nuevamente en mi pecho. Yo, por mi parte, la abrazo con más fuerza hacia mí, dejando que descanse tranquilamente.
Lara, haciendo caso omiso a lo que su hermana ha dicho, sigue hablando.
-Álex, que es muy gracioso y le ha dado un susto a tu primita.-Al decir eso, Marina se separa de mí bruscamente.
-¿Marina está aquí? ¡Aaaaah!.-Se levanta corriendo, bajando las escaleras a toda velocidad. Varios minutos después, la veo entrar a casa con la pequeña en brazos.
-Primo Marc, Marina me ha dicho que me va a llevar a tomar un helado.-La peque no deja de jugar con mi novia, me encanta que se lleven tan bien. Al momento caigo en que, tal vez, ella no sepa que Mar es mi novia, así que opto por decírselo porque más de una vez nos verá en actitud cariñosa.
-Marina, ven.- le hago un gesto y, bajándose de los brazos de Mar, se sienta en la cama conmigo.
-Dime, primo.
-¿A ti te cae bien Marina?.-Digo, señalándola.
-Sí, lo que no entiendo es por qué no le pides que sea tu novia, la tita Roser dice que hacéis buena pareja y que estás coladito por ella.- La pequeña se hace la enfadada, creyendo que esa relación no existe, mientras Marina y yo nos sonrojamos por la sinceridad que llega a tener esta niña.
-Marina, la tita Roser tiene razón, estoy colado por ella y, ¿A que no sabes una cosa? El otro día le pedí que fuera mi novia.
-¿Siii? ¿Y qué dijo? Jo, yo quiero una prima como ella. Ella me cuida y juega conmigo, no como Sonia, ella era muy mala conmigo.-Al decir ese nombre, vi como Álex se tensó, mientras que Lara puso cara de no entender nada. Mar, por su parte, miraba a la niña con mucha atención.
-Peque, le dije que sí, así que se podría decir que somos primas.-La pequeña se tiró a ella con los brazos abiertos.
-¡Qué guay! Primo Álex, díselo también a Lara, que me cae muy bien.-Álex se sonrojó a más no poder.
-¡Marina!
-Déjalo, Álex, no pasa nada.- Le respondió Lara, que también tenía las mejillas de un tono rojizo.
al cabo de un rato, las chicas bajaron al salón mientras yo me quedé con Álex en mi habitación.
-Álex, sé que te gusta Lara, es algo que no se puede esconder, pero, ¿Le has contado lo de Sonia?
-No, y la verdad es que tengo miedo, Marc. Me gusta mucho, pero me da miedo cagarla otra vez.
-No seas tonto, tú no tuviste la culpa de nada. Llévatela esta tarde por ahí y cuéntaselo, se nota que también le gustas, pero primero debería saber por qué has pasado tú antes de conocerla. No tengas miedo, es una chica que merece la pena y sabes que ella también lo ha pasado muy mal, creo que los dos os necesitáis mutuamente para construir de nuevo vuestras vidas.
-Tienes razón hermano, eso haré, hablaré con ella. Muchas gracias.
Una vez dimos por zanjada nuestra conversación, bajamos a desayunar para después irnos a Rufea a entrenar, hoy era día de Motocross.
Álex y yo nos fuimos junto a José Luis, nuestro amigo, en la furgoneta donde llevábamos las motos. Marina, Lara y la pequeña Marina venían detrás nuestra en coche.
Nos subimos en nuestras motos mientras las chicas nos miraban sonriendo. Tras varias horas entrenando, decidimos parar y volver a casa, pues además de que ya teníamos hambre, iba a empezar a llover en breves.
Entré al pequeño box que tenemos paralelo al circuito donde los que venimos a entrar nos refugiamos en caso de lluvia.
Hoy la verdad es que el circuito estaba vacío, sólo estábamos Álex, José Luis y yo, aunque es mejor porque podemos entrenar mayor tiempo.
Estaba cambiándome de ropa mientras los chicos guardaban las motos. Había pasado por el lado de uno de los aparatos para regar el campo y me había puesto chorreando.
De pronto, vi como la puerta del box se abría, dejando paso a Marina.
-Hola, cielo.-Se acerca a mí, dejando un beso en mis labios.
-Hola, cariño. ¿Te ha gustado el entreno?
-Sí, lo hemos pasado muy bien.-Sonrío a modo de respuesta mientras busco la ropa que me voy a poner.
Mientras, Marina se acerca a mí, comenzando a besarme. El tiempo pasa y la intensidad va subiendo, y eso es algo que nuestros cuerpos notan.
Cuelo mis manos por debajo de la camiseta que cubre su piel, mientras ella suelta un suspiro ahogado. Beso su cuello, pudiendo ver cómo ella entreabre la boca. Se ve tan bonita.
Sigo mi camino de besos mientras ella acaricia mi torso aún desnudo, bajando, en ocasiones, las manos más de la cuenta y provocando que un escalofrío me recorra de arriba a bajo.

De pronto, veo como la puerta del box se abre rápidamente, por lo que Marina y yo nos separamos de golpe

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

De pronto, veo como la puerta del box se abre rápidamente, por lo que Marina y yo nos separamos de golpe.
-Anda que, ¡Vaya sitio! Dad gracias de que he sido yo y no la pequeña o peor, los chicos, que os pillan en esta situación y hay broma para rato. Venga, salid rápido que está comenzando a chispear.-Lara ciera, dejándonos nuevamente a Marina y a mí a solas.
-Si llega a ser la peque me muero aquí mismo.- Dice Marina, sonrojándose.
-No te preocupes, no pasa nada.-Le digo vistiéndome rápidamente y saliendo los dos juntos, mientras le doy un beso en la cabeza.
-Ya continuaremos lo que hemos comenzado, campeón.-Su frase sale en un susurro, evitando que el resto de los allí presentes puedan oírlo y especular sobre lo acontecido.
El resto del día transcurre con normalidad, pues por la tarde fuimos a mi bloque de pisos para que las chicas pudieran ver el que está en venta, justo enfrente del mío. Tras pensarlo y hablar con su madre, llegaron a la conclusión de que ese sería el elegido.
Ahora tenía nuevas vecinas.

¡Aaay! Mira qué inoportuna puede llegar a ser Lara, ¿Verdad?
¡Nos leemos!
Lss.

No te vayas.  [Marc Márquez]Where stories live. Discover now