Más de ti.

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Al rato sale. A Marc le brillan los ojos, está realmente guapa aunque, a decir verdad, está genial con lo que se ponga.

Ha escogido un pantalón vaquero roto y un jersey burdeos, a juego con las botas de tacón que calza.

-Vas muy guapa.-Comenta Marc.

Ella sólo sonríe. Cree que Marc se está convirtiendo, en poco tiempo, en alguien muy especial para ella. 

Marina termina de maquillarse mientras el chico, a su lado, se peina, pero hoy se ve que el pelo se le resiste.

-Trae anda, que yo te ayudo.- Dice la joven quitándole el peine de las manos. Coge el secador y con ayuda de éste le deja el pelo genial.

-Vaya, eres bastante buena. ¿Peluquera?.- Dice Marc mientras ve como ella se cepilla el pelo.

-No exactamente. Profesora en proceso, en varios meses acabo la carrera.- Contesta la chica.

Ambos salen de casa, conversando tranquilamente camino al coche cuando, de pronto, Marina ve a un chico a lo lejos. Se abraza a Marc y hunde la cara en su pecho. 

-Es él, Marc.- Dice Marina, mientras las lágrimas amenazan con salir de sus ojos.

-Tranquila, mi vida. Sube al coche, ahora voy yo.

Marina le hace caso. Le había llamado mi vida. Bueno chica, no te hagas ilusiones, no creo que se fije en alguien como tú; decía para sí misma. 

Mientras, fuera del coche, Marc se acercó al chico y, cogiéndolo de la camiseta le dijo: 

-Ni se te ocurra perseguir, amenazar o ponerle una mano encima a Marina, porque si lo haces, eres hombre muerto.

En los ojos de Marc se podía ver reflejada toda su rabia; todo el dolor que sentía al ver mal a Marina. Le estaba comenzando a importar y mucho.

El otro chico se limitó a asentir y a echar a correr una vez Marc lo liberó.

El moreno vuelve al coche donde Marina lo estaba esperando. Al llegar, él le da un beso en la mejilla y arranca el coche. Ya había cesado su cabreo; ahora sólo le preocupaba que ella estuviese bien; sólo le importaba cuidarla.

Pusieron rumbo a casa de los padres de Marc mientras ambos comenzaron a hablar dentro del coche.

-Si te digo la verdad, no sé casi nada de ti; sólo tu nombre y a lo que te vas a dedicar dentro de nada. Háblame más de tu vida, por favor.- Dijo Marc mirándola de reojo, pero a la misma vez, sin descuidar la carretera.

Ella sonrió y comenzó a hablar mirándolo.

-Me llamo Marina Martínez Alcalá. Tengo 22 años, adoro el chocolate y soy de Lleida, aunque una parte de mi alma está en Málaga. Mi madre es de allí, pero se vino al norte por amor. Pos eso me puso Marina, para que nuestra vida siguiera ligada al mar; al de Málaga. Vivo con mis padres, él es abogado y mi madre es profesora de literatura, de ahí mi pasión por esa carrera. Y bueno, no sé qué más quieres saber, pero ahora estamos en desempate, así que te toca a ti.- Dijo ella sonriendo.

-Te prometo que te llevaré a Málaga para que puedas ver tu mar.- Dice Marc, acariciándole el muslo a lo que ella le contesta con una sonrisa, acompañada de un gran brillo en sus ojos.

No te vayas.  [Marc Márquez]Where stories live. Discover now