Lluvia.

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*Narra Marc*

Tras despedirnos de Claudia, volvimos a subir al coche, esta vez con un pasajero más; Pecas.

Marina se empeñó en que quería volver a conducir ella así que yo me senté en el asiento del copiloto, con Pecas en su correspondiente transportín en los asientos traseros. 

Era imposible conducir con plena confianza tal y como estaba la noche; se había liado una buena tormenta. No me gustaba para nada conducir así, pero por otra parte, parece que a Marina le encantaba. No sé qué es lo que tiene con la lluvia, pero le encanta. Es algo que he podido descubrir en el poco tiempo que llevo conociéndola.

-Marc, creo que lo mejor es que vayamos a mi casa, está a varias calles de aquí y así descartamos ir por la carretera con esta lluvia tan fuerte. Tu casa está más lejos.- Decía Marina, sin despegar la vista de la carretera. El limpiaparabrisas hacía bien poco, por lo que la visión se dificultaba más y más.

-Estoy contigo, será lo mejor.

Así, con el sonido de la lluvia de fondo, llegamos a la casa de Marina. 

Estuve esta mañana allí para coger algo de ropa para ella, pero no me había dado cuenta de que fuera tan grande. Entramos a casa y sacamos a pecas del transportín, cómo no, iba durmiendo.

-Estás en tu casa Marc. Puedes hacer lo que quieras.- Dijo Marina, entrando en la cocina para beber agua.

Le di las gracias y me fui tras ella.

-¿Quieres algo de cenar? La verdad es que yo tengo hambre. ¿Qué te apetece?- Dijo, dándole un trago al agua de su vaso.

-No sé, lo que tú quieras, no me apetece nada en especial.

Finalmente, hicimos una pizza y, entre risas, nos la comimos. Recogimos todo y subimos a la parte de arriba de la casa.

-Esta es la habitación de invitados, así que ponte cómodo y, lo que necesites, no dudes en pedírmelo.- Marina salió de la habitación, dándome un beso en la frente y entrando en la de al lado, que ya sabía que era la suya puesto que entré con anterioridad. Me quité la camiseta. Dormiría con los pantalones que llevaba puestos ya que no tenía pijama. Menos mal que llevaba unos pantalones de chándal que eran bastante cómodos. Salí de la habitación para darle las buenas noches a Marina cuando, de pronto, vi una foto en el pasillo que me llamó mucho la atención. En ella se veía una niña, de unos 3 años aproximadamente; por los parecidos, seguro que era Marina. Era muy bonita, incluso de pequeña. Entre sus brazos, tenía un bebé. 

-¿Qué haces?- Dijo Marina, posando su mano en mi hombro. La verdad es que me asustó un poco, ya que estaba concentrado observando la foto.

-¿Quién es el bebé?- Le pregunté, girándome para mirarla a los ojos.

-Es... mi hermana.

¿Hermana? No recuerdo que, anteriormente haya mencionado que tuviese una hermana.

No te vayas.  [Marc Márquez]Where stories live. Discover now