No te vayas. [Marc Márquez]

De nuevo, pasado.

*Narra Marina*

-No sabía que tenías una hermana.

Marc me miraba con sus ojos clavados en los míos. Era una historia muy larga. No sé si estaba preparada para contársela, pero sé que merece una explicación; que merece saber por qué no se lo dije cuando me pidió que le contara cosas sobre mí.

-Es una historia muy dura. Siento no haberte dicho nada.

-No te preocupes, lo entiendo. No pasa nada.-Dijo Marc acercándose a mí y abrazándome. Me sentía tan bien en sus brazos que no quería que se despegase de mí.

-Necesito contártelo. Ven a mi habitación, por favor.-No me soltó en ningún momento. Ambos nos encaminamos a mi habitación y nos tumbamos en la cama, aún entre sus brazos.

-No sé si está viva, Marc.-Al decir esto, abrió los ojos de par en par.

-¿Cómo que no lo sabes?- Preguntó, incrédulo.

-Todo ocurrió el último verano que pisamos Málaga. Siempre nos íbamos allí de vacaciones para estar con mi familia materna. Nos encantaba pasar el tiempo allí rodeados de amigos, familia, de la brisa marina...Fue hace 10 años; mi hermana tenía 9 y, un día, salió a caminar ella sola, por la noche. Vimos que pasaban las horas y ella no aparecía. No sabíamos nada de ella. Salimos a buscarla, pedimos ayuda policial y, hasta día de hoy, sigue desaparecida. En 6 meses cumpliría 19 años y yo no sé siquiera si está viva.- No pude aguantar más y rompí a llorar. La echaba mucho de menos. Era mi hermana pequeña y, por ella, daría la vida. 

*Narra Marc*

Todo lo que me contó Marina me resultó increíble. La pobre estaba teniendo muy mala suerte; lo de Hugo, su hermana... No me quiero ni imaginar lo que es, día tras día, el no saber si una de las personas que más quieres en el mundo está viva o no.

Seguía abrazándola como si se me fuese la vida en ello. Ella, por su parte, lloraba. Sé que ahora era lo mejor que podía hacer, dejar que se desahogara. Necesitaba ayudarla; necesitaba encontrar a su hermana y que, después de tanto tiempo, volvieran a abrazarse, sabiendo que nunca nadie las iba a volver a separar.

-Marina, te prometo que te ayudaré a encontrarla. Algo en mi interior me dice que ella sigue viva, esperando para volver a verte. Prometo que iremos a Málaga y la buscaremos hasta el fin.-Ella me abrazó aún más fuerte. No me quería soltar; no quería que me soltase.

Me tumbé en su cama, con ella pegada a mí y así, conseguí que se durmiera. Al poco, caí yo también.