Capítulo Nº 14

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Aunque habían salido muy temprano, antes del amanecer justo antes de que saliera el sol, ya era de tarde cuando llegaron a los escalones de piedra del Conde York. Camila se estremeció un poco, mirando la casa. El aire alrededor de esta era algo amenazante. Las cortinas eran una sombra oscura de púrpura y las rejas crecían como garras alrededor de las ventanas.

- Así que podemos subir y exigir que suelte a mi hermana? - Camila dijo. Lauren asintió con la cabeza. Ella esperaba idear un plan mejor que sólo eso, pero no pudo inventar nada más.
- Sé que todo estará bien - dijo la ojiverde.

Juntas, se acercaron a las puertas grandes y negras. El hombre que respondió al llamado era alto y desgarbado y tenía cabello sólo en ambos lados de su cabeza. Tenía un bigote que llevaba rizado en los extremos. Al minuto que abrió las puertas, el aire de perfume y almizcle llenó el aire. Camila recordó a aquella joven que hace mucho tiempo viajaba con el Conde en su carruaje y de repente se dio cuenta de lo que había ocurrido allí dentro antes de que el Conde se detuviera. Los ojos de aquella niña lo habían encantado y fácilmente ella pudo haber estado en el lugar de la niña. Peor aún, podría ser su hermana pequeña que apenas contaba con pocos años.

- Mi nombre es Lauren Jauregui. Soy la hija del Duque Jauregui. Estoy aquí para hablar con el Conde, de negocios - El hombre se mofó en su cara y Lauren tenía ganas de golpearlo.
- El Conde está demasiado ocupado para entretener a los huéspedes, especialmente a las impostoras como tú.
- Cómo te atreves! - Lauren gritó - Yo soy la hija del Duque! Deberías estar agradecido de que incluso se muestren en la puerta de tu casa.
- Sí... - Él contestó, mirando hacia abajo hacia el dobladillo de su vestido que estaba algo fangoso - Ciertamente pareces como hija del Duque - Lauren abrió la boca para reprender y amenazarlo, cuando otra voz desde lo alto de las escaleras se abrió paso e interrumpió.
- LIONEL! Qué estás haciendo? Es la hija del Duque! - El mayordomo palideció y abrió la puerta a sus anchas.
- Por favor disculpe! - Dijo, inclinándose sobre su cintura - Perdóname...Io sie... - Lauren solo entró en la casa. Estaba admirada y a la vez inquieta. Había visto al Conde antes, pero no desde ese día en la casa de subastas.

Él aún se veía más gordo si es que eso era posible, y sudaba abundantemente mientras caminaba como si hubiera hecho algunos ejercicios antes. Lauren se estremeció solo en pensar a que se debía. Mientras él se acercaba, Camila se había escondido detrás de Lauren y se negó a levantar la cabeza. Su olor era dominante. El mayordomo cerró la puerta y el Conde le susurró algo en su oído. El mayordomo asintió y salió de la habitación.

- A qué debo este honor, señorita Jauregui? - Hizo un movimiento para besarle la mano, pero Lauren le saludó de lejos.
- Estoy aquí por negocios - anunció. El Conde frotaba sus manos y sonreía con avidez.
- Negocios, dices? Tu padre sabe que estás aquí? No es deber de una mujer venir para llevar a cabo un "negocio" - Preguntó. Lauren decidió que era mejor mentir que contar que estaba allí por su propia voluntad.
- Por supuesto! - Ella dijo - Mi padre está simplemente demasiado ocupado para venir aquí por el mismo. Tiene cosas mucho más importantes que atender - El Conde sonrió aún más y Lauren intentó poner su mejor sonrisa para no sufrir.

Su sonrisa era malvada y ocultaba secretos que no quería saber - Oh, estoy seguro que está muy ocupado - Dijo - Por favor, puede tomar asiento? - Hizo un gesto hacia los asientos de una de las habitaciones de al lado. Lauren meneó la cabeza.
- Es un asunto im... mi padre y yo necesitamos resolverlo lo más rápidamente posible. Como verá, necesito volver a casa.
- Pero es muy tarde - El Conde insistió - Por favor, pase la noche aquí. Tengo muchas habitaciones disponibles y podemos discutir este asunto en nuestro tiempo libre - Lauren se estremeció. No iba a pasar más tiempo dentro de aquella finca, de solo pensarlo, su piel se erizaba.

Una Caja Musical me Llevo a TiWhere stories live. Discover now