Capítulo N° 21

550 44 3
                                    

..............................................................................

Lauren y Camila se sentaron en la sala de la habitación en completo silencio. Lauren no sabía qué decirle a Camila. Su corazón golpeaba tan duro en su pecho que borraba cualquier lucido pensamiento en ese momento. Camila también se sentía torpe pero por una razón diferente. No estaba segura porque Lauren se estaba comportando tan tranquila. Normalmente, se hablaban de nada en particular. Camila temía que quizás el tiempo en el que habían estado separadas, Lauren había tenido la oportunidad para reflexionar y recordar que una sirvienta no era digno de acaparar su tiempo. Su ceño se frunció de preocupación. Si ese fuera el caso, entonces Lauren, no la visitaría tan a menudo y se olvidaría de ella rápidamente.

- ¿Estás enojada conmigo? - Camila preguntó.

- No - Lauren respondió, sorprendida - ¿Por qué piensas eso?

- No hemos hablado ni una palabra desde que llegaste - Camila dijo.

- No sé qué decirte -respondió.

Camila tomó el camino de nuevo hacia la habitación y se retiró. Estaba herida por sus palabras. Lauren maldijo por lo bajo - Eso no es lo que quiero decir, Camila. No quise faltarte el respeto. Simplemente he llevado una vida muy aburrida recientemente.

- Mis disculpas, no necesitas explicarme nada. No sé qué me pasó - Camila dijo y las dos se volvieron a quedar en silencio. Lauren débilmente se preguntaba dónde estaba Becky. La chica se había ido por mucho tiempo y aunque ella atesoraba su tiempo a solas con Camila, la situación no mejoraba. Era bastante extraño. Hablaba elocuentemente por horas cuando estaba en presencia de la nobleza y allí estaba, sentada en una habitación con una campesina e incapaz de juntar dos palabras. Algo estaba muy mal.

La música se desvió desde abajo a la habitación. Alguien estaba tocando el piano y lo hacía muy bien. Era una melodía agradable, enérgica y Lauren la reconoció como una de las piezas de las que su instructor trataba de enseñarle. Era muy popular en las fiestas.

Sin decir una sola palabra, Camila se levantó y empezó a bailar simulando hacerlo con una pareja invisible. No estaba segura de hacerlo, pero empezó a bailar, quizás era por hacer algo, cualquier cosa, en vez de estar sentada sin hablar o incluso mirándose la una a la otra. La acción era tan absurda que Lauren empezó a reírse. Al oírla, Camila se detuvo y le sonrió. Lauren colocó una mano sobre su boca rápidamente para sofocar la risotada y arruinar su imagen, incluso si era justo en frente de Camila. Pero otra vez al escuchar y ver a la Ojiverde feliz, hizo que Camila sonriera de oreja a oreja.

- ¿Qué es tan gracioso? - Camila preguntó - ¿Es mi forma de bailar?

- No, no - Lauren puso una mano delante de ella - Nunca había visto a nadie tan aburrido que empezara a bailar con caballeros invisibles! - Camila se rió, aunque no hizo ningún esfuerzo para contener su alegría. Las dos rápidamente olvidaron la incomodidad que llenaba la sala e inmediatamente devolvieron la atmósfera amigable y relajada que durante la estancia de Camila en la mansión Jauregui había sido de la más normal.

- Es tonto, ¿no? -dijo Camila.

- Por favor, no pares - Lauren solicitó - Eres muy buena en eso. Mucho mejor de lo que yo era - Curiosamente inclinó la cabeza - ¿Dónde aprendiste a bailar el vals así?

- Observando, señorita - Camila respondió. Lauren se sonrojó al instante y miró hacia abajo - Cada vez que tenía lecciones, siempre la veía. Era la cosa más interesante y lo más fácil de aprender. Nunca pude aprender todos los idiomas, o tocar algún instrumento, pero cuando tenía clases de baile, simplemente...nacía naturalmente - Camila explicó con los ojos vidriosos recordando cuando miraba a través de las rendijas de la puerta al instructor de baile bastante alto, larguirucho que siempre criticaba la colocación de los pies de Lauren.

Una Caja Musical me Llevo a TiUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum