Capítulo Nº 48

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**Una piedra en el agua**


La mano de Lauren le ardía debido al impacto causado por la bofetada. Se tomó la misma con su otra mano, frotándose la palma para aliviar un poco el dolor. Solo podía imaginarse (y así lo esperaba) de que a su madre, le hubiera dolido mil veces de lo que a ella su mano. Clara volvió su mirada tranquilamente sin llevarse la mano al lugar donde había recibido el golpe. No le había inmutado para nada lo que había ocurrido.

- Tú... lo hiciste - Acusó Lauren aún con la mano levantada.

- No vuelvas hacer lo que hiciste - Advirtió la Duquesa - No sé de lo que me estás acusando, pero recuerda muy bien cual es tú lugar en esta casa.

- Escúchame - La voz de Lauren estaba llena de rabia, amargura. Bajó su mano - Sé que has escuchado lo que le pasó a la familia de Camila y sé muy bien que estás detrás de todo esto - Clara rió.

- Dios mío! Me alegro que aún pienses que todavía tenga tiempo y los medios para ir a un pequeño pueblo a visitar una familia - Dijo - No caería tan bajo como para ir a ver a una bola de mendigos que no me interesan en lo absoluto - Lauren no podía contener su ira e incredulidad.

- No soy tan estúpida madre, al menos, todo este tiempo me has juzgado mal. Fácilmente pudiste haber enviado a alguien. No te gusta para nada Camila y sé que eres la responsable de todo este ataque - Clara aclaró su garganta.

- Cuida tus palabras Lauren, porque no sabes cuando tengas que tragártelas - Dijo de regreso.

- Ellos también son gente madre!!! No son menos que tú - Clara tuvo un extraño sentimiento de misterio que la arropó mientras escuchaba aquellas palabras.

- Gente? - Clara soltó una gran carcajada - No son más que ratas enfermas y repugnantes arrastrándose por los callejones. Si Dios en algún momento los abandonó, que importa que lo siga haciendo - Lauren no podía creer lo que su madre estaba diciendo en ese momento. Se imaginó a Camila, abrazando el cuerpo de su padre muerto, sin aún entender el dolor que su castaña estaría sintiendo por dentro. Delante de ella, su madre no mostraba siquiera un poco de compasión. Estaba tan perdida por el deseo, el poder y la dominación, que se volvió ciega de repente ante el mundo. Lauren sintió vergüenza por un momento de que aquella mujer, fuese su propia madre.

- Dios! Camila no tiene nada que ver en todo esto - Lauren gritó - No sé lo que haya pasado contigo hace tiempo atrás para hacer de ti lo que hoy en día eres, pero sea lo que sea, no es motivo para justificar todo lo que has hecho.

En cuanto las palabras de Lauren abandonaron su boca, el rostro de su madre se transformó rápidamente en uno lleno de ira, de odio. Lauren se asustó. Nunca había visto así a su madre. Supo entonces, que sus palabras tenían algo de verdad en cuanto al pasado de sus padres. La Duquesa estaba desencajada totalmente, ofuscada. Lauren tuvo que dar un paso hacia atrás al ver que su madre estaba avanzando hacia ella con la mirada totalmente perdida.

- NO TE ATREVAS A VOLVER A DECIR QUE LO QUE HICE NO FUE JUSTIFICADO!!! - Clara gritó - No tienes idea de lo que es perder algo muy valioso para que pretendas decirme que estás sufriendo más que yo. No hables como si supieras cosas de mí. No has experimentado nada en tu corta vida como para meterte en la mía.

- Lo acepto - Una voz se hizo presente en el pequeño e incómodo silencio que se formó en aquella habitación. Michael entraba para alivio de Lauren. Sus ojos verdes se veían derrotados pero resistentes aún al fuego. Lauren se volvió hacia su padre.

- Padre...

- Déjanos a solas Lauren - Solicitó Michael sin mirar el rostro de su hija. Su mirada estaba puesta sobre los ojos de su esposa a quien veía como si fuera la presa de un feroz león que estaba a punto de devorarse. La ojiverde sintió contraer su estómago cuando se alejaba de la habitación. Sabía que esa noche algo cambiaría y que no era para bien.

Tan pronto como quedó fuera de la vista de ellos, Michael les hizo señas a los criados que estaban allí petrificados para que se fueran. Les preguntó antes que había pasado ya que había escuchado demasiados rumores esa noche acerca de un vil asesinato en un pequeño pueblo. Inhaló profundamente y cerró los ojos. Sabía perfectamente que su esposa tenía las capacidades para haber llevado a cabo semejante fechoría, pero no tenía pruebas que la acusaran directamente, solo las acusaciones de su hija. De todas maneras preguntó.

- Esto fue obra tuya? - Indagó.

- Me creerías si te digo que no? - Preguntó. Michael arañó su barba y suspiró. Si había una cosa que no podía hacer su esposa, era precisamente fingir inocencia. Se detuvo por un momento a pensar en las palabras de Lauren antes de realizar la siguiente pregunta.

- Es así como lo dijo Lauren? - Le susurró - Toda tus palabras, pensamientos, movimientos aún siguen atados a él? - No había necesidad de especificar quien era "él". Había un solo hombre en la mente de la Duquesa. Michael, nunca le había preguntado tan directamente sobre aquello, pero se dio cuenta de inmediato que con el silencio de Clara, era la única respuesta que necesitaba. Lo había sabido todo este tiempo. La Duquesa jamás lo amó a él. Nunca lo vio como a un esposo.

Una Caja Musical me Llevo a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora