CAPITULO OCHO

9.1K 950 77
                                    


Estamos en el autobús. Miro mi celular para ver la hora "once y veinte" aún estamos a tiempo. Estoy contenta de que mamá haya podido conseguirme una cita para vista los niños del hospital. Miro por la ventana con entusiasmo. Se que tengo una sonrisa de lado a lado, pero no me importa. Nada podría arruinarme la felicidad en estos momentos, ni la idea de que mamá y Louren se fueron esta mañana a España ni D quien ha estado sentado a mi lado todo el camino con su cara de fastidio. Creo que en definitiva no le gustan los autobuses ¿será por la gente? ¿el espacio? ¿o será simplemente mi imaginación? Decido ignorarlo.

Después de quince minutos al fin llegamos. Entramos por la puerta principal que dan directo a recepción donde una enfermera nos atiende.

—Hola, tengo una cita para interacción con los niños.

La enfermera me estudia por un momento y luego a D al cual le da una sonrisa seductora muy mal hecha. Aprieto la bolsa que traigo conmigo llena de juguetes para los niños.

—Claro en la sala de recreaciones.

—Gracias —Digo cortante y sigo mi camino no sin antes tomar a D por la manga de su chaqueta.

Nos detenemos frente a la sala de interacciones. La sala ya está llena de niños, algunos nuevos y otros que ya reconozco.

—Te espero aquí.

Lo miro por un momento. Se recuesta sobre la pared junto a la entrada.

—Los niños no son lo mío —Me dice encogiéndose de hombros.

Decido ignorarlo y seguir mi camino. Apenas cruzo la entrada visualizo a Paula, una enfermera dedicada al cuidado de los niños.

—Hola —La saludo con una sonrisa.

—María —Dice y me abraza.

—Mírate nada más, como has crecido.

Se me escapa una pequeña risa.

—¿No estarás aquí para internarte verdad?

—No, vengo de visita —Digo mientras alzo la bolsa de regalos.

No pasa mucho cuando encuentro a mis pequeños amigos. Veo a la pequeña Hazel escondida detrás de una viga de concreto. La saludo con la mano y ella se esconde. Nunca he podido interactuar o tan siquiera hablar con ella, pero eso no me detiene. Camino hacia la viga en la que se esconde, pero un jalón de mi sweater me detiene. Tobby, un niño con un serio problema de asma. Karen, una niña con una quemadura que le desfiguro una parte de su rostro. El pequeño Timmy, un niño de tres años en silla de ruedas. Y así la lista sigue e incluso aumenta con los nuevos amigos que conozco.

Sin darme cuenta el tiempo se nos había ideo volando entre juegos y risas.

—Muy bien niños, es hora de volver a sus habitaciones —Dice Paula.

Doy un suspiro de rendición. Se que no puedo pedir un poco más de tiempo. Los horarios son estrictos y aunque no quiera admitirlo, Paula da un poco de miedo cuando se enoja. Ayudo a Paula a formar los niños. Todos están en fila según el orden de sus habitaciones. Todos y cada uno de ellos sosteniendo el juguete que les regale.

Me despido de paula y los niños mientras salen por la puerta. Algunos están tan distraídos con sus nuevos juguetes por lo que ni siquiera levantan la vista, pero no me importa, de hecho, me alegra que les haya gustado. Miro a los... ¿veinticuatro?

¿Dónde está Hazel? 


NUEVO CAPITULO SUBIDO.

NO OLVIDEN QUE SUS VOTOS ME AYUDAN.

Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora