Mi nombre es D. | Saga La Voluntad De Uno.

CAPITULO VEINTITRES

Me coloco mi chaqueta antes de tomar mi mochila para bajar para desayunar.

—Buenos días —Digo lanzando mi mochila a la silla del comedor.

—Buenos días —Dice antes de sorber su café—, llegaste tarde anoche.

—Ah, si —Meto mi mano en mi bolsillo y saco el anillo que gane en el arcade—. Te traje algo —Digo dejando el anillo frente a ella.

Talía lo toma examinándolo por lado y lado.

—¿Qué? —Pregunto sentando frente a ella con un plato de cereal.

—Nada, es solo que.

—Lo sé es increíble —La interrumpo—, y tiene lucecitas —Le quito el anillo un momento para mostrarle el cómo enciende una luz roja al presionarlo.

Doy el primer bocado a mi plato.

—¿No has visto mis herramientas?

Me encojo de hombros para no hablar con la boca llena—¿Ya buscaste en tu cuarto?

Talía sorbe su café nuevamente.

—Sí, Talvez las deje allí.

Termino mi cereal y me despido de Talía. Paso enfrente de la camioneta de Sam, me paso la mano por la frente para sentir la casi desvanecida marca que me dejo aquel golpe, miro mi mano exactamente mis dedos que deberían estar rotos. En estos momentos agradezco el bueno metabolismo que me dieron tantos años que estuve en Aster.

Le doy el golpe mágico a mi casillero para que abra. Saco unos cuadernos y guardo otros en este, miro de reojo la comida enlatada que tengo de provisión en caso de una "emergencia," sé que debería tenerlos en la mochila, pero el sonido de las latas rebotando y chocando en mi espalda cuando corría era realmente molesto. Cierro mi casillero en lo que doy un gran bostezo. Mi brazo se mueve por instinto atrapando una bola de papel, me giro para ver a Sam.

—Hey —Digo pegándole con la bola de papel en cara.

—Hey —Me dice con tanto entusiasmo que me da risa.

—¿Cómo te fue? —Pregunto, aunque realmente su expresión lo dice todo.

Sam me habla de su cita con Susan. Al final decidió llevarla a las canchas de bateo, Sam me sigue hablando de lo sensacional que fue salir con Susan y lo bien que se sintió el poder besarla, miro por la puerta donde veo a Susan haciendo señas para llamar la atención.

—Oye romeo —Digo interrumpiéndolo—, ahí está tu enamorada.

Sam se levanta casi en un salto y camina hasta ella, veo como se dan un pequeño beso y luego hablan. La cara de Sam me da risa. Una vez terminan de hablar se despiden con otro beso. Veo como María entra detrás de Sam, la saludo desde mi asiento y ella se acerca.

—Hola —Dice agachándose a mi nivel para besarme. Veo de reojo el collar que cuelga de su cuello debajo de su sweater.

—Hola —Digo intentando reprimir una risa.

—¿De qué hablan?

Miro a Sam el cual parece embobado mirando a la nada con una sonrisa en su rostro. Espero que en ningún momento me haya visto así.

—Te cuento más tarde.

La señorita Harris entra casi pateando la puerta.

—Muy bien clase tomen asiento, hoy les tengo un examen sorpresa.

María y yo cruzamos miradas de sorpresa, no es la primera vez que llega de mal humor, pero hoy lo parece más de lo normal. Le doy un beso rápido a María antes que se vaya hasta su asiento. Saco mi cuaderno de astronomía, tomo la hoja de examen que mandan desde el asiento delantero hasta el último (en este caso el mío).