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⚠️Capítulo con lenguaje fuerte, se recomienda discreción⚠️

Mila

—Daddy... —cerré mis ojos al sentir su mano acariciar sobre la tela —Dios... —mi mano acariciaba la tuya, se sentía tan bien que me tocase.

— ¿Te gusta hermosa? ¿Te gusta que Daddy te toque? —Asentí levemente y el siguió con sus caricias. —Haré que te corras tantas veces hoy que tu cuerpo se volverá adicto a mi pequeña. —mordió mi oreja y otro gemido salió de mis labios.

Llevó su otra mano dentro de mí remera y comenzó a masaje a mí pecho sobre el sostén. Su respiración caliente chocaba con mi piel aumentando cada vez más mi excitación.

Moví mía caderas inconsciente y el gruñó contra mi cuello. Me di cuenta que estaba sobre su erección y no quería ser la única que sintiese placer, por lo que empecé a moverme más seguido frotando mi trasero contra su pantalón.

—Así pequeña... Muy bien. -sus manos no dejaban de darme placer, estaba tan cegada. -Dios Mila... —comencé a moverme cada vez más rápido. Sus gemidos en mi oído eran tan excitantes. —Hermosa... Mierda si... —sus manos se detuvieron y me tomo de la cintura para detenerme. —muy bien hermosa, lo has hecho muy bien. —dejo un pequeño beso en mi cuello. -Ahora debes acomodarte a gatas sobre la cama.

Me acomode en 4 sobre la cama mirando hacia la pared, gire mi cabeza para verlo y él se arrodillo detrás mío mientras acariciaba y separaba mis piernas.

— ¿Daddy? —trague saliva nerviosa.

—Tranquila hermosa, Daddy hará que sientas mucho placer.

Sus manos entraron en mi falda y bajaron mi ropa interior la cual saco con mi ayuda. Pude ver como se relamió sus labios observando mi cuerpo como si fuese carne fresca.

Pasó dos de sus dedos por los pliegues de mi centro y gemí por lo bajo, el me miro y volvió a repetir la acción.

—Daddy...

—Me encanta como reaccionas a mi tacto bebe, si te portas muy bien Daddy te recompensará. —me dio una pequeña nalgadas causando que mi cuerpo temblará. — te gusta eso ¿verdad hermosa? —volvió a dar otra nalgada y mi cuerpo se inclinó más hacia él.

Era una reacción la cual yo no podía controlar, su mano no me causaba dolor, sus golpes eran suaves pero imprevistos, además de que deseaba que me tocase por completa.

—Pequeña traviesa. —gruño. —inclina tu cabeza hacia la cama y levanta más tus caderas princesa. —Asentí y comencé a obedecer.

Apoye mi cabeza contra la cama entre mis manos y eleve más mi trasero, ya no podía girar mi cabeza para poder verlo lo que me daba intriga.

Sentí que algo entre mis piernas se hundía y me pareció extraño, iba a hablar pero de mis labios solo salió un gemido. Sentí algo caliente comenzar a invadir mi centro, era su lengua.

—Oh dios... —Gemí cerrando mis ojos, sus manos sostenían mis piernas mientras que su lengua jugaba con mi ser.

Parecía deleitarse succionando mis labios y lamiendo mi clítoris. Cada vez inclinada más mi cuerpo hacia abajo para sentir más de su boca. Se sentía tan bien y mi cuerpo solo quería sentir más de aquel placer.

Mi falda estaba a la medida de mi cintura por lo que supuse que no le estorbaba, la parte baja de mi espalda estaba a la intemperie y mis manos comenzaban a doler de tener que soportar todo el peso de mi propio cuerpo.

—Daddy... Oh dios... Daddy.... —mi respiración se estaba agitando y cada vez sentía más la necesidad de llegar, quería correrme y el parecía notarlo.

Su lengua comenzaba a entrar y salir de mí ser, de vez en cuando podía oír sus gemidos. No lo soportaba más, estaba demasiado cerca de mi orgasmo.

—Daddy.... ¡DIOS! —arañe mi cama con fuerza cuando sentí mi cuerpo golpeado por la ola de placer puro. El paso su lengua un par de veces más limpiando mi centro y luego pude sentir como su mano se aflojo de mi pierna.

—Muy bien princesa, puedes levantarte. —me levante con cuidado y mire por debajo de mi cuerpo, él estaba recostado debajo de mi cuerpo con una se sus manos tocando su miembro.

—Dios... —aquella imagine simplemente me había vuelto a encender.

—Ven a ayudar a Daddy pequeña.

Mordí mi labio y comencé a gatear hacia atrás mientras él se acomodaba debajo de mi cuerpo un poco más arriba, has quedar su cara junto a la mía.

Me tomo de las mejillas y me hizo besarlo, pude sentir mi propio gusto pero ya no me importaba.

— ¿Quieres probar a Daddy? —me miró a los ojos y asentí.

Volvió a darme un corto beso y subió aún más. Se apoyó, aún recostado, sobre sus codos y separo sus piernas.

Me acomodó entre sus piernas y tomé su miembro con ambas manos, estaba nerviosa, no quería hacerlo mal. Había leído mucho de cómo hacer una mamada pero jamás lo había intentado, ni siquiera con una puta banana.

Comencé a acariciarlo desde la base hasta la punta y viceversa, mire su rostro y vi como mordía su labio mientras me miraba. Baje mis labios hasta la punta y deje un delicado beso, sin separar mis ojos de los suyos.

Corrí todo mi cabello a un costado y le di una pequeña lamida al glande. Un gemido salió de sus labios y sonreí.

—Anda hermosa, chúpalo. —mordí mi labio y atrape la cabeza con mis labios. Comencé a Chupa con delicadeza mientras mis manos seguían subiendo y bajando. —Oh si... Así pequeña... —Sus gemidos me excitaban mucho.

Comencé a meter más de su miembro en mi boca mientras mi lengua se enredaba a su alrededor. El llevó su mano a mi cabeza la cual sostenía para que no me separase. Lo saque de mi boca y sonreí, ya me sentía con más confianza.

Comencé a lamerla toda su longitud mientras con una de mis manos tocaba sus testículos. Sus gemidos eran más roncos y sus ojos ya estaban cerrados.

—Mierda Mila... Si... No pares preciosa... —seguí con mis caricias y succionado la piel de su miembro, con mi lengua delineaba las venas del mismo y volvía a atrapar la cabeza.

No era una experta pero al menos estaba satisfecho a de ver como lo disfrutaba. Cada vez aumentaba más el ritmo de mis caricias y el comenzaba a gemí sin control.

—Mila... Me corro hermosa... —mordí mi labio y con una sonrisa comencé a acariciarlo con ambas manos, haciéndole una paja— Dios.... Me vengo... —gruñó y chorros de semen comenzaron a saltar a mi cara.

Lo mire y el mordió su labio, lamí la punta limpiando los restos y lo solté. Me acomode sobre el a gatas y le di un pequeño beso.

—Niña traviesa. — limpio mi cara con su pulgar y me hizo chuparlo.

— ¿Te gustó Daddy? 

—Me encantó bebe. —volvió a besarme. — ahora te enseñaré la mejor parte de nuestro juego. —mordió mi labio y gemí.

Esto será increíble












Soy tan mala que les corto el smut. 🔥😏

Mejor me voy antes que me quemen.

❤️Recuerden que los amo❤️

Daddy Please! © |njh|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz