|69|

5.2K 312 22
                                    

Maraton 1/2
Mila


—Entonces... Te iras mañana. —hice una mueca de tristeza.

—Tranquila hermosa. —me abrazo con fuerza. —sabes que regresaré, no es nuestro fin. Volveremos a vernos, además, seguiremos en contacto. Volveremos a nuestros comienzos. —Roso nuestras narices —Cuando yo podía pasar días frente la laptop viendo lo hermosa que eres. —dejo pequeños besos en mis labios los cuales no dude en corresponder.

— ¿Podemos disfrutar nuestro último día juntos? —Él sonrió y asintió.

—Claro que sí, disfrutaremos al máximo cada segundo que estemos juntos. —beso mi cabeza y me aferre a su cuerpo. — ¿A dónde te gustaría ir?

—Pues... Me gustaría dar un paseo por el parque.

—Podríamos hacer un picnic y podría tocar algo. —Me miró —Hemos estado juntos mucho tiempo y jamás te he mostrado mis dotes musicales. —Yo reí y asentí.

—Suena increíble.

Y así fue como nuestro último día, juntos, daba comienzo. Caminar tomada de su mano me hacía sentir segura, me hacía sentir que no necesitaba nada más para ser feliz.

Las personas nos miraban y no me importaba en lo absoluto, al diablo con el mundo. Solo quería disfrutar cada segundo al amor de mi vida, aquel que me había salvado de caer tantas veces.

En el parque buscamos un lugar para nuestro picnic, Niall dejo las cosas y poco a poco acomodamos todo. Había preparado su pastel favorito gracias a su madre, en verdad quería que aquel día fuese inolvidable.

Él estaba recostado en la manta frente a mí, deleitándose con los sandwichs que mi madre había hecho. No podía evitar contemplarlo, no podría explicar nunca la paz y aquel sentimiento tan fuerte que Niall causaba en mí.

Podía pasar horas oyendo sus anécdotas de cómo le gustaba el golf o como había hecho miles de travesuras con Louis.

—Te he visto muy extraña ayer. —Yo lo miré e hice una mueca... — ¿Sucede algo?

—No... Yo... —sonreí por lo bajo y lo mire. —Solo... Estaba cansada. Estoy algo nerviosa por... Por volver al colegio y... Y... Supongo que es una sensación extraña. —El asintió, me arrodille sobre la manta y tome de la canasta la rebanada de pastel que tenía para él. —Te... Te prepare esto. —Él sonrió.

—Oh por dios, esto es increíble. —Hablo tomando el plato con una gran sonrisa. —Mmm... Sabe delicioso. Chocolate. —Reí y le dedique una sonrisa cálida.

—Tuve ayuda de tu madre, quería... Quería saber cuál era tu postre favorito.

—Oh hermosa —Se acomodó sobre la manta y palmeo su regazo. Me senté en sus piernas y el me envolvió con sus brazos. —Te amo tanto. —lleno mi mejilla con pequeños besos. —Yo también tengo algo para ti. —estiro su brazo y coloco frente a nosotros su guitarra.

— ¿Me enseñaras a tocar? —El río y negó.

—Solo disfruta de la música.

—Soy todo oídos —el comenzó a tocar la música y yo sonreí.

Háblame,
Aunque no te escuche, háblame.
Mírame,
Aunque no me veas, mírame
Porque yo te siento,
Desde el universo hasta el final
Vivo eternamente en ti.
Háblame,
No me ignores, sólo háblame.
No me creas lejos.
Siénteme,
Estoy muy cerca, solo siénteme.
Porque el día es corto,
Y la noche invita a olvidar.
Que fuimos uno,
Y nadie más pudo reemplazarnos.
Resistiré hasta que termine este dolor.
Perdonaré si ya no estas.
Somos lo que somos, estamos solos,
Y nos entendemos a lo lejos.
Somos los que somos, estamos todos,
Desunidos pero queremos amor...

Gire mi cabeza para toparme con sus hermosos ojos y su gran sonrisa, mi corazón golpeaba tan fuerte y a la vez ardía en dolor. No pude contener las lágrimas que comenzaron a recorrer mis mejillas.

—Princesa... Estas llorando... —Dejo la guitarra a un lado y me aferre a su cuerpo con fuerza.

No podía contener el dolor, no quería alejarme de él, deseaba tanto que el tiempo se detuviera. No podía con la angustia que me causaba el tener que dejarlo ir.

Mi corazón pedía a gritos que no lo hiciera, que fuese egoísta y que le pidiera quedarse por mí. Pero no podía, no era justo, no podía simplemente alejarlo de su vida por mi felicidad.

Y si debía enfrentar una tormenta gris de dolor, lo haría, solo por el, era capaz de soportar el dolor de dejarlo ir.

—Mila... Hermosa... No llores... —Sus ojos buscaron los míos. —Por favor...

—Te amo Niall. Te amo tanto. —Desde el fondo de mi corazón hablaba ahogándome cada vez más. —Nunca lo olvides, por favor...

—Nunca podría hacerlo, te amo demasiado Mila, lo eres todo para mí. Mila, no me iré para siempre, prometo regresar amor, lo prometo...

—Solo... Solo promete que serás feliz. —El asintió y unió sus labios a los míos.

Aquel beso bajo el sol de media tarde, frente todos aquellos presentes había sido tan mágico como la primera vez que lo vi a través de aquella pequeña pantalla.

—Lo prometo hermosa —nuestras narices se rozaban con suavidad. —Tú prométeme que no me cambiaras. Aunque me vuelva feo y gordo. —Una risa salió de mis labios.

—Jamás podría hacerlo, eres todo lo que quiero y más. —El seco mis lágrimas y tomo mis manos para entrelazarlas con las suyas y luego besarlas.

—Te amaré hasta el final de los tiempos Mila. Y es una promesa.

(...)

La noche había caído y el tiempo comenzaba a detenerse, entre besos, gemidos y sábanas nuestros cuerpos se despedían.

Mi habitación era testigo de cada susurro salido de nuestros labios, de cada te amo, de cada marca en nuestras pieles, del amor que podíamos expresarnos.

Nuestros cuerpos, cansados y agitados eran cubiertos por las finas sábanas, sus piernas y las mías se encontraban entrelazadas.

No quería soltarlo, no quería dejar de estar en sus brazos, no quería pensar que aquella era la última vez que podría sentir su piel.

— ¿Aún estas despierta? —hablo besando mi cabeza.

—No quiero dormir. —Susurre mirando sus ojos. —No quiero que este día se acabe.

—El día podrá acabar, pero nunca podrá acabar todo lo que tú causas en mi hermosa. Sé que tienes miedo de lo que pueda pasar, pero solo ten en mente una cosa. Tú tienes la llave de mi corazón Mila y no importa lo que suceda con nosotros, siempre serás la única que la tendrá.

— ¿Aunque me vuelva fea y vieja?

—Aunque el mundo se acabase y exista otra vida, se que te encontraría y aun la seguirás teniendo. —Me acerque a sus labios y lo bese con fuerza.

Aferrada a su cuerpo, entre sus brazos y oyendo el latido de su corazón, descanse con una sonrisa en mis labios.

Una sonrisa que pronto se extinguiría...    




👀👀👀

Deja tu voto y sigue leyendo ❤️

Daddy Please! © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora