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Niall


Estaba recostado en el sofá cuando el timbre sonó, no estaba de ánimos para recibir a nadie. Tan solo quería perderme en mis cervezas y la melancolía que solo las canciones podían causarme.

El timbre volvió a sonar y con rabia lance la botella contra el suelo, haciéndose añicos.

— ¡LARGO! —Grite con rabia y angustia —Déjame solo...—El timbre volvió a sonar haciendo caso omiso a mi pedido — ¡HE DICHO QUE LARGO! volvo a repetir pero no parecían hacerme caso, el ruido del timbre no dejaba de sonar, parecía que lo estaban apretando sin soltar. — ¡JODER! —Me levante con ganas de asesinar con mis propias manos, arrastre mis pies a la puerta y con rabia la abrí —ACASO NO ENTIENDES MALDITA SEA HIJO DE... —Mis labios fueron estampados contra otros, suaves y fríos, parpadeo varias veces y la aleje con delicadeza. No podía ser cierto.

—Hola Ni. —Su voz tan dulce y delicada, no podía creerlo, estaba allí, frente a mí.

—Mila... —Ella sonrió y se aferró a mi cuerpo en un abrazo el cual correspondí de inmediato. —No puede ser... Estas aquí... —Ella sollozo en mi pecho. —Pero tú... Tú... Deberías estar en Italia con tu padre... —Ella se separó lentamente y me miró a los ojos.

Seque sus lágrimas y acaricie con suavidad sus mejillas, en verdad estaba allí conmigo.

—Me escapé, robe dinero y compré un boleto de avión para estar aquí. No quiero estar con el Ni, quiero estar contigo. —Sus ojos me suplicaban que no la separase de mí y no podía negarme, era tan débil frente a ella.

—Pero tu... No... Esto no está bien...

—Por favor Ni... No puedo estar lejos de ti, te amo demasiado y me duele que hayamos terminado.

—Pero yo... Yo solo te hago daño... —Suspire con tristeza.

—Estar lejos tuyo es el peor dolor que pueda sentir Niall, el que tú me alejes me daña como si la muerte estuviese a mi lado. No puedo, no quiero perderte.

—Dios... Mila... —Ella se abrazó a sí misma.

—Ya no me amas... —Sollozo, era tan tierna y frágil. Me acerque y la envolví nuevamente con mis brazos.

—Por dios, claro que te amo hermosa, te amo más que mi propia vida, te amo con cada parte de mí ser y ni siquiera las palabras alcanzan para expresar todo lo que causas en mí. —Sus ojos brillaban como dos joyas bajo la luz de la entrada. —Te amo Mila, te amo demasiado y solo quiero lo mejor para ti.

—Entonces, no me dejes, no me alejes de ti, porque tú eres lo mejor para mí. —Sus labios, rosados y que no dejaban de tiritar por el frío del exterior, me pedían a gritos que los besara.

La tomé de las mejillas y rose nuestros labios, sintiendo su respiración mezclarse con la mía.

—Bésame Ni... Por favor... —Suplicaba en un hilo de voz.

No lo dude más e inicie un cálido beso, era uno de esos besos que quedarían en mi memoria, ella era la marca de mi vida y sabía que nadie podría arrebatarla de mi ser, pues la amaba con todo lo que era y cada fibra que me componía.

Ella era mi canción perfecta, mi día inolvidable, mi marca de vida, Mila era la dueña de mi corazón y aunque quisiera jamás lograría olvidarme de ella.

Separamos nuestros labios y nos miramos a los ojos con nuestras sonrisas de tontos enamorados. La ayude a entrar y cerré la puerta. El día estaba horrible, parecía que el mundo se caería, pero no me importaba, nada importaba estando a su lado.

Daddy Please! © |njh|Where stories live. Discover now