Niklaus Mikaelson

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-La amo- Me quede muda.- Nunca quise lastimarte, yo- Le corte

-No, no quisiste lastimarme, solo fui la que te distraía cuando Elena te rechazaba- Quería odiarlo, pero simplemente no podía

-Tú sabías lo que yo sentía Maddison- Damon intentó acercarse a mí, me aleje de él

-Sí, lo sabía, fue culpa mía- Me di la vuelta y salí de la habitación

Apreté los dientes y me fui de ahí, camine lo más rápido que podía, no me di cuenta que había llegado al cementerio.

-El chico que quiero me afirma que ama a mi mejor amiga, que ironía, esto es para película- Gritaba incoherencias, al fin y al cabo no había nadie.- Yo tuve la culpa, yo sabía que Damon Salvatore tenía sentimientos por ella, pero no, Maddi quiso intentarlo, ¡agh!, idiota, ¡idiota!- Me di golpes en la frente

Suspiré molesta, no iba a llorar, no iba a ser débil, no lo fui cuando Tyler me engaño con Vicky y no lo sería ahora, sin embargo sí lo quería, me podía arriesgar a decir que lo amaba. Mire que no hubiera nadie y me permití llorar, aguante tanto tiempo las lágrimas, aguante ver sus miradas, los sentimientos de él hacia ella, como él siempre la protegía antes que nadie, me dije que sería fuerte, pero, joder, duele, duele mucho.

-Una chica no debe llorar por alguien que no vale la pena- Sentí mis vellos erizarse

Alce la mirada y vi al idiota de Klaus

-No estoy de humor Klaus- Me levanté dispuesta a irme, sin embargo él me agarró de los hombros

-Amor, tú no estás en condiciones de quedarte sola- Mire sus ojos, eran hermosos, de eso no había duda

-No voy a cortarme las venas si eso te preocupa- Rodee los ojos

-Oh, de eso estoy seguro, no te preocupes- Me cargó y me puso en su hombro dándome vista de ese trasero

-Si estás tratando de secuestrarme para un plan malévolo te aseguro que no le importó a muchos- No iba a intentar escapar, sería un ratón queriendo librarse de la serpiente, en conclusión, no iba a salir nada bueno

-A muchos le importas, amor-  Me respondió

Pero no a él

Después que llegáramos a mi casa me bajo de su hombro y ya no tenía la vista de los Dioses. Mire a mi casa, mis padres aun no volvían, para mi desgracia vivíamos sin nadie a los alrededores.

-No me acuesto en la primera cita- Me crucé de brazos

-Amor, tú nunca has tenido una cita- Baje la mirada

Para mi desgracia tenía razón, nunca la tuve

-¿Cómo estas seguro de eso?- Di un paso atrás

-Las paredes hablan, ya sabes- Lo mire mal

-¿Qué es lo que quieres Klaus?- Estaba harta del asunto de los vampiros 

-Damon te dio su sangre cuando Rebekah te clavo una daga por insultarla ¿no?- Fruncí el ceño

-No te diré eso- En un momento mi collar de verbena no estaba

-Responde- Me miró directamente a los ojos

-Sí- Afirme inconscientemente 

-Y eso fue hace apenas una hora ¿no?- 

-Sí- Volví a decir

-Bueno, espero te guste esta vida, amor- De un momento a otro mi cuello se había partido

*********

-Mierda- Murmuré

Tenía un horrible dolor en el cuello y una sed horrible, sentía ira, desesperación... Era horrible

-Veo que ya despertaste- Rebekah estaba a mi lado

-¿Dónde estoy?- Me aleje un poco

-Estas donde vivimos por mientras Klaus y yo- Me miro y volvió su vista a sus uñas

-¿Qué me hizo?- Estaba asustada, tenía muchas emociones para poder soportarlo

-Estás en transición, por cierto, ten- Me lanzó una bolsa con sangre.- Aun no me agradas- Dijo para pararse de la cama y salir de la habitación

Lance la bolsa de sangre a mi lado, no podía ser cierto, no quería que fuera cierto, mire las ventanas, las cortinas estaban cerradas impidiendo que el sol entrara, me levanté de la cama y pose mi mano en la cortina, no, no me mentirían, aleje mi mano.

-Carajo- Susurre, las lágrimas empezaron a salir

Alguien toco la puerta y después entró

-Hola amor, veo que despertaste- Miró la bolsa, se acercó a mí rápidamente.- Y veo que aun no comes, sabes que si no comes mueres ¿verdad?- Limpio mis lagrimas

-¿Por qué?- Susurré

-Estabas triste, no tenias nada en tu vida, tus padres no te tratan de la mejor manera y sufrías por alguien que no te ama, solo te ayude- Tomó la bolsa y la abrió.- Debes beber- 

-No, no puedo- Negué con la cabeza

El volteo los ojos y bebió, pensé que iba a irse, pero me equivoque. Me tomo de las mejillas y me beso, en el beso obligó a que me bebiera la sangre, después de eso se separó

-No dejare que mueras- Me acarició la mejilla

-Pudiste usar compulsión- Me lleve las manos a mis labios

-Lo sé- Me sonrió para después salir de la habitación

Desde ese día Niklaus había encendido algo en mi.

One-Shots (peliculas y series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora