One-Shots (peliculas y series)

Cedric Diggory

Dulce sonido melancólico que recorre en mi cuerpo, ¿Cuándo te irás?  

Las mañanas sombrías me invaden los huesos,

la voz se me quiebra al hablar de ti,

desearía que tú nunca te hubieras ido aquel día.

Dichosos las personas que vieron tus últimos suspiros,

ojalá ese día me hubiera ido contigo, para no recordarte en mis escritos.

-¿No crees que es demasiado sombrío?- Preguntó mi amiga leyendo mis escritos.

-¿Tú crees? Aquel concurso muggle que me dijeron decía que escribamos algo que sintiéramos desde el fondo de nuestro ser, esto fue lo único que se me ocurrió en el momento-.

-Pareces una viuda en estas palabras- Dijo sonriendo.

-Es chistoso, yo solo recordaba que mi rana de chocolate se la había comido mi hermano. Casi le gano al innombrable cuando me enteré-.

-No bromees con eso- Dijo riendo Hermione.

-Pero te reíste- Canturreé.

Llegamos al comedor y nos sentamos en nuestra mesa, se supone que llegarían unas escuelas para el torneo de los 3 magos, no me causaba mucha impresión aquel dichoso torneo pero la mayoría estaba deseoso que empezara, aunque suponía que mi falta de interés era por el desconocimiento del mismo al haber estado alejada del mundo mágico casi toda mi vida.

-Dicen que los de la academia Durmstrang son guapos- Escuché decir emocionada a una compañera Gryffindor que estaba sentada a lado mío.

-Cualquier simio con músculos les parece guapo- Murmure.

-Te escuché, Lilith- Mire a ver a mi compañera.

-Sabes que mi humor es agrio cuando no he comido- Me excuse, no me arrepentía de mis palabras.

Ella volteo los ojos y me ignoró, era mejor para mi, no deseaba iniciar una discusión acerca de los simios que tanto les gustaban a ellas. Mis ojos se dirigieron a la casa Hufflepuff, en especifico a un chico, Cedric era todo menos feo. Me sonrojé cuando me miro al instante que mis ojos se posaba en él por lo cual desvié la mirada a mi hermano que movía su papa sin muchas ganas, se le iba la vida volando y él solo estaba perdido en sus pensamientos. Mis ojos volvieron a ver a Cedric pero para mi fortuna él ya no me miraba, no podía creer que yo estuviera enamorada de él, de tantos chicos y a mi me debía gustar uno de los más populares y ancianos. Aunque es mejor que estar enamorada de, no lo sé, ¿Malfoy?, eso sí me hubiera causado problemas.

-¿Qué piensas, mi querida niña?- Hice un sonido de espanto al sentir las dos presencias pelirrojas a mis lados.

-George, te juro que los amaría mucho más si dejaran de espantarme cada 5 minutos-.

-Está vez tardamos casi dos horas, danos créditos por ello- Respondió Fred.

-Si hubieran durado 24 horas lo haría- Dije mirándolo, casualmente mi ojos tuvieron que mirar hacia arriba debido a lo alto que era a pesar de estar sentados.

-Eso seria algo desafortunado para ti, posiblemente eso suceda cuando no te queramos- Dijo George por lo cual me giré a él.

-Me alegraré entonces porque parece que me aman- Respondí.

-No tienes tanta suerte, enana- Dijo Fred apretando mi mejilla.

-Te vemos en la sala común que Lee nos espera en el otro extremo- George me dio un beso en la mejilla y se fue.