Dean Winchester

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Solté una maldición al ver que no me había traído nada para abrir la habitación, no queda remedio. Toqué la puerta esperando a que alguno esté despierto y para mí suerte la puerta se abrió.

-Afrodita- Dijo Sam sorprendido al verme.

Hice una mueca al escuchar mi nombre, dejé la mueca para luego mirarlo con una sonrisa mientras él aún me miraba con sorpresa.

-Sabes que es solo "Dita"- Dije abrazando a mi querido Sam- Escuché que habías vuelto al negocio y no pude dudar en verte de nuevo, mi mejor amigo volvió al mundo del caos. Que emoción- Dije sarcásticamente.

Nos separamos para que luego entrar a la habitación. Si hubiera traído mis instrumentos hubiera podido asustarlos, me encantaba hacerlo.

-¿Dean sigue en el bar?- Mire a Sam.

Dudó un poco en responder pero entendí esa cara, Dean no pasaría la noche aquí. Alcé las cejas e hice una sonrisa falsa. Sam solo miraba mi expresión con entendimiento.

-Estoy seguro que él estaría aquí si supiera que vendrías- Defendió.

-Tal vez, también estoy segura que se hubiera ido de este lugar el mismo día- Respondí amargamente mientras observaba el lugar.

Ambos nos quedamos en un silencio incómodo, sabíamos de que hablábamos. Hace unos años, incluso antes de que Sam se marché, Dean y yo fuimos pareja. Ambos nos queríamos pero yo quería estudiar y Dean solamente seguir en su negocio familiar (el cual también es mi negocio) al ver que Dean no me apoyó lo dejé a él y a Sam para poder lograr lo que yo quería. Estudié una carrera en artes pero cuando recibí la llamada de Jhonn diciendo que debía volver con ellos no dude en regresar. Eran y son mi familia, siempre lo serian pero yo estaba primero.

-Bueno... ¿y qué tienen?- Pregunté evitando el tema del que estábamos hablando.

-Asesinaron a una pareja- Apreté los labios, eso no me decía nada.

-Podría ser cualquier cosa- Comenté volteando a verlo.

-Lo dudo, sabes como funciona esto- Tenía razón, siempre la tenía.

-De acuerdo- Dije quitándome la chaqueta quedando solo en una blusa de tirantes blanca- Tomaré tu cama así que duermes con Dean, grandulón... ambos sabemos que no llegará temprano hoy.

Me miró con confusión, no le había dicho que planeaba quedarme con ellos. Era entendible, llegué de la nada y ya me quería colar en sus vidas.

-Oh sí. Soy su nueva compañera, dile gracias a tu padre por eso- Dije mientras agarraba una manzana y la mordía. La cara de Sam era un poema.

-Eso a Dean...- Le corté, sabía que diría.

-Le jodera su linda noche que tuvo- Completé su frase y sonreí con gusto.

Él asintió y se acostó en la cama de Dean por lo cual me acosté en la otra. Sé que no debería quedarme aquí y mandar por un tubo a Jhonn pero no podía, no después de todo lo que hizo por mi.

****

Escuché la puerta abrirse, deduje que era Dean por el sonido del sillón moverse, supuse que se había golpeado cuando escuché un "Diablos". Mire disimuladamente la hora, era muy temprano, concluyo que tuvo una buena noche hoy. Maldición, pensé que él llegaría más tarde, estaba preparada para verlo pero no tan temprano. Cierro los ojos esperando a que él no se dé cuenta de mi presencia lo cual era estúpido porque a pesar de ser pequeña no lo era lo suficiente.

-¿Sammy?- Escuché a mis espaldas, sonaba algo fastidiado.

-¿Qué quieres?- La voz de Sam estaba adormilada.

-Quítate de mi cama- Dijo áspero- Espera... ese es mi muchacho, veo que disfrutaste la noche, tigre- Pude escuchar su tono pícaro en esas palabras. Oh Dean, cuando te enteres de quien soy borraras la sonrisa que por supuesto tienes en el rostro.

Reprimí mis ganas de mandarlo por donde vino pero seguí en mi actuación de "dormida". No queria un enfrentamiento con él desde tan temprano.

-Pues, verás- Comenzó a decir Sam con un tono de incomodidad, podría adivinar la cara que tenia en estos momentos- Ella en realidad es Afrodita- "Dita" es "Dita".

-Me imagino que lo es- Dijo con tono meloso- Se ve.

Maldito puerco.

-No Dean, ella es Afrodita- Volvió a decir Sam con tono mas severo.

Escuché como Dean soltó una maldición y se quejó con demasiados insultos en susurros. Él era demasiado bueno para sacarme de la habitación por lo cual escuché como se fue a recostar en el sofá. Me sentí mal, yo estaba aquí cómoda en la cama mientras él se había tenido que recostar en el sofá por mi culpa. Despejé mi mente para volver a dormir, esperaba que esto no nos perjudicara en el caso pero bueno, es Dean. 

***

Hace una hora que me había despertado, los chicos aún dormían por lo cual no quise hacer demasiado ruido. Dean ya quería echarme, despertarlo era la ultimo que quería hacer. Camine al baño para darme una ducha, necesitaba despejar mi mente y estar serena. Vamos Dita, puedes con esto, lograste irte ahora ten los ovarios para quedarte como te pidió Jhonn. Solté un suspiro pensando en mis palabras.

-Es más fácil decirlo que hacerlo- Murmure para mi misma.

Al salir del baño vi que Sam estaba despierto y tan pronto como salí él entro al baño diciendo solo unos "Buenos días" rápido. Sonreí sabiendo que no quería estar en la misma habitación que Dean y yo despiertos.

-Buenos días, Sammy- Contesté, él había cambiado mucho desde mi ausencia. Hasta guapo era.

Me giré para ir en busca de mis cosas cuando escuché una voz reconocible en frente mío. Su cara se veía molesta, tenia todo el ceño fruncido y su mirada era de temer. Apreté los labios al verlo, Jhonn me debes una grande.

-Se puede saber ¿Qué carajos haces aquí?- El tono de Dean era seco y molesto, por supuesto que lo entendía.

-Tu padre me llamó hace unos días, me pidió que esté con ustedes- Lo mire a los ojos, no me veía ni un poquito bien- Tampoco me hace mucha ilusión estar aquí después de todo lo que pasó pero Jhonn me pidió este favor, Dean.

-Y tú como siempre haces lo que te piden lo hiciste, hubieras hecho lo mismo cuando te pedí quedarte- Las palabras de Dean venían como cuchillos en mi corazón, sabía que lo había lastimado terrible al preferirme a mi en vez de a él.

-Te aseguro que apenas termine lo que Jhonn tenga en mente me iré para siempre y no tendrás que volver a ver mi maldita cara- Dean perdió el brillo en sus ojos cuando terminé de decir eso- No puedes odiarme por elegirme, no puedes hacerme odiarme por eso. Tenía que encontrar lo que deseaba. Yo deseaba ser feliz contigo, pero tuve que serlo solo conmigo.

-No te odio, Dita- Pronunció, un sentimiento muerto que tenía volvió a crecer- Pero no eres bienvenida- Se volvió a morir el sentimiento.

-Lo sé, por supuesto que sé eso- Mordí mi labio con fuerza sin ver a Dean a los ojos- Pero no tengo más opción que estar aquí hasta que Jhonn me vuelva a llamar y me diga que ya no es necesario que esté aquí.

-Esperemos que su llamada no tarde demasiado- Cortó la conversación al dar media vuelta y tirarse en su cama correspondiente.

-Esperemos que así sea- Murmure.

Sali de aquella habitación, no soportaba estar ni un minuto más ahí. Verlo me hacia recordar tantas cosas que no deseaba y que a la vez añoraba. Jamás dejaría de amar a Dean, seria una idiota si lo hiciera, pero él ya no tenia ese sentimiento por mi y jamás volvería a ser todo como antes. Me tragaría todo lo que sintiera por él a pesar de tantos años y cumpliría la misión que Jhonn me encargó. Después de todo, solo para eso sirvo.

One-Shots (peliculas y series)Where stories live. Discover now