Peter Hayes

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Advertencia: Poquito lemon.

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Bondad, amistad, sonrisas, armonía.

Eso y más tenía desde siempre en mi faccion, una facción que no era lo mío, una facción en la cual ya estaba harta de estar. Desde pequeña sabía que mi lugar no era aquí y no solamente yo, todos lo sabían. Demasiado sincera, demasiado gentil, demasiado osada; palabras que siempre escuchabas de las personas cuando hablaban de mi.

Está muy claro que este no es mi lugar.

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Mire hacia un lado donde un veraz estaba fastidiando a un estirado, no puedo soportar esos malditos comportamientos 

-Ah entonces, toda la comida que no nos dan se la dan a los abandonados ¿no es así?,  ¿sí? - El chico asintió con la cabeza sin saber que decir más que un sí- Mentiroso, ¿por qué me mientes?. Todos saben que ustedes se la quedan, ¿por qué no lo admiten? eh, te estoy hablando.

Apreté mi mandíbula a la vez que mis puños los cerraba, estaba harta de ese bocazas.

-Los estirados son sordos ¿o qué?- Terminó su pregunta para después empujar al chico y ahi no dude.

-Muy bien chico, se acabó la función- Le sonreí lo más amable que pude mientras mi interior ardía.

-¿Y tú quién eres?- Su linda cara se estaba mereciendo un puñetazo.

-Chani. Te preguntaría tu nombre si me interesara- Terminé de hablar para mirar al chico estirado.- ¿Estás bien?- Él tenía la mirada hacia abajo y tan solo escuché un "Sí" y "Gracias".

Le sonreí al chico para luego mirar altanera al otro, lo mire de arriba abajo y tan solo le hice un gesto de desagrado.

-Cuida tu comportamiento veraz, no es lindo comportarse de forma tan bruta- Le sonreí mostrando los dientes y antes de que me respondiese me fui a mi lugar mientras todos los que estaban cerca miraban la escena. 

Me había llamado la atención una chica, ella como yo iba a defender al chico antes de que otro le impidiera actuar ¿por qué son así?, son formas de actuar que jamás podría comprender de abnegación.

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Rodee los ojos al ver que me encontraba en la misma facción que el idiota del día de las pruebas. Me miró levemente y me dio una sonrisa de burla a lo que yo suspire y le mire mal.

-Parece que no te agrada Peter- Mire a la morena que estaba sentada a mi lado.

-No solamente parece querida, es verdad- Le sonreí.

-Soy Christina.- Señaló a una chica a su lado.- Y ella es Beatrice-. Saludé a ambas y les dije mi nombre.

Sera interesante esto, es la misma chica de ese dia y es el mismo chico. Es mucha coincidencia.

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-Eso estirada, quitatelo- Bufé por el comentario fuera de lugar a pesar que muchos se rieron.- Mejor pontelo- 

-Pensé que los veraces al fin podían cerrar la boca después de elegir otra facción.- Hable lo suficientemente alto para que él me escuchara.- Muy a mi pesar me equivoqué.

Algunos rieron y el líder hizo una mueca de burla para que luego todos nos centremos en Beatrice. Le susurre un "Lo siento" a Christina, esperaba que no se enojara por mi comentario. Al final Beatrice se lanzó y todos nos acercamos para intentar ver aunque sin éxito. 

-Quién es el siguiente- Mire rápidamente a Peter y sabía que él querría ser el siguiente, el señorito no podía quedarse en segundo lugar, no señor.

-Yo- Hablé demasiado fuerte para mi gusto pero al final me dieron espacio para pasar.

Mire a Peter sonriendo y luego miré a Eric, a pesar de que me atemorizaba su mirada no me impidió darle una sonrisa. Me subí y suspire a sabiendas de que todos me veían, me gire para mirar a todos y regalar una sonrisa más altanera a Peter. Me miró con puro odio y al final de recibir esa agradable vista me lancé.

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Mire hacia el cuerpo de Peter mientras él se cambiaba de ropa, el desgraciado estaba bastante bueno. Lastima que es un imbécil.

Me deshice de mi vestido cuando ya tenía los pantalones puestos. Había tenido demasiados escalofrios, sentía que alguien no me quitaba los ojos de encima y era malditamente molesto. Escuché la voz irritante decir "Estoy en el cielo" cuando termine de quitarme el vestido, rápidamente me puso la blusa para evitar más comentarios desagradables de aquel tipo.

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Dos semanas habían pasado y parecía que llevaba meses en el lugar, me había tirado en la cama completamente agotada y para mi suerte estaba completamente sola, al fin algo de paz lejos de todos.

Cerré los ojos un momento mientras el sueño se apoderaba de mi... hasta que sentí caricias en mis piernas, abrí los ojos lo más rápido que pude y miré al causante.

-¿Que diablos crees que haces Peter?- Me levanté de la cama lista para atacar.

-Oh vamos Chani, ambos sabemos que lo deseas más que nadie- Fruncí el ceño.- Esas miradas no pasan desapercibidas por nadie, tampoco creas que te salvaste el primer día, pude notar tu mirada en mi cuerpo- Cada palabra que decía era para acercarse más a mi hasta que tope con la pared. Maldita suerte que tengo al elegir una pegada a esta.

-Imaginaciones tuyas chico, ahora apártate- Tomo mis caderas con fuerza mientras me pegaba a la pared.

Sentí sus labios en mi cuello y mis fuerzas se fueron por arte de magia. Sentí como sonreía al notarlo a lo que él creyó tener permiso de tomar mis labios como si fuesen de su posesión y besarme mientras mi cuerpo se apretaba contra el suyo. Mis brazos fueron a su cabello acariciándolo pero de un momento a otro me encontraba sobre él, me tenía tomada de los glúteos  mientras yo me sujetaba rodeando sus caderas con las piernas a la vez que nos besabamos con todas las emociones que teníamos en esos momentos. Me tiro sobre la cama, MI cama para luego romper la blusa que tenía.

-¡Oye!- Me quejé con él.

-No necesitas eso ahora- Dijo sonriendo para luego atacar mi pecho con la boca.

Intenté no gemir para que no venga nadie pero ¡maldita sea!, era demasiado excitante. Su mano viajo a mi entrepierna y me acarició haciendo que mi espalda se contraiga y acerque mi pecho a él. Lamió, mordió y succiono mis pechos mientras yo mordía mi brazo intentando no sacar nada de gemidos.

-Quiero escucharte- Dijo en mi odio con la voz grave a causa de toda la lujuria que había en esos momentos.

Antes de poder meter su mano en mis pantalones escuchamos voces a lo lejos así que ambos nos separamos como si tuviésemos algo contagioso, saqué una blusa de repuesto y me la puse lo mas rapido que podia a lo que él corría a su cama a lanzarse boca abajo como si estuviera dormido. Suspire al notar que eran mis amigas.

-Chani, te hemos buscado en todos lados.- Me acerqué a ellas.- ¿Acaso estabas entrenando? Estas toda roja y mira tu cabello.

El individuo que estaba en su cama no pudo evitar reír ante aquello a lo que quede más roja.

-Sí, queria estar preparada para la siguiente vez y poder evitar los regaños de cuatro.- Sonreí tranquila tratando de convencer a Christina a lo que ella me creyó.

-Muy bien, vámonos- Dijo Tris.

-Vayan caminando, necesito agarrar mi chaqueta y acomodar mi cabello- Ellas asintieron dudosas.

Di un suspiro para luego acercarme a tomar la chaqueta hasta que sentí que me tomaban de la cintura por detrás.

-No creas que te escaparás tan fácilmente la próxima vez, pequeña.- Sonreí ante eso.

Me giré a mirarle mientras le daba un casto beso.

No esperaba escapar.- Mordí mi labio y me separe de él para luego irme con la chicas.

Quien diría que el animal se convertiría en alguien tan excitante.

One-Shots (peliculas y series)Where stories live. Discover now