Capítulo 7: Mi Primera Vez...

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POV CHRISTIAN

Sentir su cuerpo desnudo bajo la bata de baño me tiene a mil. La desesperación por poseerla de una vez y para siempre me nublan la razón mandando mis miedos a un rincón de mi cerebro y dejando al descubierto solo mis sentimientos más puros por esta mujer. Mis manos recorren su espalda deseando que no estuviera la barrera de la ropa entre nosotros. Pero si ella en verdad es virgen, como dijo, entonces debo calmarme y llevar la situación con más calma.

-Siento mucho mi comportamiento, por favor perdóname.-

-Te perdono.-

Responde simplemente y me besa, puedo sentir su necesidad por mi en sus labios, el calor que irradia de su cuerpo me hace transpirar, ¿O es solo mi imaginación?.

-¿Me dejaras amarte?. Por favor Ana, te deseo. Aquí y ahora.-

Vuelvo a suplicar ella cierra los ojos un momento y cuando los abre hay resolución en ellos. Asiente lentamente con una pequeña sonrisa jugando en la comisura de sus labios. El alivio mezclado con los nervios, el deseo y la incertidumbre de que haré ahora es un cóctel embriagador. La dulce sensación de la primera vez, como debería ser la primera vez para cada persona y no como fue la mía, así que adoptando una nueva postura, imagino que ésta también será la primera vez que haré el amor y no imagino una persona mejor que ella para esto. Con cuidado la tomo en mis brazos y la llevo hasta su habitación, la dejos sobre sus pies y con el más leve de los roces le saco la bata que dejo caer al suelo. Su cuerpo vibra bajo mis dedos, doy un paso atrás para admirar su cuerpo completamente desnudo, ese cuerpo curvilíneo que imaginé tantas veces bajo el mio.

-No puedo creer lo hermosa que eres Anastasia, soy un bastardo con suerte.-

Le digo sin quitar la vista de sus senos redondos, ella suelta una risita muy fuera de lugar ahora. No quiero sonar grosero, pero no es momento de risas sino de acción, lo único que puedo deducir es que esa risa es producto de sus nervios.

-¿Quieres desnudarme?.-

Niega al instante con sus mejillas rojas.

-Solo quiero pedirte una cosa antes... no toques mi pecho o espalda por favor.-

Ahora recuerdo porque no tenía novias, porque no podía tenerlas y eso se lo debo a mi jodida madre, una de las tantas sombras que me persiguen desde mi nacimiento. La confusión cruza su hermoso rostro pero asiente una vez más, sé que después me preguntará todo lo que quiere saber, lo que no se es si yo le responderé.
Saco cada prenda disfrutando de su mirada tímida hacia mi cuerpo, no se ha movido ni un centímetro, su respiración es cada vez más irregular y mi polla duele en mi bóxer pidiéndome a gritos que la deje salir.

-Haremos esto despacio Ana, pero si te duele o te hago daño debes decírmelo enseguida, ¿Esta bien?.-

-Esta bien.-

Responde y se abalanza sobre mi tomándome por sorpresa, me besa intensamente y entre la confusión por su arrebato atino a devolverle el beso con igual fervor. ¿Cuando fue la ultima vez que una mujer hiso eso conmigo?. La respuesta es simple: nunca.
Sus manos tiran de mi pelo pegandome a sus labios, estoy luchando conmigo mismo para no ser brusco y ella no me lo está poniendo nada fácil.

-Ana... si no paras no podré contenerme. Se paciente y tomemos esto con calma.-

Uso mi voz más amable y persuasiva, lo último que quiero es lastimarla o dañar su autoestima.

-Lo siento, seré buena.-

¡Gracias a Dios!. No hubiera podido contenerme más tiempo si no se calmaba y quiero disfrutar este momento que he esperado por lo que parece mucho tiempo. La acuesto en la cama y me deleito ante su figura, mis labios ansiosos chupan sus pezónes rosados, estos se endurecen en respuesta pero quiero más, necesito más de ella. Con el valor renovado bajo hasta su entrada dejando besos por toda la extensión de su vientre plano, ella es solo gemidos ahora. Con un poco de esfuerzo abro sus piernas para tener el camino libre, ella se resiste pero soy más fuerte y al fin la pruebo, mi lengua pasa una y otra vez por su vagina y esto es lo más delicioso que he probado en mi vida. No puedo detenerme, no quiero detenerme, quiero que se venga en mi boca. Beberme cada gota de su placer.

La Locura De Mi Vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora