Capítulo 30: Ayuda...

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POV CHRISTIAN








Parezco una oso baboso viendo como Theddy y Phoebe dan sus primeros pasos sobre el verde césped de nuestra nueva casa. Ana está sentada a unos pasos de mi y los guía para que vengan a mis brazos y ellos lo hacen tomados de las manos. Son simplemente hermosos.
Nos mudamos hace unos meses y gracias a el cielo, Ana amó la casa desde el principio. Aunque dijo que echaría de menos nuestro cuarto de juegos dónde hemos pasado casi todas las noches restantes antes de mudarnos.
Ella es una insaciable en el sexo y yo un depravado, ambos formamos el equipo perfecto.

-Christian, hay algo que he querido decirte hace tiempo...-

Dice Ana por sobre la risa de nuestros hijos que dan la vuelta para volver con ella. Su tono, no muy seguro, me pone en alerta al instante.

-¿Qué es?.-

-He pensado que es hora de que vuelva a trabajar. Los niños están grandes ya y podemos contratar a una niñera. ¿Qué dices?.-

-¡Sobre mi cadáver Anastasia!. Solo sobre mi cadáver una desconocida pondrá sus manos sobre mis hijos. No discutiré sobre esto, no trabajarás y es mi última palabra. Gail tendrá a sus hijos en cualquier momento y sin ella la casa se vendrá abajo. Es tu deber cuidar de tus hijos, de mi y de la casa.-

El momento de felicidad queda opacado con este tema, yo estoy al borde de un colapso nervioso y su cara no demuestra nada amigable tampoco.

-¡¿Me estás jodiendo?!. ¿Dime que no es cierto lo que acabo de escuchar?. ¿Crees que mi deber es estar encerrada en la casa?. Déjame decirte Grey que la esclavitud se acabo hace siglos, ni tú ni nadie me dirá lo que tengo que hacer. Yo decidiré sobre mi vida y mis tiempos, solo estaba informándote lo que pienso hacer.-

-¿Y ahora eres tú la que me está jodiendo?. Creo que estamos casados así que me corresponde decir que es lo mejor para nuestra familia y sobre todo nuestros hijos. ¿Quieres que una desconocida los crie?. ¿Que les inculque sus valores y costumbres?. ¿Quieres que no te reconozcan cuando llegues tarde y ellos estén dormidos y nunca los veas?. No estoy de acuerdo con este tema y tengo todo el derecho del mundo a decirte lo que es mejor, ¡Y lo mejor es que te quedes aquí con ellos!.-

-¡Ana mi no me grites!.-

-¡¿Que no te grite?!. ¡Pues no hables pavadas si no quieres que te grite!. Ellos deben ser la prioridad para ambos y sabes bien que cuando me necesitan estoy aquí, ¿Y tú quieres dejarlos por un capricho de mierda?. ¿Sabes lo que daría yo por verlos cada día crecer y no tener que aguantar a esos mal nacidos que solo quieren mi ruina?. Creo que ganó suficiente dinero como para que no nos falte nada. Ellos no pidieron venir a este maldito mundo pero es nuestra obligación estar con ellos.-

Estoy fuera de mi ahora, nada de lo que diga o haga hará que me calme. Ella tiene que entender que no estoy pensando en mi, sino en mis hijos. ¿Quien mejor que su madre para cuidarlos?.

-¡Contigo no se puede!.-

Grita antes de levantarse e irse prácticamente corriendo a la casa con Phoebe en sus brazos. No sé si eso significa que ha entendido mi punto o si quiere continuar adentro. Tomo a Theddy que juega con el césped ajeno a la loca de su madre, y voy tras ella. Esto no se ha terminado aún. Voy hacia la cocina en busca de Gail para que cuide a Theddy mientras busco a mi descarriada mujer. La encuentro sentada en el taburete blanca como un papel. Mi cuerpo tiembla al reconocer el miedo en sus ojos, ya lo he visto en Ana una sola vez y me maldigo mil veces por mandar a Taylor a la tienda.

-Gail, ¿Estas bien?.-

Pregunto de todas formas para que note mi presencia ya que sigue perdida en sus pensamientos.

-No. No lo estoy. Creo que llegó la hora señor Grey.-

Dice en un susurro que apenas logro escuchar. Theddy tira de mi cabello con todas sus pequeñas fuerzas pero no duele, o no lo siento ya que la desesperación se va apoderando de mis sentidos.

-Llama a Taylor y dile que valla directo a el hospital. Yo te llevaré.-

Asiente y salgo disparado hacia mi habitación donde encuentro a Ana leyendole un cuento a Phoebe.

-Ana...-

-¡Oh no Grey!. No seguiré escuchando tus comentarios machistas. Déjame a Theddy y vete, porque...-

-Gail rompió bolsa.-

La corto antes de que siga con sus estupideces, hay cosas más importantes ahora que atender y sus caprichos no es una de ellas. Ella abre los ojos grandes y grita de la emoción, quiere bajar con ella pero no se lo permito.

-No Ana, quédate con los niños aquí que yo la llevaré.-

-Pero quiero estar con ella Christian, ella me necesita como yo lo hice también. Llamaré a tu madre y a Mia para que cuiden a los niños e iré para allá.-

-Esta bien.-

Contesto rendido y solo porque Gail es como una madre para Ana. Me pregunto vagamente, ¿Que será de la vida de la madre de Ana?. Carla Adams es un misterio que tengo que resolver, pero también deberá esperar.
Ellas se abrazan y Ana le da todo tipo de recomendación diciendo que ella ya paso por esto, y la tomo en mis brazos para llevarla a el auto dónde la deposito con cuidado en la parte trasera. Ana se quedará a esperar a mi madre y luego irá con nosotros.

-Estarás bien Gail, los tres lo estarán. Ya he dejado tu bolso en el auto. Estaré contigo en cuanto pueda.-

Le dice antes de que arranque el auto.

-¿Has podido comunicarte con Taylor?.-

-No señor, no contesta. Debe de estar manejando.-

Responde con algo de rencor y no la culpo, ella necesita a su hombre aquí pero en mi defensa... no sabia que iba a tener a sus hijos justo en este momento. Ella comienza a gruñir y a hiperventilar cuando las contracciones se hacen presentes. No quiero pensar en mi ama de llaves abierta de piernas y teniendo dos bebés, pero la imagen ya a venido a mi mente y me aferro al volante para borrarla. Quiero llegar a el hospital, de verdad ruego a Dios por llegar lo más pronto posible pero a medio camino escucho como revienta un neumático y mis esperanzas se van. Requiero de tomo mi autocontrol para no largarme a llorar del miedo, el camino está desierto a esta hora de la tarde ya que esta carretera no es muy transitada. Los gritos en la parte trasera se hacen más intensos y no tengo señal en el celular para llamar a la grúa, a Taylor, a Ana, a mi madre... a alguien que me socorre. Una idea cruza por mi mente cuando los minutos pasan y Gail no hace más que llorar y suplicarme que haga algo y es que si no aparece alguien ya mismo... la imagen en mi mente se hará realidad... tendré que ayudarla yo mismo.

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Lamento muchísimo el retraso mis amores... pero no las llenaré con mis problemas personales, solo les agradezco por su paciencia y por seguir conmigo!!

Voten y comenten...

Besitos 😙😙😙

Andy....

La Locura De Mi Vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora