Capítulo 10: Lo único que me faltaba...

4.2K 360 62
                                    



POV CHRISTIAN


Una semana ha pasado. Una semana viéndola cada día y sin poder tocarla, sin poder besarla y hacerla mía. ¡Que injusta es la vida!. ¿Por qué me da la felicidad hecha mujer y luego me la quita?. Esta bien... esto fue un pacto entre los dos para destruir a Elena, pero yo no soporto más esta distancia. La necesito en mi cama, sentir su cuerpo pegado al mio, su corazón latir desbocado mientras la hago mia. Mi madre ha llamado cada día esperando un reporte de como va mi intento de reconquista y cada día finaliza la llamada con un: "más vale que soluciones esto". ¿Que quiere de mi?. No puedo decirle la verdad y Ana me lo pone bastante difícil al llamarla y decirle que no quiere saber nada mas conmigo, mientras aquí en la oficina no hace más que provocarme.
Ya ni siquiera puedo caminar a su lado por culpa del duro constante que tengo, no puedo seguir así, esto tiene que solucionarse hoy mismo.

-Señorita Steele, a mi oficina. Ahora.-

Le digo por teléfono y cuelgo. Me gusta decirle señorita porque eso quiere decir que no es de nadie, solo la llamaría señora si mi apellido va después. ¿Enserio Grey estas pensado en eso?. Me recrimina mi subconsciente, sacudo la cabeza borrando ese pensamiento que nunca más tendré, no puedo darle más lugar en mi vida del que ya tiene... al menos no por ahora.
Ella entra con cara de pocos amigos y cierra la puerta detrás de sí, camina como una leona moviendo sus caderas hasta rodear mi escritorio y situarse a escasos centímetros de mi con sus manos en su cintura.

-¿Por qué demonios me llamas así y luego me cuelgas?. ¿Que te pasa ahora?.-

Su tono de disgusto sumado a su postura intimidante me congelan por un segundo, luego me recupero y sonrio.

-Aquí soy tu jefe y puedo llamarte como y cuando quiera.-

-¿A si?. Ok señor Grey. OK...-

¿Me está desafiando? ¿A mi?. Eso sonó como a amenaza y me arrepiento al instante, no estoy en condiciones de hacerme el macho, ella me tiene en sus manos y lo peor de todo es que lo sabe bien.

-Esta bien, me disculpo por eso. Pero te llamé para invitarte a cenar, ¿Que dices?.-

-¿Y así pretendes que acepte?. No lo creo...-

Se cruza de brazos haciendo que sus pechos resalten y mi boca se hace agua deseosa de probarlos nuevamente. Me pongo de pie y la rodeo con mis brazos, dejo un camino húmedo de besos desde su mejilla hasta su oído dónde le susurro.

-¿Quieres cenar esta noche conmigo?. Prometo que te haré pasar una noche increíble.-

Su cuerpo se estremece y yo sonrio complacido, no importa lo que haga, ella me desea tanto como yo. Lentamente su expresión cambia y me abraza colocando sus brazos en mis hombros.

-Sabes que no se puede Christian, no podemos salir juntos y aunque quisiera, no podemos.-

-Podemos ir a mi departamento, Taylor te llevará y puedes pasar la noche conmigo... solos tu y yo. ¿Que te parece?.-

La veo dudar, paso mi lengua por su suave cuello y chupo allí donde sé que su cuerpo se enciende, cerca de su oído dónde puede sentir el calor de mi respiracion acelerada. Esta por ceder, lo siento.

-No lo se, no quiero que todo se heche a perder.-

Aumento la presión y me acerco para que sienta mi erección que choca contra su parte íntima, agradezco que lleve tacones para que estemos a la misma altura.

-Organizaré todo, tú solo tienes que venir y el resto dejamelo a mi.-

-Esta bien...-

Contesta rendida, la beso vertiendo el deseo acumulado de más de una semana, la beso con necesidad y pasión... la beso con el amor que despierta en mi. No sólo quiero sexo con ella, aunque no me vendría nada mal descargar tensión, no, yo quiero la conexión y la unión de dos almas amándose. Necesito saber que estamos bien después de tanto tiempo, y esta es la única manera que conozco.

La Locura De Mi Vida  Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz