Capítulo 9: Una Aliada Inesperada...

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POV CHRISTIAN

Respiro profundo y largo el aire despacio, preparándome para contarle la verdad y a la vez, buscando el valor que me permita hacerlo.
Ella espera impaciente, mirandome con odio y golpeando su pie sobre el suelo para apurarme. No puedo dilatar esto por más tiempo, elevo una plegaria silenciosa para que los santos me ayuden con ella...

-Tú sabes lo que pasó con mi madre biológica, te lo conté hace un tiempo. Lo que no te conté fue lo que eso le produjo a mi autoestima, a mi vida...-

Empiezo y ella cambia su expresión radicalmente. Tal vez nunca pensó que esto tuviera que ver con Elena, que así empezaría a contarle. Aprovecho a que bajó la guardia y me acerco un poco más a ella, la distancia entre nosotros no me gusta y así se me hará más fácil.

-Mi infancia fue un infierno. Cada etapa de mi vida fue muy difícil, nunca soporté el contacto físico. Por eso cuando hicimos el amor te pedí que no me tocaras el pecho o la espalda. Porque el proxeneta de mi madre se encargó de dejarme marcado por el resto de mi jodida vida. Él fumaba y yo... yo era su cenicero.-

Me callo al recordar esos momentos de tortura injustificada, el dolor patente se expande por mi pecho cerrandome la garganta. Puedo sentir la quemazón en mi piel, puedo ver su sonrisa diabólica mientras lo hacía. El calor abrasador se expande por mi cuerpo hasta centrarse en mi mano derecha, abro los ojos que no sabia había cerrado y descubro que el calor es el de ella. Su mano unida a la mia me saca del abismo en el que estaba por caer.

-Sigue.-

Me pide en un susurro. Ya no hay enojo en sus ojos, pero no quiero descubrir cual es el sentimiento que lo ha remplazado.

-Mis padres y hermanos ya no sabían que hacer conmigo, tenia peleas en la escuela porque todos me consideraban "el raro" y eso llevaba a que terminara golpeandolos. Creo que era una manera de descargar tensión. La tensión de querer ser mejor y no poder porque simplemente no sabia como hacerlo. Mi madre me llevó con muchos psicológicos que no podían ayudarme porque eran unos estúpidos que solo querían cobrar y ya, no se ocupaban de mi y yo no me abría con ellos.
En fin... cuando cumpli los quince años todo empeoró, las hormonas de la adolescencia aparecieron y con ellas la rebeldía. Empecé a beber para olvidar, bebía de día y noche, eso era lo único que calmaba mis nervios hasta que ella llegó.-

Su mano se aleja de la mía y su expresión de furia vuelve, me apresuro a continuar antes de que se altere nuevamente.

-No se como le hiso para convencer a mi madre, pero ella me obligó a trabajar en casa de Elena después de clases. Estaban remodelando la piscina y mi trabajo consistía en remover los escombros. Era verano y hacia calor, nunca había tenido que levantar un plato de mi casa y ese esfuerzo me consumía. Tampoco hacia ejercicios, solo salia a correr de vez en cuando. Te ahorraré los detalles escabrosos que no necesitas saber, Elena me mostró una forma de soportar el contacto físico, una muy distinta y poco convencional. Ella me entrenó para que me convierta en lo que hoy soy.-

-¿Que me estás queriendo decir?. ¿Te acostaste con esa vieja?.-

Pregunta, el horror domina su rostro perfecto y yo me maldigo una vez más. Espero que no salga corriendo después de esto.

-Si, ella fue mi dominatrix. Yo era su sumiso y nuestra relación consistía en que yo debía acatar cada una de sus ordenes sin reproches de mi parte. Yo le cedí el control de mi vida, ella pensaba por mi y mi recompensa era el sexo duro. ¿Has oído hablar del BSDM?.-

Asiente aún más espantada que antes, temo que cualquier cosa que diga será la gota que derrame el vaso de su tolerancia.

-Ella encaminó mi vida, le dió sentido y me ayudó a centrarme en lo importante. Los estudios y mi comportamiento mejoraron, como también me aislé de mi familia, no quería que descubrieran mi secreto. Porque por más que a mi me haya servido... sé que me repugnarian si supieran la verdad.-

La Locura De Mi Vida  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora