La Locura De Mi Vida

Capítulo 45:

Pov Anastasia

Al salir del gimnasio cierro la puerta y me recargo en ella tratando de controlar los latidos desbocados de mi corazón. Mi pobre y dulce marido cree en mi y en que haré lo que él planeó con tanto detalle. Pero si quiero que esto termine y que él, mis bebés y toda mi familia esté a salvo, debo terminarlo de una sola manera. Carlos Rodriguez no sabe lo que le espera.

Me armo de valor y subo las escaleras hacia la habitación de juegos de los niños para despedirme de ellos, que juegan ajenos a todo el mal que existe a su alrededor. Ellos saben bien que existe el bien y el mal, pero aún no entienden que hay personas buenas y personas malas en este mundo y que esas personas malas están más cerca de ellos de lo que creen, pero que jamás los tocarán. Deberán pasar por sobre muchos cadáveres para llegar a ellos, el primero, el mio.
Juego unos minutos con ellos y sus legos y luego me dirijo a mi habitación por una ducha y un cambio de ropa. Cuando termino de cambiarme, me preparo para mi siguiente y más difícil paso... debo conseguir un arma de los chicos de seguridad sin que nadie se dé cuenta. Es casi imposible, lo sé, pero tengo que intentarlo. Por nada del mundo pienso ir a esa cita sin algo con lo que pueda defenderme. Porque realmente no entiendo como Christian confía en su palabra y sus "Buenas intenciones", ese hombre no se conformará con el dinero, él tiene que asegurarse que nadie nunca lo vuelva a molestar y una heredera directa es justo lo que hace si la justicia existiera. Porque hay jueces de por medio que están arreglando sus papeles para quedarse con la fortuna de los Steele.

De camino al sitio programado, puedo sentir la tensión emanar del cuerpo de Christian que está sentado a mi lado y de Taylor, que conduce como alma que lleva el diablo.

-Tranquilos, nada malo pasará. Confíen en mi.-

-Eso espero, o Carlos Rodriguez sabrá quien es realmente Christian Grey.-

Mi intento por calmar a las bestias no fue más que eso, un intento. El resto del camino lo hacemos en un silencio tenso e incómodo. Mientras tanto, yo trato de pensar en todas las posibilidades que el destino podría tener para mi, o mejor dicho, Carlos Rodriguez. Y si bien, no he podido conseguir mi seguro de vida, osea el arma, tengo un mejor plan para hundirlo por completo y para siempre.

-Te esperaremos aquí. Sigue el plan al pie de la letra, solo firma y sal de ahí lo más rápido que puedas y todo esto terminará para siempre.-

Me dice Christian no muy convencido. Taylor me da también sus instrucciones y a regañadientes baja del auto para abrirme la puerta. Beso a Christian una última vez y bajo.

-Te cubriremos desde aquí lo mejor que podamos Ana, tú solo firma y sal del lugar para que pueda llevarte a casa con tus hijos.-

Asiento hacia él aunque haya plantado un nudo en mi garganta al nombrar a mis bebés. Eso fue un golpe bajo y se lo hago saber con mi mirada antes de dirigirme a la entrada del edificio lujoso que está frente a mi. Al entrar, dos hombres salidos de la nada se sitúan cada uno a mi lado y en silencio me guían hacia una mesa en donde un hombre de traje oscuro espera con una sonrisa malvada en su rostro. Uno de los tipos me corre la silla para que me siente y así lo hago sin despegar mi mirada de Rodriguez.

-Es un enorme placer ver en persona a la esposa de Christian Grey.-

Comienza la conversación, puedo sentir el desagrado en su tono de voz, que no está muy lejos de la mirada desdeñosa que me lanza cuando le sonrio.

-Soy mucho más que la esposa de Christian Grey, señor Rodriguez. Soy Anastasia Steele, la hija de Carla Adams y del hombre que usted mandó a matar porque era muy cobarde para hacerlo por sí mismo.-

-Oh, no lo crea señora Grey. Puedo matar si así lo necesito y de echo, creo que lo hice unas cuantas veces para llegar hasta aquí.-

-Entonces, ¿Es así cómo llegó hasta aquí señor Rodriguez?.-