El Sumiso ~ 2

3.5K 185 22
                                    

Narra Lali:

Lunes. 8:29 de la mañana. A las 8:30, Juan Pedro Lanzani tendrá que estar entrando por la puerta de las oficinas. Lo estoy esperando, pues quiero conocerle. Ciertos superiores me han informado de su eficiencia, constancia y alegría en el trabajo.

Y sí, lo pactado y esperado. Juan Pedro Lanzani entra en el edificio a exactamente las 8:30. Yo clavo mis ojos en él nada más verlo, es realmente atractivo, elegante... Es el hombre perfecto.

— Buenos días — él me mira. Creo que sabe que yo soy su nueva jefa.

— Buenos días, ¿Señor Lanzani?

— Sí, ¿Señora Espósito?

Toso:

— Señorita, si no le importa. Tengo 25 años y aún no estoy casada.

— Yo tampoco, así que también soy Señorito — él me sonríe pícaro. Pero yo no sonrío desde hace algunos años. Siempre fui una chica seria, concentrada, algo tímida, a la que la costaba relacionarse con otros niños.

— Señorito Lanzani entonces — le saludo con dos besos —. Tiene usted que recoger el uniforme que Teo — señalo al rubio apuesto que está junto a la puerta del ascensor —, va a proporcionarle. Después a las 9, tendrá usted que entrar en su despacho, el número 12. Nunca ni un solo minuto más tarde de las 9, ni un solo día. Puede eso sí, estar antes de la hora dicha y a partir de ahí adelantar trabajo.

— De acuerdo. Gracias.

— De nada. Si necesita usted que le resuelva alguna duda, pregúntele a Nicolás, mi agente y ayudante oficial. Su despacho es el número 65 de la sexta planta. El edificio tiene 30 plantas, así que espero que no tenga problemas y no se pierda, esto es muy grande Señorito Lanzani.

— Intentaré no perderme — parecía sorprendido ante el enorme edificio en el que iba a trabajar a partir de hoy.

— Procure. Tiene el trabajo en la mesa — giro sobre mis talones y voy hasta el ascensor. Subo y vuelvo a mi despacho, donde me siento a mirar papeles.

25 años, y he amasado un imperio que cubre casi una décima parte del empleo de Argentina. Tengo varias empresas compradas en varias ciudades importantes: Nueva York, Madrid, Pekín, Roma, Londres, París, Vancouver... La mayoría son de editoriales y otras empresas de seguros de vida. Pero en realidad, dentro de mi patrimonio hay empresas de todo tipo, Espósito SA. ha trabajado tanto que ahora es conocida en casi todo el mundo.

Muchas personas me han ayudado a que ahora esto sea tan grande: mis padres, Carlos y Majo, algunas amistades, mi hermana, y también mi hermano.

Nico... Le conozco desde que dejé la Universidad de Boston en el segundo año. Somos grandes amigos y confidentes, aunque nunca he sentido nada por él. En realidad nunca he sentido nada por ninguno de mis empleados. Soy una persona seria, responsable de mi empleo y de todo el cargo que hay debajo de mí. No es normal que la jefa se acueste con un empleado.

Aunque, tampoco he tenido relaciones "normales" a la vista de otras personas. Yo tengo un secreto, los hombres se acuestan conmigo a cambio de mantenerles, y también de otra cosa, a cambio de dolor. Mucho dolor.

EL SUMISOWhere stories live. Discover now