El Sumiso ~ 19

2.2K 159 25
                                    

Narra Lali:

Mientras trabajo en el despacho, tocan a mi puerta.

— Pase.

La puerta se abre y entra Peter perfectamente uniformado:

— Ya he vuelto — me dice con una sonrisa un poco falsa. Si, mis miedos se han hecho reales, o al menos eso creo. O tal vez ha podido ser porque le hayan dado un golpe en el auto... Pero, tengo miedo de que Santino haya metido la pata.

— ¿Todo bien?

— Sí, todo bien.

Pues justo, como yo había pensado. Santino ha metido la pata, estoy segura al 99%.

— ¿Santino bien? ¿Se quedó contento en el colegio?

— Sí bastante. Ahora tengo que irme a trabajar.

— ¿No le habrá incomodado alguna cosa que haya dicho mi hijo, verdad Peter?

— Para nada, es un nene muy inteligente. No se preocupe.

— Pero, a veces mete la pata porque dice cosas que no debería decir.

— Es un niño, y a los niños se les perdona — Peter sonríe bien y sincero esta vez —. Santino cambiará cuando crezca, así que no te preocupes, cuando somos pequeños, no tenemos filtros, Lali, pero, se hará mayor, y empezará a tenerlos, a ser menos transparente. Pero la transparencia en los pequeños, es algo hermoso y de lo que no tenés que preocuparte.

Sonreí:

— Gracias Peter por hacerme entender. Pero, te pido perdón si algo que te dijo te molesto.

— No fue culpa de él, para empezar. Mi novia, nos vio mientras iba en el auto y bueno... Pensó cualquiera. Pero ya no lo va a pensar, porque hoy, en cuanto salga de trabajar, voy a cortar con ella, estoy harto de que me haga escenas de celos...

— Sos libre de hacer lo que quieras, Peter. Así que adelante.

— Bueno, hora tengo que ir a trabajar, no quiero vaguear más y que pienses mal de mí.

— No pienso mal en absoluto Peter. Y tené en cuenta que tenés mi casa abierta para dormir, para comer, para bañarte, para cenar... Para estar con Santi...

— Gracias, Lali — sonríe —. Hasta dentro de un rato — y abandona mi despacho.

Vuelvo a trabajar en mi Mac durante una hora. Tecleo sobre bastantes temas y miro las nuevas colecciones de mis almacenes. Toda la ropa nueva es tan linda... Tan perfecta. Tan a mi gusto... Que bueno es que los proveedores de telas y los productores me regalan una copia de cada prenda de mi talla. Y por supuesto, es ropa completamente exclusiva, que tan solo se puede conseguir en mis tiendas.

Estoy pensando, que dentro de poco sacaré una colección para niños. Seguramente le pondré el nombre de mi hijo. Podría llamarse: Santi, o San... O Santino... Pero seguramente será algo relacionado con su nombre.

Tras terminar de trabajar, vuelvo a pensar en el padre de Santino. Ese hombre que marcó mi vida por completo, ya lo saben. Pero no dejo de pensar en ello. Fue tan duro... No es que no quiera a Santino, sino que, cada vez que trata de acercarse, creo que simplemente por educación, otro tema de su familia real se lo prohibe y ya no puede acercarse. Sí, le ha visto alguna vez, pero le tengo prohibido que le diga a Santino que es su papá. Él no obstante, también me prohibió, al poco rato de decirle que estaba embarazada, que Santino le dijera papá. Pues yo también tenía mi derecho a prohibirle a ese hombre, que le dijera a mi hijo, que él era su papá.

Desgraciadamente, Santi pronto comenzará a pensar en dónde está su papá. Y cuando se haga mayor, necesitará a un padre que le dé consejos, que le enseñe... Y eso será muy difícil, porque dudo que Mariano (sí, su papá se llama Mariano), tenga tiempo para él. Tiene 3 hijos más, los 3 más pequeños que Santino. Olivia, la mayor, tenía 2 meses menos que Santino, Milo tenía 3 años, y la pequeña acababa de nacer. Él ya no estaba con Juliana, la madre de sus dos hijos mayores, sino con otra persona. Aún así, todavía tenía miedo de ir diciendo por allí que tenía un hijo mayor, un hijo de una de las mujeres más ricas de Argentina, una persona talentosa y trabajadora. Aunque con un pasado oscuro, pero, debo decir, que él también lo tenía.

Peter... Un hombre bueno, sumiso, muy sumiso... Podría ser el padre perfecto para Santino. Sí, yo había barajado varias posibilidades desde que me quedé embarazada. Buscarme a una persona de confianza, pero a la que no amara para criar a Santino, o directamente, criarlo sola. Dinero no me faltaba, y amor le podía dar, porque amaba a Santino con todo mi corazón y con toda mi alma. Tenía a mucha gente que me ayudaba a criarlo... Pero, le faltaba la figura paterna. Nico a veces la ocupaba, pero desde que Peter había entrado en nuestras vidas, Santino brillaba mucho más. No paraba de hablar de él ni un solo minuto, y me preocupara, que algo pasara y que a mi hijo se le rompiera la ilusión.

Tengo miedo, miedo de que le rompan la ilusión. De que Peter pase de ser uno de mis empleados a ser algo más, que Santino pueda tener un padre de verdad, pero que luego, por mis vicios desaparezca. A mí me rompieron la ilusión, me separaron de mis hermanos, de mi mamá... Y lo que menos quiero para Santino, es que pase lo mismo.

El beso de ayer, fue muy bonito. Daría un paso adelante, pero antes necesito tener una prueba, Peter tiene que realizar esa prueba, una prueba de resistencia, en la que de verdad me demuestre que lo haría todo por mí. 

EL SUMISOWhere stories live. Discover now