El Sumiso ~ 14

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Narra Peter:

Un par de minutos después, seguimos besándonos. Ella se separa del todo ya, tiene la respiración bastante agitada y necesita tomar el aire.

Me mira poniendo una cara tierna de arrepentimiento. "No Lali, no te arrepientas" piensa mi subconsciente. Besa mucho mejor que Euge, me ha besado como nunca nadie me beso en la vida. Ha sido... Uau...

— Perdón... Fue un impulso — dice ella un poco cabizbaja.

— No pasa nada, en verdad me ha gustado mucho el beso.

— Pero vos tenés novia, Peter.

— Sí tengo novia... Pero no te conté. Me peleé con ella ayer, justo después de contarla que vos nos habías invitado a cenar — trago saliva. Me di ánimos: "Adelante Peter, contale, con confianza. No va a pasar nada." —. Me hizo una escena de celos y desde entonces nos hemos separado.

Ella vuelve a mirarme a los ojos:

— ¿Y dónde estás viviendo?

— Pues... En casa de un amigo.

— Tengo una cama libre, podés quedarte acá.

Ay... Es un amor. Por muy pasado turbio que tenga, es una buena persona, tierna, adorable, buena... Es una buena madre y también una buena jefa, aunque sea exigente.

— ¿De verdad?

Ella asiente con la cabeza:

— Bueno, me quedo — sonreí —. Y gracias Lali, de verdad.

— Yo tengo que agradecerte muchísimo lo de haber cuidado a mi hijo mientras que yo estaba mal. Así que... No tenés que darme las gracias. Subamos, así te muestro tu cuarto.

Juntos subimos por las escaleras de su casa hasta llegar a la planta de arriba, que es tanto o casi más elegante que la planta de abajo. Todas las puertas son correderas de cristal, pero tintado para evitar ver lo que está sucediendo adentro.

Avanzamos por el ancho pasillo hasta llegar al final, y giramos a la derecha. Paramos en la segunda puerta a la izquierda y ella abre la puerta con un panel de botones que hay en la pared. Todo es moderno en esta casa...

— Acá es — me muestra un cuarto sencillo pero lujoso, con un decorado gris y blanco muy moderno. La cama es enorme y tiene un pequeño vestidor. Dentro de la habitación puedo vislumbrar una pequeña luz justo al lado del vestidor. Es el baño. Me encanta, de verdad.

— Es preciosa... Gracias Lali.

— De nada. Acomodate. Y si hacés ruido, ni te preocupes. Desde nuestros cuartos, el mío y el de Santu, no se escucha nada de lo que sucede acá. Tenés gel y champú en el baño por si querés darte una ducha, todo esta a tu disposición Peter, podés usarlo sin apuro.

— Muchas gracias de verdad.

Ella sonríe y sale del cuarto dejándome solo adentro:

— Buenas noches, descansa.

— Buenas noches.

Cuando ella cierra la puerta con ese mecanismo extraño y de última generación, puedo ver que hay otro igual justo colocado en la pared:

— Menos mal que no me ha dejado encerrado acá — digo en voz baja —. Podría haber sido peor, con Lali Espósito nunca sabés que te vas a encontrar.

Agarro mi celular, que justo estaba en mi bolsillo y llamo a Pablo. Debo avisarle que esta noche no dormiré en casa.

— ¿Si? — atiende con voz de dormido.

— Pablito, soy Peter.

— ¿Ya vas a llegar?

— En verdad no, me quedo a dormir en casa de Lali. Mañana te cuento, es un poco largo...

— ¿Pero ha ocurrido algo malo?

— No para nada, vos seguí durmiendo. Hasta mañana, amigo.

— Hasta mañana — corta la llamada.

Yo me empiezo a desvestir y pongo mi celular a cargar. Alarma a las 7:15 para que me dé tiempo a todo. Esta noche, dormiré en bóxer. Es algo a lo que de verdad, estoy bastante acostumbrado y no me molesta para nada. En realidad, dormir así es muy cómodo.

Coloco toda mi ropa en la silla. Mierda... Me acuerdo del uniforme de mañana, tendré que ir a por él en el auto cuando termine de desayunar. Soy demasiado torpe. Bueno... No creo que pase nada. Me acuesto en la cama y cierro los ojos. Y en verdad, estoy tan cansado que me duermo a los pocos segundos.

No sé cuánto tiempo llevo dormido, una o dos horas, en verdad no lo sé, cuando de repente un ruido se escucha. Abro los ojos de golpe. No sé si ha sido dentro o fuera del cuarto. Enciendo la luz de la mesita de noche y miro a mi alrededor. Todo está en su sitio. Espera, no todo.

Me levanto y veo que la ventana, la cuál estaba cerrada cuando yo había entrado en el cuarto, y también cuando me había metido en la cama, está abierta. Mmm... ¿Es qué en esta casa las ventanas se abren solas? ¿O es qué también se abren con ese modernísimo panel de control al igual que las puertas.

Voy al baño para lavarme la cara. Al menos, parece que todo esta en orden en ese lugar. Es un baño muy bonito también, ¡cuánto me gustaría vivir en esta enorme casa!

Pero, al rato, se vuelve a escuchar el ruido. Salgo y de nuevo la ventana está cerrada. Pero la habitación está vacía y todo sigue como antes de ir al baño.

— ¿Quién anda ahí? — pregunto con voz firme y fuerte.

Nadie responde.

Ya, un poco enojado, decido abrir la puerta con el panel de control. Y al abrirse, una sombra aparece en el pasillo. Esto comienza a darme muchísimo miedo.

-...-

(Chicas, las recomiendo mi nueva historia, la cuál ya tiene un capítulo subido. Se llama, "Laliter, la historia que nunca se ha contado". Espero que les guste tanto como esta. Muchas gracias por leerme cada día, besos y abrazos: lalimyqueen.)

EL SUMISOWhere stories live. Discover now