❝✾thirsty 19#✾❞

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—Saldré con Yuso. No me des obedezca y quedate aquí,  después de todo estas castigada por la estupidez que hiciste. —objeto Hiwo mientras cerraba la puerta de la casa con llave. Hara le miro en silencio por la ventana, viendo como se subía a su auto y se perdía por la carretera. 

Vale, ella se lo había buscado. No tuvo porque haber salido de su carpa sin autorización y mucho menos huir de la tutora junto con el pelinegro. No sabía que hacer ni sentir, todo había ocurrido tan rápido que su cerebro no tuvo tiempo de procesar la información. Luego de que huyera con Jungkook la tutora los busco a ambos al darse cuenta se que ya no estaban, así aún sin tener rastros de ellos llamó al padre de Hara y este no dudo en ir a la excursión. Jimin iba de paso y le ofreció llevarle por Hara.

Extrañamente Hiwo estaba preocupado, creía que su hija se había perdido entre las penumbras del bosque. Después de todo ella era su hija, su sangre y el estaba acargo de su bienestar.  Al enterarse de que Hara se había perdido con un chico del mismo curso se enfureció, no oía razones solo quería encontrarla y regañar la.  

Ahora ella estaba castigada, sin posibilidad de asomarse ni siquiera a la puerta. Se sentía mal.

Subió con hastío a su cuarto, busco entre su mesa de noche algún libro interesante con el cual perder el tiempo, pero unos toques sobre el cristal de la ventana las des concertaron.  Ante el sol imponemte de aquel día pudo distinguir la silueta de Hoseok con aquella sonrisa suya. Este le hizo señas de que abriera y así lo hizo. 

—Hoseok.—murmuró la chica dando paso a que entrará. El nombrado salto por la ventana hasta aterrizar sobre la alfombra de Hara. Le miro por unos segundos en silencio. 

—Me he enterado de que estas castigada, Hara ¿Qué sucedió?—la menor suspiro pesadamente sintiendo como la mirada ansiosa de Hoseok caía sobre ella.

—Mi colegio realizó una excursión al bosque...—se sento sobre la punta de su cama observando como el chico la copiaba. —El mismo día en que llegamos,  en la noche salí sin permiso de la carpa y me adentre al bosque. Jungkook estaba allí y...—se detuvo al ver la expresión en el rostro de Hoseok y rápidamente nerviosa levanto sus manos y nego.—No es lo que crees, yo estaba sola quería pensar en lo me habías dicho y él llego. La tutora nos estaba buscando así que saltamos al río,  nos escondidos en el bosque y luego...

Miro el suelo apenada, ella no quiso que sucediera eso. Sólo paso. 

—Jungkook me beso, luego mi padre llego al otro día y me consiguió iba a pegarme pero si no fuera por el Sr. Park quien lo impidió...

—Vale, vale. Eh entendido.—soltó Hoseok poniéndose de pie. —Y dime, Hara. ¿Te gustó?

La chica le miro confundida. 

—¿Qué cosa?

—¿Te gustó el beso de Jungkook?—atacó metiendo sus manos en sus bolsillos delanteros. Hara quedo muda unos segundos pensando en la situación. Sus mejillas se encendieron y Hoseok río. —Tienes pinta de que si. —la chica bajo la cabeza aterrada. No podía haberle gustado, a ella le gustaba el Sr. Park no Jungkook. Hoseok al ver la cara de frustración de la chica nego.—Oh vamos, Hara. No tiene nada de malo que te haya gustado el beso.—la menor le miro.—Osea, entiendo que te guste el Sr. Park, pero eso no quita el hecho de que también te pueda gustar Jungkook.

—Me siento mal.—susurró.

—Se nota que nunca te habías enamorado niña. Pero tranquila aquí esta Jung Hoseok para ayudarte bebé.

Hara sonrió tranquila, pero no podía quitar el hecho de que no supo que sintió con aquel beso. ¿Acaso le gustaba Jungkook? 

La chica camino por los pasillos del colegio,  sintiendo como las miradas acusadoras llegaban como si del primer día se tratase.  Ya no quería seguir con esto. Ella no era una cualquiera y todo lo que decían solo eran una sarta de blasfemias.  Era el primer día de la semana y no había visto a el pelinegro, acaba de llegar al colegio pero aún así penso que se lo encontraría en cualquier momento. Y así fue.

Jungkook llego a ella con pasos fuertes y rápidos, la menor no tuvo tiempo de reaccionar ante el agarre brusco de su brazo ni mucho menos de los pasos apresurados a la biblioteca.

—Tenemos que hablar. —soltó Jungkook mientras cerraba la puerta del lugar y miraba a Hara desafiante. La chica se alarmó y una ola de recuerdos de aquel beso entre ellos provocó que sus piernas temblaban y que su cuerpo se debilitará. Blabuceo palabras intendibles,  pero al ver que el pelinegro se acercaba a ella, cayó. 

—Jungkook...—comenzó. 

—Me gustas.

Hara sintió como el aire se escapaba de sus pulmones y de como la habitación se volvía pesada ¿Qué acababa de decir? Retrocedió asustada, las cosas estaban confusas como para que ahora el pelinegro se le soltará. Choco contra la puerta cerrada y con los nervios a flor de piel debido a la intensa mirada de Jungkook intento con su mano izquierda conseguir el picaporte. 

Jungkook se sentía nervioso, vulnerable luego de haber dicho aquellas palabras. Pero ya no podía más, luego de pasar todo el fin de semana solo en su habitación no hizo otra cosa sino en pensar en Hara, en sus labios, en el beso y en como sus dedos acariciaban su suave piel. Ya no podía seguir negando esa sensación extraña que sentía cada vez que estaba junto a ella. Al ver que no decía nada se acerco.

Intento verse intimidan te como si lo que dijo segundos atrás no lo incapacitada.

—Me gustas, Hara.—su voz era áspera y profunda.— Yo...

Pero antes de seguir hablando la chica abrió la puerta de golpe e intento escapar, pero los fuertes brazos de Jungkook la detuvieron. El chico la acorralo cabreado contra la puerta,  su respiración agitada caía sobre ella, Hara trago saliva sintiéndose pequeña. 

—Oye, ¿Por qué mierda huyes cuando te me estoy declarando aquí como un crió de trece, eh?—ladro acercándose despiadadamente a la chica. Miro sus labios y unas ganas de besarle lo consumieron, pero aún así se controlo. —Si que eres una niña muy necia. 

—Jungkook, yo...—no sabía que decir, estaba enredada en sus emociones que cualquier respuesta o elección podía ser correcta o incluso erronea.—No p-puedo...

Murmuro para luego volver a huir de la pesada biblioteca.  Pero esta vez Jungkook no la freno.

El insistente sonido del teléfono inundó la casa haciendo que Hara dejará su emparedado sobre el mesón y corriera hacía el aparato. ¿Acaso era Hiwo? Tardó unos segundos en contestar y cuando lo hizo su piel palidecio por completo.

—¿Alo? ¿Hara?—su garganta se seco de golpe.—Hola, soy yo, Hara se que estás allí ¿Acaso no piensas contestarle a tu madre?—mientras aquella voz femenina hablaba la chica se hallaba en un trance.

—¿Mamá...eres tu? —su voz se quebró. 

—¿Cuantas madres crees que tienes, hara?—río burlona, pero la chica no reaccionó. —¿Cómo estás?  ¿Te trata bien tu padre?

—Yo...

—Te hecho de menos Hara, por favor regresa. —soltó rápidamente. Hara quedo pensante por unos segundos dispuesta a decir que si y volver a su lado, pero lo que su madre le dijo a continuación corto las alas de sus esperanzas.—He dejado a Patrick y no puedo estar en esta casa sola. ¿Vendrás conmigo?

—No.

 Hara sabía como eran esos "he dejado..." y de seguro aquel hombre joven la había votado. Era una de las típicas palabras de su madre. 

—Oh vamos, Hara.—sollozo su madre al otro lado de la línea teléfonica.—Tú no tienes porque estar allá, fue un error el enviarte con tu padre.

—Lo siento mamá,  pero no me ire.

—Bien.—hubo un corto silencio por parte de la mujer, hasta que hablo.—Espero que no vengas a mi llorando cuando ya no quieras estar allí, porque no estaré. —colgó.

「Thirsty」 ;+p. jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora