❝✾thirsty 38#✾❞

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Jungkook ya no la quería.

Hara perdió la cuenta de las veces en las que pasó a su lado y el pelinegro jamás la notó, aunque ahora ya tenía en claro que era lo que quería y por qué lo quería, no podía negar sus sentimientos entrelazados a él. No lo amaba, no pueden haber dos amores así incrustados en un solo corazón, pero si lo añoraba. Tomó asiento junto a él pasando inadvertida pero aún así no objetó ni huyó con la presencia de la menor a su lado. Quizás sus sentimientos no coincidían con los de Hara, pero aún así eran sentimientos. La tensión era tangible, podía sentir como las pupilas negruzcas de Jeon caían sobre ella por primera vez luego de una semana en su rostro, mientras la menor fingía ignorar el hecho.

El bolígrafo golpeteaba su cuaderno abierto y sus ojos iban de lleno a la pizarra, pero su cabeza estaba en otra parte, ahí en plena clase, teniendo a Jeon a su lado, pensó en él.

Y sin poder evitarlo sonrió apenada.

Ese hombre fuerte y varonil la mantenía hechizada y ella siendo consciente de la trampa no planeaba huir, podría amarrarla con enormes grilletes en su pequeña casa y ella estaría más que encantada.

La menor amaba a Park de una manera abismal, se sentía feliz con tan solo unos minutos a su lado, y luego de aquel beso en su casa sin la presencia de Hiwo todo estaba tornando de maravilla. Hara suspiró sin ya darse cuenta de que la mirada curiosa de el pelinegro la espiaba con prudencia, la quería; si. Jamás pensó enamorarse así de alguien pero la idea de verla en brazos de aquel hombre la volvía repugnante. Una pregunta fugaz surcó su cabeza en el momento exacto en donde la vio suspirar, de nuevo.

Y ¿si es solo amor de hermanos..?

Negó repentinamente al tiempo en que viraba los ojos, no podía dejar que aquellas ideas mundanas penetraran sus pensamientos de una manera tan absurda, Jungkook ya tenía hermanos y sabía diferenciar en que balanza se posicionaba su amor por Hara. O al menos eso creía él.

El timbre provocó estruendos en el aula, Jeon observó como la menor recogía sus cosas dispuesta a marcharse, y sin comprender el porqué la frenó:—Hara.— la nombrada volteó extrañada ante el llamado. Junkook se mantuvo en silencio sintiendo como un nudo estrangulaba su cuello, su mirada de resentimiento cayó sobre ella de una manera tan improvista. Se levantó tomando su morral, rodó la silla que se interponía ante ellos y la besó. Tan solo unos segundos bastaron para que la menor se separara de golpe estupefacta. Trato de mantener la calma al tiempo en que Jungkook la miraba sin habla, la ofuscación parecía apoderarse de él por tan solo unos segundos.

—No hagas eso, Jeon.—la idea de escuchar aquellas palabras proviniendo de ella lo dejaron pasmado y desorientado, de repente su nudo se desató para mal.

Sonrío con sorna, dio un paso más hacía la menor mientras sus ojos negros titilaban bufándose de golpe:—¿Qué sucede?—murmuró adrede como si las paredes pudiesen oírlo—¿No se supone qué a las zorras baratas les mola meterle la lengua a otros tíos?—mofó a la par en que sus ojos chocaron con los de ella.

Aquellas palabras quedaron en el aire al tiempo en que Hara corría despavorida del salón vacío.

Tras llegar hasta su casa, Hara vislumbró desde la entrada que sus padres no se hallaban en ella, después de todo, se había escapado de las garras de Jeon por consiguiente también de el horario del clases. Lanzó su bolso hacía el sofá provocando que este brincara al momento del impacto y cayera al suelo siendo cubierto por la sombra de este. No comprendía que había sucedido, se sentía melancólica, jamás pensó escuchar aquellas palabras provenientes de él.

「Thirsty」 ;+p. jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora