「Thirsty」 ;+p. jm

❝✾Thirsty 33#✾❞

La carretera se encontraba desierta mientras las llantas del auto aplastaban el asfalto caliente. Luego de la llegada de el Sr. Park a la casa de los Jung, Hara no tuvo mas remedio que callar y otorgar. Hoseok había dejado que se fuera con el, de hecho, le dijo que lo hiciera para así evitar los futuros problemas que se desencadenarían después. Podía recordar como la sonrisa de Jimin incremento aun mas cuando supo que había ganado la batalla, de nuevo.

El sol se encontraba imponente sobre el suave paisaje mientras la brisa llevaba volando a pequeños animalitos haciendo que estos se estamparan sobre el parabrisas. Estaba en problemas, no tenia ni la mas minina idea de que diablos hacer, que era lo que pasaba, como la había encontrado y a donde la llevaba, si efectivamente su verdadero padre se encontraba en aquellas hermosas islas que nunca pudo visitar—pero si ver en fotos—disfrutando de su luna de miel. Tampoco creía que Jimin fuera capaz de correr el riesgo de llevarla a su casa.

Al lado del copiloto, entre la tapicería de el hermoso auto deportivo, decidió dejar de ver por primera vez en todo el viaje la ventana para admirarlo a el. Jimin mantenía la mirada fija, clavada sobre la carretera, pero sin duda sus pensamientos no estaban igual. Al parecer, debido a sus ceños fruncidos y muecas leves, también se encontraba absordo pensando pero aun así manejando en automático.

Al darle la luz fuerte del día soleado que entraba suavemente por el parabrisas, pudo degustar como aquel hombre mayor había cambiado dramáticamente.

Ya no tenia ese aspecto de padre dulce que vio la primera vez cuando llego a su casa, a lo mejor la ausencia de Wiso y Gasu habían afectado en gran medida su personalidad. Aun seguía siendo imperioso, dominante pero ahora se veía apagado, sin luz. Podía apreciar como su frente comenzaba a llenarse de pequeñas lineas suaves cada vez que se movía, como sus ojos negros se veían mas suaves y su cabello aun mas llamativo. No se podían llegar a ver arrugas ni mucho menos re-sequedad en la pie, parecía una estatua hermosa con la mirada oscura clavada en un punto fijo. ¿Que había pasado con el antiguo Sr. Park? Con ese hombre educado, caballeroso y amable... ¿A donde se habrá ido? Tal vez el amor a lo prohibido y el pecado mortal oscurecían aun mas el alma, al igual que la soledad.

Decidió—al ver que el no planeaba hablar—seguir observando por la ventana el bello paisaje que en imágenes borrosas se manifestaba ante ella.  Los nervios la atacaron al ver que aquellos senderos que recorrían, eran completamente desconocidos e inciertos.

La noche cayo sobre ellos, como la torrente lluvia que bajaba desde las estrellas. Aun seguían sobre la carretera sin aun mediar palabras ni mucho menos explicaciones. Hasta que sin predecirlo, el auto se detuvo en lo que parecía ser la nada. La lluvia seguía cayendo en picada como si el cielo estuviera pasando por un mal momento. Ya con el motor apagado y las llaves fuera del vehículo, Hara miro nuevamente la ventana sintiendo como de nuevo se volvía nerviosa. Comenzó a contar las gotas que bajaban deliberadamente por el vidrio cuando escucho como el hombre mayor suspiro. No se encontraban en la nada en realidad, la lluvia había hecho de las suyas y no se podía distinguir bien la localización, pero podía jurar que la nada no se vería así. ¿Acaso la iba a descuartizar para luego lanzadla y marcharse? 

Al haber encendido y apagado las luces delanteras pudo observar mejor que lo que parecía la nada, era una cabaña. Bueno, ¿Y ahora?

—Hara.

La nombrada tembló, no sabia si era por el repentino frió que le proporcionaba en aire y la lluvia o era su voz dulce y apagada que la llenaba, quería pensar que era la primera, pero en realidad, a ¿Quien quiere engañar? Lo miro, tratando de controlar su agitado corazón.

—Hara.—repitió.—Ya no puedo seguir con esto, no se como hacer...—murmuro cubriendo su rostro con sus manos.—No tienes idea de lo horrible, inhumano que es vivir solo, sin la risa de alguien, sin un "Buenos días""Buenas noches", desde que estoy solo en aquella casa lo único que hago es atormentarme contigo.—destapo su rostro rojo, pero no de vergüenza si no de dolor y la miro.—¿Que me has hecho? No puedo estar sin ti, Hara... simplemente no puedo. Me he acostumbrado a ti, a tu risa, a tu forma de hablar, a todo. Dime, ¿Que demonios hago para no tenerte? Me he alejado y no ha funcionado... no me queda mas.