❝✾Thirsty 34#✾❞

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Por fin entraste a la cueva del lobo...

La tela suave se deslizaba con esmero entre las piernas de la menor, las gotas de su frente ya se habían evaporado y sus ojos se convirtieron inexpresivos. Sus mejillas sonrojadas daban a ver que tenía pánico.

Mientras que la suave mano de Jimin contorneaba sus muslos por sobre la tela de su jersey  mojado, sus ojos brillaban aún entre la oscuridad de la habitación. Posiblemente esto era todo lo que él quería, a Hara así; indefensa, vulnerable debajo de su imponente cuerpo. Tanto tiempo esperando, tantas miradas furtivas, tantas sonrisas amorosas, tantos sonrojos, tanto amor por parte de él, lo habían válido todo. 

Dicen que cada persona va a un infierno diferente, uno suyo en donde sus demonios lo poseen con las experiencias pecaminosas de su antigua vida, y si este era su infierno personal, para él era como tocar el mismísimo cielo. 

Hara suspiró, sin entender como su cuerpo reaccionaba a cada caricia de aquel hombre. No podía  negar que sentir las manos frías de el Sr. Park recorriendo sin prisa sus piernas no le gustaba, pero indefinidamente, su cerebro la castigaba, infinidades de imágenes revoloteaban por su mente, ella, Jungkook y todo ese cariño que había de por medio la asfixiaban. 

Pero aquello que la dejaba completamente sin aire, estaba sobre ella. Tocándola y besándola como si todo fuera un sueño, y que solo era cuestión de segundos para despertar. Los labios de Jimin eran un pecado, tan suaves y gruesos que provocaban no escapar nunca. 

Sus salivas se fundían mientras las manos de Jimin se inquietaban. Quería tenerla para el y solo para el. Apretó su pecho contra el de ella para cortar el espacio que sobraba, sabía que estaba perdiendo poco a poco el control, pero simplemente se desmorono cuando los dientes de Hara lo mordieron por accidente. Ahí, ya se había acabado el control.

Desesperado, como un león hambriento soltó las manos de la menor mientras que la libre lo seguía. Sin importarle en lo mas mínimo arrugó la camisa de Hara entre sus dedos intentando romperla, y lo logró. La inservible camisa voló en el denso aire para caer en picada al suelo, junto al lado de sus botas llenas de barro.

—Joder, Hara...—murmuró llevando su mirada oscura a los sutiles pechos cubiertos por el terso sostén. Se sentía caliente, cachondo de solo observar la piel por fin descubierta de su hermoso cuerpo, con la cual cada noche fantaseaba con acariciar y morder, con hacerlo suyo.

Se alejó, sin tomar tanta distancia de su droga personal. La menor observó su cuerpo sudoroso y agitado. Hara estaba a punto de colapsar, esto era simplemente demasiado, sentía como su cuerpo se calentaba y la pena llegaba a su cara, pero aún así, no quería huir. Jungkook ya había tomado vuelo, dejando espacio para solo pensar en una sola cosa, Jimin.

Sintiendo como sus cabellos se adherían a su frente perlada, y como su erección crecía, sin despegar la mirada de Hara, comenzó a desabrochar su correa.

El impacto de la hebilla contra el suelo era camuflado por la torrente lluvia que cubría la choza. Dejándola olvidada, sin quitar sus pantalones ajustados, llevo sus dedos al borde de la camisa elevándola. Sus miradas seguían presentes mientras la fina tela mojada chapoteaba en el suelo de madera.

Hara se estremeció, el torso desnudo de el Sr. Park era como ver el cielo estrellado; hermoso... Sus músculos destellaban ante la luz de los faros, podía admirar como las gotas de sudor y lluvia divagaban sobre su abdomen hasta perderse en su pantalón. La menor quiso hablar, pero la palabra quedo en la punta de su lengua cuando Jimin se lanzó sobre ella. Sus labios, podría morir mil y un veces encerrada entre su lengua y sus dientes. Lo profundizaban, el se atrevió a de una  vez por todas a buscar su lengua entre su boca, y cuando la consiguió sintió toda la inseguridad de la menor, le parecía adorable.

「Thirsty」 ;+p. jmWhere stories live. Discover now