Capítulo 1

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1 año después

Mi vida cambió radicalmente desde que llegue a Brisbane, Queensland en Australia, desde el momento en que me subí al taxi buscando un hotel, todo empezó a cambiar, la misma noche que llegue, encontré un lugar para vivir. Empecé a estudiar en la universidad de nuevo, tengo dos trabajos estables y otro por ratos; conozco a muchas personas, vivo con mi mejor amiga y la pareja arrendataria son como mis padres, aunque sé que no es verdad, se siente muy bien que alguien te quiera y se preocupe por ti.

Brisbane es hermoso, hay muchos lugares por visitar, las personas son alegres, amistosas y muy agradables, el clima, ni que decir, es perfecto.

Aunque a veces me da tristeza, no volví a saber nada sobre Ian y su familia, yo creo que ya lo supere, pero de seguro que, si lo vuelvo a ver en estos momentos, volvería a caer en la depresión tan horrible por la que pase.

-cariño ¿ya estas despierta? apúrate que llegaremos tarde- no pude pegar el ojo en toda la noche, hoy tengo que presentar el proyecto final del semestre para poder salir a vacaciones

-ya estoy lista- me ducho rápidamente y me alisto, me maquillo un poco y salgo de casa junto a Natt a toda velocidad

-suerte cariño- llevamos nuestros lienzos en mano y cada una va a su respectivo lugar para esperar a ser llamadas; 30 minutos después llaman a mi mejor amiga

-Srta. Fairfax- puedo notar que se levanta temblorosa y dirige su mirada hacia mí, sonrío delicadamente para que se logre relajar, el profesor revisa su trabajo minuciosamente, este semestre vimos arte abstracta, fue realmente difícil -buen trabajo, ya se puede retirar- su alma vuelve al cuerpo en cuanto escucho que se podía ir, lo que significa que paso, realmente trabajamos duro -Maggie- mi relación con el profesor es bastante estrecha, lo conocí a la semana de haber llegado, salimos un par de veces, la verdad somos buenos amigos. Le entrego mi obra y lo revisa igual que los demás -el hecho de que seamos amigos no significa que te pase así como así- ¡maldición! ¿que hice mal? incorpore los colores y figuras que el solicito, utilice el lienzo correcto, las pinturas, los pinceles, TODO

-profe, pero- no se ni que decir

-no te angusties- dice al ver mi reacción, si no paso tendría que pagar para volver a ver la clase el semestre que viene, lo que significa que no cumpliría con los horarios de trabajo y por consiguiente, quedaría desempleada y con muchas deudas, aparte de que perdería la beca -el trabajo esta excelente

-Dios mío Erik, casi haces que me desmaye

-solo te advertía... Felicitaciones Meg, pasa- recojo mis cosas y me preparo para salir -¡aguarda!

-¿qué ocurre?- pregunto sonriente

-quiero que vayas a este lugar, es de una muy buena amiga- me entrega una tarjeta, le doy un vistazo y la guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón -lleva tu obra de arte, no te aseguro que la compre, pero es una posibilidad

-está bien, gracias- esta vez voy a hacer caso omiso a su petición, no voy a perder más tiempo con otra de sus muy buenas amigas, además estoy cansada de conocer a todas las ancianas con las que duerme

-¿qué te dijeron?

-pasé- muevo mis cejas de arriba a abajo, soltamos un gritito y saltamos como colegialas -por fin, vacaciones- digo aliviada, algunos creen que estudiar arte es fácil, pero están muy equivocados -¿qué vamos a hacer ahora?

-no lo sé cariño, yo tengo trabajo con la decana- pongo mala cara -nos vemos en la noche

-pensé que íbamos a pasar la tarde juntas- añado, me pasa sus cosas y las llaves del auto

-diviértete- dice en tono de burla, sabe que no me gusta salir si no es con ella. De camino a casa escucho esa molesta vocecita dentro de mi cabeza

vamos, ve, no pierdes nada con intentarlo, hazlo.

me desvío del camino y me dirijo a la dirección de la tarjeta, veamos que pasa

-hola ¿en qué te puedo ayudar?- pregunta una joven rubia, con una mano sostengo el lienzo y con la otra la tarjeta -ya entiendo, sígame- el lugar es grande y bonito, tienen muchos cuadros en sus paredes, unos a la venta y otros no. Leo el nombre que está en la tarjeta Martha Sáenz, una vez lo escuche hablando sobre ella y de su trabajo -Sra. Sáenz la solicita esta joven

-eres Maggie ¿no?- asiento, de seguro Erik le hablo de mi como a las demás

-sí, soy yo, mucho gusto

-el gusto es mío, lo trajiste, me dijo que estaba muy bien- se lo muestro sin muchas esperanzas, lo mismo ocurrió con el proyecto anterior, les gusto pero no lo consideraron como algo que comprarían -tengo al cliente perfecto- mi cuerpo se congela en un segundo al escuchar lo que ha dicho

-¿cómo?- estoy sorprendida

-¿por cuánto lo vendes?- mi corazón parece un motor

-¿por cuánto lo compras?- no quiero pedirle demasiado y que después se arrepienta

-$8000, es un cuadro de tamaño mediano, y apenas etas comenzando con tu carrera- ¿¡8000!? si antes estaba impactada, ahora si me voy a volver loca

-hecho- me siento invencible en este momento y les juro que es lo mejor

-si tienes más cuadros de tu autoría, me gustaría verlos, hay alguien que quiere cosas diferentes y únicas- asiento, nos estrechamos la mano y proseguimos con todo el papeleo. 



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