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Llevo el sandwich a mi boca y lo miro de reojo, está sentado sobre la mesa con sus manos puesta sobre la cabeza, pensando en qué hacer, siente más amor por su hermano que por cualquier mujer, creo que nunca se ha enamorado, y si así es, no parece haber sido así nunca.

-Espera, tenía un plan, pero falta lo más importante y ahí es donde entras tú, me ayudarás a llegar a el lugar en donde está Evan- se levanta de su asiento y se acomoda a mi lado.

-Yo no me aprendí el camino, estaba más concentrada en sobrevivir que en ver por donde pasaba- la decepción ilumina su rostro y se recuesta del todo en el sofá.

-¡Ah!, Evan llamará, lo sé, él es muy inteligente- se levanta acelerado y sale corriendo hacia su habitación, segundos después vuelve con su portátil aferrado a su pecho y un cable.

Toma su móvil y lo conecta al cable, hace lo mismo con su portátil y comienza a teclear rápidamente. Le doy otro mordisco a mi sandwich y el móvil suena, me levanto y me acerco a él, me mira y contesta, y lo pone en altavoz, pero no era quien esperábamos.

-Hola Yeider, quiero arreglar las cosas contigo, sé que en realidad no quisiste que yo perdiera mi bebé, ¿verdad?- pregunta al borde del llanto, dolida, para hacer lo que está haciendo, debe amarlo mucho.

-Yo ahora no puedo s...- la suave voz de ella lo interrumpe.

-Entiendo, estás con ella- dice tranquila.

-No quiero que pienses que no quiero arreglar las cosas contigo, es que sabes que Evan necesita de mí- explica y su mirada se centra en mí al pronunciar cada palabra.

-Está bien, siempre estuve de segunda, siempre fui el "por si acaso", "plan b", estoy acostumbrada, estoy bien, te quiero, me llamas, espero que todo salga bien- él se muerde el labio y despeina su cabello.

-Yo tambien te quiero- y un suspiro es lo último que se escucha por parte de ella.

**********

Después de un largo e incómodo silencio, el móvil suena de nuevo, él se incorpora y contesta poniéndolo de nuevo en altavoz.

-Hola, kayla- dice su voz varonil poniéndome lo vellos de punta, Yeider me toca suavemente para que lo mire y me pide hablar.

-Hola- es lo único que puedo decir.

-¿Has estado bien?- sus palabras son pronunciadas con suma lentitud, sé qué trata de hacer y aprecio que sea tan inteligente.

-¿Qué has dicho?, perdón, es que no te escuché bien- sigo su juego e intento hablar despacio sin sonar como una retrasada, Yeider aparta la mirada de la pantalla del portátil y se da el tiempo de sonreír y decirme con la mirada que lo hago bien.

-Te pregunté que si estás bien- el sonido de pasos se escuchan a lo lejos.

-Sí, he estado muy bien, tuve que ir al médico porque la herida que tenía en el estómago se veía de muy mal aspecto, entonces el doctor me llamó la atención y me dijo que tenía que estar en reposo, así que estaré en cama aproximadamente un mes, ya que la herida se había vuelto un poco más profunda - miro la pantalla y veo que ya casi se cumple el lapso de tiempo determinado para rastrear la llamada.

-Entonces ya sabes que tienes que estar en reposo y comer bien, tal vez para cuando sane tu herida nos veamos- alguien carraspea y él suspira.

-Antes de que cuelgues, tengo que decirte que no he podido localizar a tu hermano, no sé donde está, intenté llamarlo y lo busqué, te lo juro, pero sí hay una pista- miro la pantalla y veo como se acelera el portátil e intenta mostrar claramente la dirección.

-¿Sí?, ¿cuál?- intenta mostrar interés.

-A todas las persona que les pregunté, casi cercanas a él, me dijeron que salió del país, que cambia constantemente de número y llama aproximadamente una vez cada dos o tres meses para saludar, así que podría ser un poco complicado encontrarlo- lo escucho reír, miro a Yeider y él hace lo mismo pero en silencio.

-Eres grandiosa y me agrada mucho esa información, es excelente que esté lejos de aquí- sonrío tranquila porque sé que hice bien, se escucha cuando su celular se estrella contra el piso y un quejido de dolor por parte de Evan.

-Eres un inútil, no celebres tanto eso, porque tú y ella sufrirán las consecuencias- lo amenaza su padre.

-Aquí te espero- escucho decir a Evan y luego su maquiavélica risa se escucha muy fuerte.

-Te encontraré, perra- y después, no se escucha nada.

Miro de nuevo a Yeider y se puede ver la culpa y la ira a través de sus ojos.

-Yeider, ¿estás bien?- le pregunto y toco su hombro.

-No, nada está bien, soy el culpable del sufrimiento de Evan, soy culpable de tu sufrimiento, siempre lastimo lo que más quiero. Evan aparenta que no sufre, pero lo hace, porque él dejó todo por mí, prefería no comer durante días, por darme de comer a mí, sabes, me tocaba rogar y llorar para que comiera, le decía que si no comía se iba a morir y me dejaría solo y no quería eso, entonces comía, pero muy poco; cuando nos tocaba dormir en la calle, con todas las cobijas que cargábamos, me envolvía en ellas para que no sintiera frío y él solo me abrazaba para intentar darse calor. Cuando tenía 16 años, fue que te conocí, aún lo recuerdo-sonríe como si volviese atrás y experimentara lo que sintió en ese momento- esa belleza inigualable, todos los hombres hicieron sus apuestas y yo fui uno de ellos- niega como arrepentido- todo ese dinero lo ganaría quien te enamorara primero, siempre has sido tan hermosa y extrovertida que todos pensamos que eras blanco fácil, pero no fue así, y el único hombre, en todo el instituto, que pensó diferente de ti, que no apostó, que te observaba a lo lejos y nunca pudo hablarte porque era un cobarde, ese maldito idiota que apenas estaba aprendiendo a leer, en ese, recayó tu mirada- él nota mi cara de confusión y en ese momento es donde tarde cuenta se da, que habló de más.

-¿Y quién es ese?- pregunto anhelando una respuesta, algo par que me ayude a recordar.

-Evan-

-Pero... ¿cómo?, si yo estuve fue enamorada de ti, si yo estaba esperando un hijo tuyo, ¿cómo me dices que me fijé él- mi cabeza comienza a doler, tal vez porque es mucha información para procesar.

-Hay tantas cosas que ahora no entiendes y que tampoco es momento para explicar, pero más adelante, entenderás todo, recordarás todo- dice y vuelve la mirada a la pantalla que ya está bloqueada.

Antes de escribir la contraseña me mira y yo desvío la mirada hacía otro lado, teclea rápido, pero pude ver lo que escribió y el alma se me deteriora más.

«JulianStymen»

Era el nombre que mucho tiempo atrás, antes de enterarme que estaba embarazada, elegimos si era niño, porque como él dijo, en realidad él sí quería ser padre.

Me levanto dejando el vaso de jugo sin probar sobre la mesa y un pequeño pedazo de sandwich, pero cuando estoy a punto de llegar a la habitación, él habla.

-Kayla, es mejor que dejemos las cosas claras y luego descansamos, para que puedas dormir bien- tomo aire y regreso.

-Ahora que tienes su ubicación, ¿cuál es el plan?- interrogo mientras me dejo caer de nuevo en el sofá.

-El plan se llevará a cabo de día, pues de noche él le pide a sus hombres estar más atentos y en el día, la mayoría baja la guardia y nos sirve que estén desprevenidos, aunque nos ha servido demasiado que hayas dicho que no te puedes levantar en mucho tiempo y que yo estoy lejos, esperaremos máximo dos días, porque aunque suena convincente él idiota es listo y esperará un golpe, luego, todo se calmará y haremos las cosas mejor, y también tu herida se habrá mejorado, más tarde iremos por armamentos y estudiaré el lugar desde aquí para estar más seguros, ¿te parece?- termina y pide mi opinión.

-Me perece excelente- sonríe y asiente.

-Vale,ya puedes ir a descansar- agradezco con un gesto y voy hasta la habitación.    





GimeWhere stories live. Discover now