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Son las 2 de la madrugada y aún no puedo dormir, necesito respuestas a todas mis preguntas, Evan está a mi lado con un delgado hilo de baba y la boca ligeramente abierta.

Hace unas horas, después de la comida llevamos al hermano de mi madre a la ciudad, dónde se reencontró con sus hijos y los abrazó con fuerza, lloraban conmovidos, sólo le pedimos que no hablara de nada, que evitara a toda costa encontrarse con la mujer que me parió, porque entonces habrían problemas, no sabemos lo que le hará con tal de saber todo lo que quiera.

Evan absorbe su saliva, pasa su mano por su boca y entreabre sus ojos.

-¿Qué pasa?- su voz está más ronca de lo normal, se incorpora mientras bosteza y frota sus ojos con la palma de su mano.

-No puedo dormir- recojo mi cabello y apoyo mi espalda en la almohada.

-Quieres respuestas- afirma, porque de cierto modo me conoce, ve la inquietud en mí.

Asiento aunque sé que no hace  falta y se levanta de la cama tambaleando, intentando no chocar, la luna es la única que le da un poco de luz a la habitación, camina hasta su closet y saca un especie de cofre adornado con figuras extrañas y una pequeña serpiente disecada.

-Empecemos por tu madre, Marly Cox, te la voy a describir como una mujer con problemas mentales, manipuladora y extremadamente loca, ella estuvo comprometida con mi padre, pero él era amante de mi madre, por lo que sé estuvieron juntos aproximadamente durante un año y algunos meses, nací yo y luego Yeider, tu madre se enteró, dejó a mi padre y asesinó a mi madre- saca una fotografía de la caja y me la extiende, es mi madre cuando estaba con su padre, eran realmente jóvenes.

-Tu padre, Harris Hall, gay- saca una fotografía donde están mis padres, parecían muy felices.

-¿Gay?- pregunto incrédula.

-Sí, tu abuela no lo aceptaba por su orientación sexual, tu madre después de matar a mi madre decidió aferrarse a él, y entonces tu padre aprovechó y se casó con tu madre para que tu abuela no dudara de su sexualidad- no sé porqué me impresiona.

-Un poco más y somos hermanos- comento y él levanta la mirada de su caja para verme.

-Eso hubiera sido una pena- ríe y niega con la cabeza -ahora vienes tú y tu hermana, Kayla Cox Hall, sentimental, agradable, popular, se conoció con Yeider en la universidad, también era popular, así que eran esa típica pareja que todos amaban- una imagen bastante linda, mi hermana y su hermano sentados en un banco, en algún parque donde seguramente se dijeron varias veces "Te amo", de esos falsos que más adelante no significan nada.

-¿Crees que vuelvan a estar juntos?- le pregunto admirando la foto entre mis manos.

-No lo creo, Yeider está confundido aún- deja salir su respiración al final de sus palabras, mostrando que eso le preocupa.

-¿Por qué esa vez que me recogiste dijiste que tendría que gemir para tí?- me causa algo de gracia y a él también.

-No sé, me pareció perfecto, sonó muy... ¿Genial?- ríe bajo para no ocasionar mucho ruido y yo sólo niego con la cabeza.

-Me había lastimado la rodilla y tú con eso de que gimo como diosa, ahora que lo pienso no suena nada genial, suena a fetiche- me mira fingiendo estar enojado.

-Ahora venimos nosotros- anuncia, me acomodo frente a él mirándolo como una niña pequeña a la que le contaran una historia maravillosa antes de dormir -Katleen Cox Hall, recuerdo tu cabello pegado en tu frente, llena de sudor y sangre, despiadada por naturaleza y así te conocí- sus ojos me transmiten una energía inexplicable, me observa con seriedad, pero suave, Evan es como una obra de arte abstracta, fuera de lo común, perfecta e inigualable, pero admirable, porque nunca has visto algo tan extraño y que a pesar de que sea tan loco, sonrías, porque te gusta lo que ves, porque te fascina lo desconocido, porque la curiosidad te arrastra con fuerza hacia eso, que te hipnotiza con su originalidad, con su maravillosa exclusividad, que te hace lanzar sobre un agujero de nuevas experiencias, que no sabes si te matarán, te salvarán o te dejarán en el limbo.

-Yo tuve en recuerdo, pero es totalmente diferente a lo que dices- agrego, entonces él sonríe y entorna sus ojos.

-Bueno, cuéntamelo hermosa, así sabremos si es real o no- sugiere y espera expectante mis palabras.

-Que yo me acercaba a ti en algunas clases y tu me dijiste algo como "tengo gustos diferentes", luego alguien te lanzó algo lleno de agua, se burlaron de ti, y luego estabas llorando- describo mientras intento recordar con total claridad.

-Sí, eso sí pasó, odiaba a todos, incluyendote a ti, pero cuando fui a la parte trasera y oculta de la calle, de la que pensé que era el único que la conocía, te vi, clavando una y otra vez la navaja en el cuerpo de Gricy, el que me lanzó el agua, no podía parar de mirarte, cada segundo me parecías más y más perfecta, se veía la maldad y satisfacción en ti- lo cuenta con felicidad, la cual no puede ocultar.

-¿Y qué hicimos con su cuerpo?- cuestiono extrañada.

-Nos deshicimos de él y luego fuimos por malteadas y donas- sonríe y sin evitarlo yo también lo hago.

-¿Y su familia?- sigo averiguando.

-Enterraron un ataúd vacío porque nunca supieron qué  pasó con él y debo admitir que me impresionante, eres muy inteligente- me observa con cariño y se acerca con lentitud para besar mi frente.

-Pensé que había sido una chica muy buena- río por lo bajo y él puja.

-Eres una chica muy mala, por eso y más me encantas- acaricia mi mejilla, toma las fotos que tenía en mi poder y las guarda de nuevo, cierra la pequeña caja y de levanta para ponerla de nuevo en su lugar -¿algo más que quieras saber señorita preguntona?- interroga aún a espaldas mía.

-Claro que sí- contesto circunspecta.

-Pregunta entonces- demanda.

-No, quiero que vengas aquí- cierra las puertas del closet y regresa a la cama, se sienta frente a mí curioso.

Me estiro hasta alcanzar la mesa de noche y de uno los cajones saco la fotografía que Kayla me dio. 

-¿Me puedes explicar ésto?- le entrego la imagen arrugada y a pesar de la poca oscuridad puedo notar su confusión.

-¿Cómo obtuviste ésto? - levanto los brazos restándole importancia y se sulfura -No, responde, ¿has estado hurgando las cosas de mi padre?-está molesto y ha empezado a subir el tono de su voz.

-Sí, ¿algún problema con eso?- respondo altiva.

-Te pido que no lo vuelvas a hacer, por favor- exhala con brusquedad y se encorva.

-El hombre que nos secuestró no era mi padre, pero sí era mi tío, hermano de mi padre, por eso nos parecíamos bastante y Lank, era su hijo, mi primo, por eso te quiere matar, por matar a su padre, yo no sabía que éramos familia, hasta el día que lo herí, mi padre me contó que somos familia, y eso, junto con tu vasto rechazo, me llevaron a abandonar mis ganas de seguir viviendo- toma mi mano y la besa con delicadeza. -¿Algo más?- pregunta y vuelve a besar mi mano.

-No que recuerde- y seguido besos sus labios.

-Entonces sigamos durmiendo- pone la imagen a un lado, se acuesta y yo acomodo mi cabeza en su pecho.





































Espero que les guste y gracias por la paciencia, si tienen alguna duda dejarlo aquí para resolver sus interrogantes, mucho amor!

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