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-Buen día madre, buen día padre- saludo mientras me dirijo a la cocina por un vaso con agua.

No contestan, solo se mantienen pasmados frente al televisor, mi padre fuma y mi madre bebé de una botella de cerveza.

-Hasta luego, me iré a la universidad- los dos me dan una mirada despectiva y siguen en lo suyo.

Así son todos los días, nunca están para nada, estoy en la universidad gracias a una beca que gané, porque el dinero que ellos reciben lo gastan en cosas innecesarias, mi madre en lujos y trago, y mi padre en cigarros.

Ninguno de los dos es estudiado, por eso trabajan en lo primero que les salga, tampoco vivimos tan mal, pero tampoco bien, porque no somos nada, no somos una familia, parecemos desconocidos, cada quien por su lado.

En la esquina está Yeider en su moto y me observa acercarme a él con una sonrisa en el rostro, él es mi novio, llevamos un año y medio siendo pareja, lo amo tanto, todavía no puedo asimilar que tenga un hombre tan bueno y perfecto en mi vida.

Nos conocimos en la universidad, estamos en algunas clases, me gusta ver siempre a sus ojos y tratar de descifrar donde cabe tanta belleza, mis padres saben de él, pero como todo les da igual y Yeider odia el trato que me dan, nunca se han visto, ni él conoce a mis padres, ni mis padres a él.

-Hola mi princesa- saluda y me da un corto beso en los labios.

Sonrío y él igual, tomo el casco que compró especialmente para mí, nos subimos en su moto y nos dirigimos hacía la universidad.

Muchas veces dicen que el amor se vuelve monotonía, pero con él no es así y me lo demuestra con acciones, parece un niño pequeño, todo lo que ve me lo quiere regalar, si le toca detrás de mí en clases no para de darme besos en la espalda o morderme y si le toca delante, escribe notas y las pone en su espalda para que yo las lea, ya lo han sacado de clase varias veces por eso, nuestros compañeros se quejan de que los distraemos.

Hoy sólo compartimos una clase, las demás estoy acompañada por un chico, que ahora no recuerdo muy bien su nombre, es tímido y soy yo la que le hablo, me parece muy tierna la inocencia que aparenta tener, le digo algo halagador y sus mejillas se ponen rojas, tiene pecas y unos grises ojos que hipnotizan a cualquier mujer, sólo que es misterioso y reservado, sólo habla conmigo creo, pues nunca lo he visto hablar con alguien y menos con una mujer, he visto a Yeider una que otra vez sonreír con él a distancia pero nada más.

Yeider es un hombre reservado en cosas de su pasado y eso me disgusta un poco porque me gustaría que confiara más en mí, pero le daré más tiempo porque sé que no es nada fácil destaparse ante alguien de la noche a la mañana.

En la hora de receso suelo comer acompañada de aquel chico, pues Yeider y yo decidimos que fuese así, somos pareja pero de vez en cuando se necesita un espacio, así sea corto.

No hemos llegado al parqueadero de la institución y ya siento las miradas y veo la sonrisa de muchos, somos ese típica pareja que a todos les parece tierno o esa pareja que todos conocen, porque antes, los dos somos muy populares si se puede decir así, y cuando nos volvimos pareja, todos aplaudieron eso.

Al comienzo no sentía compromiso con él, era seco y arrogante, pero eso fue cambiando poco a poco.

-¿Entonces nos vemos sólo en la clase de economía?- pregunta haciendo un puchero.

-Sí- tomo sus cachetes y con suavidad los estrujo, me toma de la cintura y me baja de la moto.

-Entonces nos vemos ahí y luego aquí, para llevarte a casa- asiento y beso sus labios, me dirijo hacia mis compañeras y él hacia donde sus amigos.

-Hola Kayla, ¿estudiaste para el parcial?- dice mi mejor amiga, es también muy popular, es atractiva y aprueba las materias con sus habilidades en la cama.

-Ya sabes que sí, y no te preguntaré porque conozco tu respuesta- reímos y nos levantamos porque ya es hora de nuestra primera clase.

Caminamos por los amplios pasillos y todos nos saludan, mi amiga camina moviendo sus caderas con egocentrismo, más que segura de lo que tiene y lo que es capaz de causar, y yo, sólo camino, soy popular por ser sociable, pero no por ser hija de papi y mami o por ser una perra.

Entro al aula y el profesor aún no ha llegado, pero en la última silla, con la cabeza escondida entre sus brazos, está sentado él.

Camino y me siento adelante,  al escuchar el sonido de la silla levanta la cabeza y me observa, le sonrío y de inmediato sus mejillas se ruborizan.

-Hola- 

-Hola, Kayla- sus grises ojos me observan y yo quedo encantada viendolos. 

-¿Porque eres tan solitario?- curioseo.

-Porque no soy normal, comparto diferentes anhelos, porque si me abro y digo: "me gustaría asesinar a alguien", que es un gusto real, huyen con el concepto de que soy un maldito demente- una sonrisa de malicia que jamás había visto en él reluce y sus ojos brillan.

-A mí eso me parece interesante- le guiño un ojo y me acomodo en mi asiento al escuchar al profesor entrar.

-Buen día jóvenes- saluda.

Llaman a la puerta y él se acerca, en ese preciso momento algo pasa sobre mi cabeza y se estrella contra él y salpica sobre mí. Sus grises ojos se llenan de furia y de lágrimas.

-Perdedor- le gritan y él comienza a sollozar, era una bomba llena de agua fría lo que le lanzaron.

-Evan, ¿estás bien?- le pregunto mientras busco sus ojos.

-Déjame en paz- y sin más, esconde su rostro entre sus brazos, es mayor que yo, pero parece ser un niño.





:(

Hasta ni yo sé lo que escribo, creo que yo antes había escrito que estaban en el colegio ¿o me equivoco?, aiuda :'v

Aclaro que es un recuerdo, cualquier error avisar por favor <3



GimeWhere stories live. Discover now