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visita & tono amenazante

Me dirigí a mi oficina, me senté en mi silla exhausta. Mordí mi labio inferior por los nervios, aún con el diario de piel entre mis manos. Vi el diario una vez más, tocando la portada con mis dedos, pensando en que hacer con él. 

Emily y Tara abrieron la puerta de mi oficina, con tres tazas de café en sus manos. Me miraron con una sonrisa para que después de unos segundos, sus ojos se fueran al diario de piel café que tenía en mis manos. Sus sonrisas se desvanecieron para después volverme a mirar con una cara de confusión, entraron rápido a mi oficina cerrando la puerta tras ellas. Se sentaron en las sillas frente a mi, Emily me entregó una taza de café, le agradecí en un susurro.

-¿De quién es eso? -Tara preguntó aún con una mirada confusa, dandole un sorbo a su café.

-De Harry Styles. - Dije rápidamente mirando el diario que tenía entre mis manos. Tara casi se ahoga con su café, Emily le dio unas palmadas en la espalda. Después de unos segundos, Tara se recupero y me vieron con los ojos abiertos.

-¿De Harry Styles? ¿Por qué tienes el diario de Harry Styles? -Dijo Emily aún sin poder asimilar lo que le acababa de decir.

-Lo olvido en el salón del photoshoot.

Emily y Tara se miraron para después dirigir su mirada de nuevo hacia mi.

-¿Ya lo leíste? ¡Cuéntanos todo! -Tara chilló de emoción junto con Emily.

-No, no lo he leído ni lo pienso hacer.

Las dos abrieron los ojos como si les acabara de decir lo más trágico de la vida. Dejando sus cafés en mi escritorio.

-¿Por qué no Amber? ¡Tienes entre tus manos los secretos más sucios de ese hermoso hombre! Que esperas, léelo. - Me dijo Emily con una sonrisa de malicia. Tomando de nuevo su café. 

Miré el diario de piel café, viendo lo desgastado que estaba. Lo debe de usar muy seguido. Recordé su mirada, viéndome de una forma amenazadora, y me quedé de nuevo sin aliento tan solo recordarlo.

-No, no lo haré. -Negué con la cabeza. -Se lo devolveré.

Puse el diario en el escritorio, al fin despegándolo de mi, por alguna razón no quería soltarlo. Me miraron con intriga.

-¿Estás loca? ¿Cómo se lo vas a devolver? Se fué hace dos horas. -Tara dijo, luego de haber tomado un sorbo su café. 

La miré y puse mi mano en mi barbilla.

-No sé, pero no pienso quedármelo.

Emily me miró y se llevó a su boca su taza de café.

-¿Por qué no le dices a John que te pase el número de Harry o algo así para que le avises que tienes su diario? - Emily se encogió de hombros y yo la miré sorprendida, para después negar con la cabeza.

-No, no quiero volver a verlo.

Pero en realidad si quería verlo de nuevo, volver a ver sus brillosos ojos esmeralda y escuchar su ronca voz.

(...)

Después de una larga charla de treinta minutos, Emily y Tara me terminaron convenciendo.

Tímida e insegura caminé a la oficina de John, con el corazón latiéndome a mil por segundo. Toqué dos veces la puerta para después escuchar un 'adelante.'  Abrí la puerta, y ya quería salir corriendo de ahí.

-Mmm, hola John. -La voz me temblaba por los nervios. 

Quitó su mirada de unos papeles para dirigir su mirada hacia mi, para después volverlos a mirar.