congelada & momento esperado

4.9K 235 5
                                    

Me levanté temprano y de buen humor, algo muy raro de mi. En la noche no había podido dormir muy bien. Había estado pensando toda la noche en la canción de Harry, sin duda no fue una buena opción escucharla a esa hora, ya que no pude dormir mucho. Me atormentaba esa pregunta una y otra vez ¿Quién es la chica a la que se la escribió? 

Me quedé en mi cama unos minutos mirando el techo de mi habitación, pensando en todo lo que tenía que hacer hoy, para después darme cuenta de algo. Me senté rápidamente en mi cama. Había olvidado responderle a Harry Styles su mensaje. Me llevé las manos a la cabeza, unos segundo después de haber pensado seriamente la circunstancia en la que me encontraba, me decidí a hacer lo siguiente... Tomé mi celular, abrí el mensaje y sin pensarlo dos veces le tecleé una sola palabra: 'okay'.  Miré la palabra que había escrito en mi celular unos segundos y apreté enviar. Se que podía haberle puesto algo más, pero sinceramente no quería verme emocionada o desesperada por verlo.

Después de ese evento un poco emocionante, nada planeado, me decidí a levantarme de la cama. Mi día había empezado ya con muchas emociones;  decidí meterme a bañar. Después de unos minutos, salí del  baño que parecía cuarto de vapor. Tenía una toalla envuelta en el cabello y otra al rededor de mi cuerpo.

El día estaba más despejado que otras veces, un poco nublado pero sin nieve, y supuse que no hacía frío. Fuí a mi armario, que estaba un poco desordenado, me lo quedé viendo, descartando algunas opciones y creando nuevas. Para después elegir uno muy a mi agrado, tomé cada prenda una por una, colocándolas en mi cama. Sonreí orgullosa de mi elección. 

Había elegido una bonita blusa negra sin mangas, una falda floreada. Afuera de seguro iba a hacer un poco más de frío que adentro pero no creía que hubiera mucha diferencia. También tomé un suéter café claro para taparme un poco y mantenerme calientita. Y para terminar,  unos hermosos zapatos negros. Me puse todo rápidamente y me quité la toalla de la cabeza. 

Me dirigí al baño para hacer mi maquillaje y peinarme. Me sequé el cabello con la  secadora y me lo cepillé. Al parecer mi cabello no estaba muy apto para estar suelto, así que me hice una media coleta un poco despeinada, con mi cabello corto. Sonreí al verme al espejo, ya que nunca podía peinarme bien al primer intento. Proseguí para hacer mi maquillaje, base, rubor, un poco de sombra y rímel. Hoy me quería poner un labial algo rosado.

Iba camino a la cocina cuando Tara me sorprende en el pasillo. O más bien, yo la sorprendí a ella, iba caminando viendo su celular, escuchando música con sus audífonos y  comiendo un plato de cereal.

-¿Tara?

Tara tenía ya en su boca una cucharada de cereal, levantó la mirada y con ello también sus cejas. Parecía demasiado... nerviosa.

-Emmmm.

Vio al rededor suyo para esconder atrás de ella su plato de cereal. Me reí ruidosamente. Luego de un minuto de puras risas, ya que ella también se unió,  le hablé cuando pude respirar y limpiarme las lágrimas de risa que tenía en mis mejillas.

- Iré a la cocina, ¿quieres algo? - La miré de arriba a abajo con una sonrisa.- Bueno, ¿algo más?

-Mmmm no... adiós.

Y corrió dramáticamente a su cuarto, para cerrar de un portazo. Supongo que se iba a arreglar, después de terminar de comer. Abrió la puerta rápidamente cuando ya iba a la mitad de camino hacia la cocina.

-Por cierto, ponte tus aretes bonitos, esos que son rosa- dorado.

Y con eso cerró  la puerta, después de gritarle rápidamente un gracias, fuí a la cocina, me tomé mi café y me fuí a mi cuarto. Me puse mis aretes y me dirigí a la sala. Al parecer le había ganado por mucho a Tara. Me senté en nuestro sillón y saqué mi celular. Estuve viendo Twitter hasta que Tara llegara. 

(...)

-Entonces ¿Por eso te despiertas temprano?

Tara me miró avergonzada y me fulminó con la mirada. La vi y una sonrisa divertida apareció en mis labios. Le había preguntado a Tara por qué estaba comiendo desde temprano, y me confesó que siempre se despierta una hora antes que yo para comer todo lo que quisiera, sin que me  diera cuenta. Pero al parecer, la acababa de descubrir. 

-Si si, bueno, tú lo haces de noche. 

Y era más que cierto, en la madrugada me daba demasiada hambre y siempre iba a la cocina a comer algo. Hasta que un día, Tara me descubrió, al parecer ese día seguía despierta por una razón que no recuerdo. Prendió la luz y encontró a una Amber acabada de despertar, con el cabello enredado y en su pijama vergonzoso, comiendo un pan con nutella en la cocina. 

Me puse toda roja, muerta de la vergüenza. Era un poco... antojadiza por la noche. Me tapé la cara con las manos, mientras caminábamos por las frías calles de Londres... Sí frías, más frías de lo que esperaba que estuvieran. Me estaba arrepintiendo lentamente por no ponerme algo más abrigador, que una falda y un suéter. ¿A quién se le ocurre?, a mí, solo a mí. Tenía la nariz y las mejillas más rojas que nunca. Mi temperatura iba disminuyendo cada minuto que pasaba.Sentía que mis piernas me quemaban, mis manos ya casi no las sentía del frío. 

Seguimos caminando por unos  diez minutos mas o menos, bueno no se muy bien, estoy casi segura que mi cerebro también se había congelado. Llegué a la oficina casi arrastrandome, no sentía mi cuerpo.

Fui rápidamente a mi oficina, le pedí un café a Emily después de decirle buenos días y correr dentro de mi oficina. Por suerte tenía una mini cobija en mi oficina, me senté en mi silla luego de haber tomado la cobija para ponerme rápidamente en mis piernas. Moví mis manos sobre mis brazos rápido para entrar en calor. Luego de unos minutos, escuché que alguien tocaba la puerta. 

La abrieron y una cabellera rojiza se asomó por la puerta. Entró con una sonrisa amable entregándome mi taza de café. La tomé desesperadamente, y sentí como entraban en calor mis manos. Lamentablemente era la única parte de mi cuerpo que estaba a una temperatura aceptable. Emily se sentó enfrente de mi, en una de las dos sillas desocupadas. Le dediqué una sonrisa al igual que ella.  Le dí un trago a mi café mientras que ella me contaba algo que le había pasado ayer. La verdad no le puse mucha atención, porque al voltear a ver a la ventana, ví como empezaba a caer un poco de nieve. Me acordé de hace unos días, cuando Harry Styles entró por la puerta de mi oficina lleno de nieve. Me quedé recordando esa escena de la semana anterior, estoy casi segura que tenía en mi cara una sonrisa. Era tan guapo...

-Amber, Amber -Me dijo Emily moviendo su mano enfrente de mi para captar mi atención, su voz me había interrumpido de mis pensamientos.

-¿Que decías? Perdón.

Emily sonrió de forma picara.

-Okay cuéntame ya ¿Quién te trae de esa forma? Perdida en tus pensamientos, con una sonrisa en tu rostro con ojos iluminados y pensando en una vida con él. -Me dijo eso en un tono burlón mientras juntaba sus dos manos de forma dramática.

Me sonrojé al instante, solté una pequeña risa.

-Nada, no es nada. -Dije volviendo a ver a la ventana.

(...)

Eran ya las diez cincuenta a.m. Estaba sentada en mi silla, con una taza de café en mi mano derecha, editando unas fotos de un photoshoot en mi computadora. Me la pasé así unos diez minutos más. Estaba a punto de arrancarme el cabello de la frustración, no podía editar correctamente una foto y ya me había desesperado. Cuando volvieron a tocar la puerta, Emily entró una vez más por aquella puerta, pero esta vez con una sonrisa pervertida y algo chistosa, que me hubiera hecho reír si no fuera por lo que estaba a punto de decir. 

-Harry Styles ya está aquí.


time bomb | h.s | #StylesAwards2018 #HauntedAwards18Where stories live. Discover now