7:30 & llamada

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¿Qué estaba pasando? ¿Harry Styles se iba a quedar en mi oficina? ¿Para qué? Todas esas preguntas, que no me atrevía a hacérselas.  Más bien, no me atrevía a hablarle. 

Se paró de la silla, inspeccionando mi oficina. Tenía las manos entrelazadas atrás de su espalda. Su ceño fruncido, sus labios rojos juntos. Fue hacia la ventana atrás de mí, viendo la nieve que caía sobre la hermosa ciudad de Londres, se veía tan pensativo. Ninguno de los dos había dicho nada. 

Se dio la vuelta para dirigirse a la silla donde anteriormente estaba sentado. Se empezó a quitar su costoso abrigo gris, dejando ver sus musculosos brazos tatuados. No había dejado de verlo ni por un segundo.

-Hace calor ¿No cree? - Dijo mirándome con una sonrisa, al fin enseñando sus perfectos dientes. Mientras terminaba de quitarse su abrigo, lo dejó en  silla de junto y tomó asiento.

Ahí fue cuando me di cuenta que tenía hoyuelos al sonreír, lo hacía ver más atractivo de lo que ya era, si eso era posible.

-Ahh, si.- Asentí tontamente.

Harry soltó una pequeña risa, mientras negaba con la cabeza y sus rizos se movían al compás. Estaba por decir algo cuando tocaron la puerta. Emily la abrió con dificultad, entrando con dos cafés, uno  en cada mano. Nos sonrío ligeramente mientras se dirigía primero a Harry y le entregaba su café.

-Gracias. -Dijo Harry, mientras tomaba con cuidado su taza de café.

Emily le sonrió de manera educada, con un pequeño asentimiento, para después entregarme a mí la otra taza de café.

-Gracias. -Le dije lo mismo mientras tomaba con mis dos manos la taza de café. Sonrió y se fue de la oficina, cerrando la puerta cuidadosamente.

Le di un sorbo a mi café, viendo a Harry haciendo lo mismo, mientras igual él me veía. Dejé mi café en el  escritorio. 

-Me gustaron sus lentes del otro día, Amber. - Dijo Harry mientras ponía en mi escritorio su taza de café, con una sonrisa que se posaba en sus labios. Abrí los ojos del asombro.

-Mmm, muchas gracias señor Styles. - Le sonreí tímidamente. Él cerró ligeramente sus ojos.

-Dime Harry, Amber.

-Está bien. Aunque no me siento muy cómoda llamándolo así. 

Joder, me debía de guardar mis pensamientos para mí. Estaba maldiciéndome en mi mente por haber dicho eso. 

-Okay, pues para que te sientas más cómoda llamándome Harry, me gustaría que fueras a cenar conmigo esta noche, en forma de negocios,  claro.

Abrí tanto los ojos ... que casi se me salen, mi estómago empezó a sentir un zoológico. Mis manos empezaron a sudar nuevamente, abrí mi boca para decir algo, pero no sabía que decir.

Negué con la cabeza rápidamente. 

-Lo siento, pero no puedo.

-¿No puedes o no quieres? -Podía ver un destello de tristeza en su mirada. Se relamió rápidamente sus labios. Tomó su abrigó Gucci de la silla mientras se paraba, vi como estaba abriendo la puerta ya para irse.

-Está bien, pero yo elijo el lugar. -Le grité mientras me paraba rápidamente de mi silla, justo cuando él estaba por salir de mi oficina. Me mordí mi labio inferior por los nervios. 

Harry se volteó  para verme, con una pequeña sonrisa en sus labios. 

-Iré por ti a las siete y media. Gracias por el café.

Y con eso cerró la puerta de mi oficina. Me senté en mi silla mientras soltaba un suspiro. 

¿En qué me había metido?

(...)

Eran ya las cuatro de la tarde y estábamos llegando a nuestro apartamento Tara y yo. 

-Tara debo decirte algo.

Tara estaba dejando su bolso en el sillón y se quitó sus zapatos. Se volteó a verme.

-Claro, dime.

-Harry Styles y yo iremos a cenar hoy en la noche, por negocios. -Le dije con los ojos cerrados, muy rápidamente,  dudando de que pudiera haber entendido algo de lo que dije.

Abrí los ojos, ya que Tara no había dicho nada. Tara comenzó a gritar y a saltar.

-¿Cómo pasó eso? ¡Cuéntamelo todo, ya! -Gritó, jalándome hacia el sillón. Nos sentamos y le conté todo lo que pasó. Se rió cuando le dije que la cena era por negocios.

-El truco más viejo de la historia ¡Le gustas Amber!

Negué con la cabeza.

-Bueno, él viene a las siete y media. -Le dije ignorando su último comentario.

-Debemos elegir un atuendo sexy para hoy.

Me reí por su comentario. Un segundo después mi celular empezó a sonar. Vimos quién me estaba marcando, para llevarnos una gran sorpresa. "Harry Styles" aparecía en mi celular. Tara empezó a gritar, tratándome de quitar el celular de las manos.

-Déjame contestar, quiero hablar con él. -Dijo Tara mientras seguía tratando de quitarme el celular de las manos.

-No. - Dije riéndome, mientras corría a mi habitación, con Tara atrás de mi. Por mala suerte me alcanzó y nos aventamos a mi cama.

-Ya, esta bien. Tú contesta. - Me dijo Tara viendo el celular.

Obedecí a lo que me dijo y me llevé el celular al oído.

-¿Bueno? -Dije apenas contesté.

-Mmm, Hola Amber.

-Hola Harry. -Contesté con una estúpida sonrisa en el rostro.

-Bueno, quería preguntarte a donde iríamos. 

-No creo que conozcas el lugar. Es un bar café al que Tara y yo amamos ir. Es demasiado acogedor. -Escuché su risa tras el celular, mi corazón comenzó a latir rápidamente al escuchar su hermosa risa.

-Está bien, me gusta la idea.- Podía asegurar que en este momento estaba sonriendo, y al instante yo igual sonreí. - Amber ¿Dónde vives? para que pueda pasar por ti.

-Te envío ahorita un mensaje de texto con la dirección.

-Está bien.

-Te veo esta noche Harry.

-Te veo esta noche Amber.

Y con eso terminé la llamada, con una gran sonrisa en mi rostro.

Después de eso y escuchar a Tara decirme mil cosas sobre este tema, le envié el mensaje a Harry con mi dirección. Esperando ansiosamente a que la noche llegara.


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