|Almendro|

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Hay un saludo fugaz y un deseo creciente.

Eren le mira como si fuera un Santo.

El hombre probablemente se ha dado cuenta.

Pero Eren no puede evitarlo porque justo ahora la persona dibujada con acuarelas finas sobre sus ojos es perfecta.

Con ese traje de oficina que probablemente costó montones de billetes y ese maletín negro cubierto en cuero. Ni hablar de los zapatos brillantes y la gabardina que se ha quitado antes.

A Eren no le impresiona el dinero. A Eren le impresiona poder conocer a alguien que bien podría ser el famoso dueño de una gran corporación. Aún más, que esa persona esté tan seriamente mirando sus flores.

Se pregunta, por un segundo, si el hombre piensa hablar sobre aquella vez.

Cuando mira en su dirección y las miradas colisionan Eren descubre que no solo es mágica la manera sobria en la que viste, también lo es el azul de sus ojos que le invitan a mirar el cielo con ellos porque seguro que es maravilloso.

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*Almendro: Indiscreción.

Flores y túHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin