|Caléndula|

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Una noche mientras cierra el local, Eren lo recuerda (y aunque ni siquiera sabe porque, no se toma la molestia de averiguarlo).

Su recuerdo se mezcla con el olor apabullante de la nieve y chocolate caliente, junto a la canción que, a través de sus audífonos, habla sobre los solitarios otoños.

En la calle frente a él los autos (que son pocos ya) avanzan con rapidez, luego su silueta se pierde y el ambiente en el lugar se vuelve solitario y gris.

Un aire helado sopla y Eren se apresura a meter el letrero para poder frotar sus manos enguantadas y ocultar su rostro tras la bufanda negra alrededor de su cuello.

Una vez dentro se atreve a mirar a través de los cristales de las vitrinas hacia el gran edificio a unas cuadras de ahí y se pregunta si aquella persona estará ahí, en alguna de esas habitaciones, durmiendo en un incómodo sillón blanco.

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Caléndula: Dolor.

Flores y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora