Flores y tú

|Narciso|

Es primavera. Algunos años después.

El sol brilla radiante y las flores florecen de manera perfecta.

Las rosas en su jardín han sobrevivido al invierno.

Eren corre entre las calles de la ciudad con una maceta de guisante de olor. Tiene las mejillas coloradas y su cabello castaño –el cual ha dejado crecer a través de los años– sostenido en una coleta se suelta por los lados y se pega a su rostro debido al sudor.

A su lado las personas le esquivan.

En el aire el sutil olor de las flores perfumadas y onduladas que lleva en brazos.

Y el destino trazando un reencuentro que ésta vez será memorable. Y, aunque no lo fuese, lo sería para los involucrados.

Eren llega tarde, el cementerio hoy cierra temprano, pero, al igual que muchas otras veces, Eren quiere llevar sus agradecimientos.

Gira en una esquina, choca con otra persona pero él es el único que cae al suelo. La maceta rueda algunos centímetros lejos de él, deshecha.

Eren se enfada, se pone de pie.

No hay roce de manos. Pero sí hay latidos acelerados.

Hay ocasiones en la vida en la que todo se alinea para que dos almas se unan en inevitables encuentros.

Ésta es una de esas veces.

Su almas, ésta vez, se unen en una sola.

La siguiente vez que deciden verse no resulta ser más romántica que aquella primera vez.

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*Narciso: Volver a empezar.

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Notas del autor: Así que éste es el final! Cuarenta drabbles sobre el lenguaje de las flores. ¿Qué puedo decir? Muchas gracias por acompañarme! Lo cierto es que escribí esto -como la mayoría de lo que hago- por capricho, era algo que quería leer, y que sí, quería compartir, pero en realidad fue un sorpresa que de un día otro hubiera personas leyendo esto lol. Muchas, muchas gracias... Ahora, lo cierto es que el plan era terminar de publicar éstos drabbles en noviembre, pero el mes se me pasó más rápido de lo que planeaba orz. Así que he aquí el final. Hay un epilogo, que publicaré en un rato, pero antes de eso quería pasar por aquí y dar gracias a las personitas que han leído ésta historia. 

Un gran abrazo, Cream.

¡Espero que nos veamos pronto!