Encontraré una razón para que decidas quedarte

CAPÍTULO 2

POV LENA

Era tan fascinante observar a Kara mirando, hablando.... o como en estos momentos observando dormir a Eliza. Ella en sí misma era fascinante por supuesto, no porque fuese una mujer preciosa con unos ojos azules que transmitían dulzura y bondad al mirarte. No por tener una sonrisa que haría temblar las piernas de cualquier persona. Ni mucho menos era por su gran corazón que atesoraba tanta lealtad y buenas intenciones. Ni hablar. Era ese "CONJUNTO" el que me sacaba suspiros cual adolescente al recordar a su amor de instituto.

Kara que no Supergirl era mi inspiración, mi ídolo. Mi heroína. Porque no la conocí enteramente hasta tiempo después de tropezar en su vida. Porque eso es lo que fue un tropiezo de mi parte que me llevaría hasta el amor de mi vida. Porque lo era. No tenía duda de eso desde el instante que mis ojos se posaron en los suyos y el momento en que escuche su voz... fue mágico.

Ahora recordar dolía , tanto que por la noche amparada por las sombras y la luna soltaba ese miedo e incertidumbre de dentro, lloraba en silencio aquello que contenía por el día. ¿Como podía sentir tan cerca y tan lejos a la vez a mi amor? Estaba descansando a mi lado, sumida en un profundo sueño cada noche y notaba que no la sentía realmente.

Algo no marcha bien... Aparentemente, ella es la misma. Cordial, dulce y atenta. Pero no del todo, lo sé porque la conozco. Lo sé porque llegué a amarla en su totalidad, con todo, y ni sus defectos pudieron alejarme de ella. Por dios, ni ocultarme su secreto hizo que la odiase !!! La palabra que creo que mejor define su comportamiento es "CORRECTO".

Hace semanas que cuando estamos juntas no encuentro la conexión tan bonita que teníamos. Sonará cursi, pero mi esposa y yo hacíamos el amor. Y ahora, todo se resume a encuentros esporádicos para satisfacer nuestras necesidades físicas, sexo en su estado más primario. Con ello solo logro que mi corazón se resquebraje cada vez que eso ocurre. No puedo negárselo, porque sería muy hipócrita si dijese que no lo quiero tanto o más que ella, me conformo con tan poco... y es una verdadera tortura.

Tan perdida estoy en mis miserias que no me doy cuenta de que mi rubia me ha pillado in fraganti.

-Vamos cariño he preparado la cena y seguro que te mueres de hambre después de tu día.- le digo intentando disipar mis pensamientos anteriores. De forma dulce veo como deja un último beso en la mejilla de Eliza y se dispone a seguirme hasta el salón.

Termino de distribuir la cena entre las dos y tomo asiento enfrente de ella. Veo que se esfuerza durante toda la cena en entablar una conversación fluida conmigo, pero mi ánimo no acompañaba hoy. Me siento culpable, en situaciones como esta ella me demuestra que tengo una oportunidad un aliciente para intentarlo porque ella lo intenta. No es justo, no soy yo la que actúa de forma esquiva y parece no decir toda la verdad.

Tras mi vigésimo "AJA" miro su rostro y veo enfado o quizás sea decepción, no puedo sostenerle la mirada . No hoy. Llegando ese temido y palpable silencio, el mismo que ahonda más en esta brecha intangible que nos separa. No durará, Kara no se ha caracterizado nunca por quedarse callada ante algo que le desagrada y me sorprendería si hoy mantuviese este ruin silencio. Cuento mentalmente hasta diez y ahí está su reacción que yo tanto ansiaba.

-Mi amor, algo no está bien.- suspira profundamente. - Sé que nos debemos una conversación, aunque pienses lo contrario yo intuyo que alguna cosa no marcha bien entre nosotras.- Tras escuchar sus palabras me rompo, no puedo seguir por más tiempo así y es duro encontrarse en mi posición. Sentir sus brazos rodearme sintiendo su calor hace que me explote en un montón de llantos que ni yo misma sabía que estaba conteniendo. En vez de alejarse ella solo afianza más su agarre en mi cuerpo y besa repetidamente mi frente.