Encontraré una razón para que decidas quedarte

CAPÍTULO EXTRA II

POV KARA

- Ya para de una vez... Me estás mareando con tantas vueltas.- exclamé frustrada al ver a mi hermana moverse sin parar. Estábamos las dos solas en la sala contigua a la sala donde se realizaría la ceremonia.

- No me pidas que esté quieta... Se me hace imposible controlarme.- respondió enfadada.

- ¿Qué tanto te preocupa Alex? Tienes a todos tus amigos y familiares a escasos metros de distancia... Por no decir que una hermosa latina te espera en el altar para convertirse en tu esposa.- expliqué con paciencia. Según había escuchado era normal estar nerviosa en momentos como ese. Bueno, tal vez mi caso había sido una excepción puesto que jamás viví ese nerviosismo el día que me casé con Lena.

- Lo sé, Kara. Claro que lo sé, joder!!- respondió soltando la cola de su vestido de novia. Ese día la pelirroja estaba deslumbrante. - No tengo miedo a dar este paso con Maggie. Sé que ella me ama y yo no tengo dudas respecto al amor que siento por ella. Solo que... quizás... ¿Y si no soy capaz de hacerla feliz?- dijo mirándome a los ojos con una expresión de pánico.

- Vaya, gilipollez piensas hermana. Tu... la super agente del DEO, Alex Danvers preocupada por no ser bastante para su novia. Venga, ya!!- bramé irónica. No tenía sentido lo que la pelirroja había dicho. Ni pies ni cabeza.

- Puede que sea una gran profesional... pero no tiene nada que ver con que sea una buena esposa, Kara.- musitó frustrada. Por favor que no se ponga a llorar... Destrozará el maquillaje.

- Mírame.- ordené a mi destrozada hermana. - Alex... Siempre has sido para mi un ejemplo a seguir. Eres una mujer íntegra, justa y buena... No imagino a nadie mejor para ocupar el lugar de esposa de Maggie Sawyer.- espeté con sentimiento y sinceridad.

- ¿De verdad, piensas todo eso de mi?- preguntó anonadada por el tierno momento de hermanas que estábamos teniendo.

- Completamente. Todas y cada una de las cosas que acabo de decir.- me acerqué a ella para darle un cálido abrazo intentando no estropear su peinado.

- Muchas gracias por esto Kara.... Yo... Creo que me dejé llevar por las emociones.- susurró en mi oído.

- A veces, necesitamos que alguien nos dé ese empujoncito que necesitamos. Y yo siempre lo haré cuando lo necesites, Alex.- comenté con dulzura.

- Eres la hermana que todo el mundo desearía tener.- murmuró divertida mientras se deshacía del abrazo.

- He aprendido de la mejor.- le dí un juguetón guiño. - Ahora sal ahí y cásate con el amor de tu vida.- la animé dándole una sonrisa.

- Eso mismo voy a hacer.- contestó emprendiendo el camino hacia la puerta de la habitación y yo la seguí.

Después de eso, me perdí entre la multitud de invitados. Sin perder de vista a Alex. Ella se encontraba de pie al inicio del pasillo del brazo de J'onn J'onzz. Sé que mi hermana hubiese querido recorrer el camino hacia el altar del brazo de nuestro padre, por desgracia aquello no era posible. Así que le propuso a nuestro jefe y amigo, ocupar el lugar de Jeremiah. Él gustosamente acepto tal honor. En el fondo, ambos tenían una estrecha relación muy parecida al de un padre y una hija. Y yo no podía estar más feliz por aquello.

Buscando entre la gente divisé a mi mujer. Era tan difícil no fijarse en ella. Estaba tan guapa en ese vestido azul. Una boba sonrisa se implantó en mi rostro. Empezaba a notársele ya el embarazo en su esbelta figura, y en mi corazón no cabía la dicha que sentía al recordar ese detalle.