CAPÍTULO 16

3.4K 263 67
                                    


POV LENA

Tras pedir las oportunas indicaciones en recepción avanzaba a paso firme por el suelo marmolado de aquel elegante pasillo. Se notaba en cada rincón del edificio el estatus económico de sus dueños, aunque rebosase ostentación por doquier tenía que admitir la decoración era exquisita.

Me detuve en la puerta en la cual rezaba el nombre de mi abogada. Después de una espera momentánea escuché una débil voz que me invitaba a entrar. Con la espalda erguida y la cabeza alta ingrese en el despacho de Quinn. Recibí un mensaje suyo por la mañana en el que me avisaba que la reunión con Kara sería sobre las 5 de la tarde. Desde ese momento mi cuerpo se había convertido en un auténtico flan. No podía hilar pensamientos coherentes. Volvería a ver a mi esposa después de mi estrepitosa huida. Viendo la parte positiva de todo el asunto al menos tendría la oportunidad de contemplarla una vez más. No hay parte positiva a esto, imbécil !! Gritaba mi Lena interior más racional. Verías a la Kara más destruida que alguna vez conociste.

Por eso tras beberme aquel líquido ámbar para tomar el valor oportuno, decidí cambiarme e ir a ver a la rubia con un poco de antelación. Necesitaba sobrellevar de algún modo mi creciente nerviosismo.

Y allí la encontré, sentada detrás de su escritorio envuelta por montañas de papeles. Se ve que la he sorprendido con mi repentina anticipación.

- Vaya Lena llegas pronto.- dijo levantándose de su silla y dándome sus habituales dos besos a modo de saludo. Era una persona realmente cálida y cercana. - Bienvenida a mis dominios.- bromeó al ver la postura defensiva que había adoptado mi cuerpo desde que baje del coche.

- Lo sé, siento si te pillo liada. Nuestra cita no era hasta dentro de media hora.- bajo la mirada afligida. No deja de ser su puesto de trabajo y siendo tan buena como es estaba convencida de que tendría muchos casos más aparte del mío. Le estaba robando su valioso tiempo.

- Ey, no pasa nada.- musitó acercándose un poco más a mi levantando mi barbilla con su mano posteriormente. - Debes estar nerviosa, lo entiendo. Creo que has hecho lo correcto viniendo antes, así podremos charlar.- añade sonriéndome con dulzura. Esta mujer es un verdadero ángel caído del cielo. Consigue tranquilizarme con sus palabras siempre.

- No quería importunarte. Pero necesitaba venir cuanto antes, temía que mi cabeza me jugase una mala pasada. Es un completo caos el que tengo aquí arriba.- explico señalando mi sien. Hago una mueca ridícula para restarle importancia.

- Oye, si no te ves con ganas de hacer esto hoy puedo hablar con Kara y...- veo sus buenas intenciones pero no podemos aplazar esto mucho más.

- No es necesario Quinn. Estaré bien.- corto su frase. Agradezco su compasión, sin embargo la necesito serena e implacable. No quiero que se involucre más de lo necesario en esta historia. Debe ser mi luz guía. Necesito a alguien cuerdo a mi lado en esta locura que voy a hacer.

- Bien, entonces lo mejor será que le demos una leída al acuerdo a ver que te parece y si estarías dispuesta a ceder en algún punto si se diera el caso. Tenemos que adelantarnos a los acontecimientos.- relata vistiendo de nuevo con su fachada más profesional.

Ambas nos sentamos una al lado de la otra en la mesa de vidrio que complementa su despacho. Era muy amplia y le daba un toque distinguido a la sala. Me aventuro a pensar que seguramente aquí era en dónde atendía a sus numerosos clientes y tenía sus reuniones.

El tiempo no corre sino vuela mientras conversamos. Tanto es así que no deparo en el sonido de la puerta hasta segundos después. Es Quinn quien se levanta para ver quien hay detrás de ella. No podía ser otra persona más que mi esposa. Y así lo confirmo cuando la veo entrar en la habitación en la que estábamos.

Encontraré una razón para que decidas quedarteWhere stories live. Discover now