Encontraré una razón para que decidas quedarte

CAPÍTULO FINAL

POV LENA

La vida no nos podía estar sonriendo más. Hacía apenas algunas semanas que mi amada había vuelto a instalarse definitivamente y yo no podía estar más feliz por ello. Nuestro día a día era realmente hermoso, haciéndome sentir como en una nube de la que no quería bajar. Poder disfrutar por fin de Kara cada minuto, poder compartir bonitos momentos con Eliza las tres juntas... Era todo un sueño del que no quería despertar. Había vuelto a ver a la kryptoniana detallista y atenta de años atrás.

Por otro lado, a nivel profesional ambas estábamos creciendo. Ella había convencido a Cat Grant para que la readmitiera y la ciudad parecía volver a adorar a Supergirl. Mi ex-mujer se veía tan contenta por sus logros y el poder hacerme partícipe de ellos que su alegría era contagiosa. Yo había vuelto a tomar la dirección de L-Corp aunque al principio me costó un poco dejar a mi pequeña cada mañana en casa. No podía abusar de mi amiga y era consciente de ello. Su trabajo había sido impecable estos meses pero notaba que mis exigencias la sobrepasaban. Así que la relevé a un cargo inferior al que hasta ahora había ocupado, siendo la directora de operaciones y mano derecha en la empresa.

Cuando le comuniqué mi decisión y le expliqué las tareas que acompañaban el cargo un suspiro de alivio salió de sus labios. Me sentía imparable contando con ella, sabía que a partir de entonces solo el cielo sería el límite de todo lo que nos propusiéramos con respecto a la compañía.

Y para celebrar todas aquellas buenas noticias decidimos mi ex-esposa y yo, preparar una comida en casa con todas nuestras amigas y familiares. Haríamos una barbacoa para celebrarlo, y porque no, pasar tiempo de calidad juntas. Sabía que las tías favoritas de Eliza se morían por jugar con ella así que hablé con Alice y ella estuvo de acuerdo con preparar una comida en el jardín.

En este momento estaba reflexionando en silencio sobre todo lo vivido estos días y una sonrisa se instauró en mi rostro. Era el aclamado domingo de nuestra pequeña reunión y yo como era costumbre me desperté más pronto de lo habitual.

Observaba concentrada a la bella mujer que descansaba a mi lado y una duda que hacía un tiempo me rondaba por la cabeza salió a flote. Kara cuando estuvo bajo el control de la kryptonita roja había insinuado en más de una ocasión una posible relación entre Sam y yo. Como en los demás reclamos que me hizo durante esa etapa, sabía que había una parte de veracidad en sus palabras. Lo que me hacía preguntarme, ¿Y si era cierto que mi rubia escondía algún tipo de celos hacía mi mejor amiga? Y de esta mañana no pasaría que yo me quitase esa duda.

Me puse a acariciar su espalda desnuda con la yema de mis dedos, trazando líneas torpes por su aterciopelada piel. Ella como respuesta se removió inconscientemente. Quise cambiar mis manos por mis labios, dejando en su cuerpo un reguero de besos que ascendían hacía su nuca. Me entretuve más de la cuenta en su cuello, notando que su respiración tranquila se volvía más irregular. Sin duda, mi Luna se había despertado aunque no se hacía movimiento alguno.

Intensifiqué mis atenciones pegándome más a su espalda y apartando sus hebras doradas que tan difícil estaban haciendo mi trabajo.

Hasta que no me contuve más y le hablé.

- Mi amor... sé que estás completamente despierta.- le dije sin parar de besarla. Vi un amago de sonrisa cruzar su cara mientras lentamente abría sus preciosos ojos azules. Estaba tan enamorada de esa chica... Y lo mejor de todo era que ella me amaba con la misma intensidad.

- Mmm... ¿Como no estarlo si lo haces de una manera tan dulce?- preguntó moviéndose para quedar las dos cara a cara. Aún parecía presa del sueño pero al menos intentaba despejarse totalmente para observarme.