CAPÍTULO 5

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POV LENA

Si en este instante debo utilizar una sola palabra para definir mi estado de ánimo esa sería ROTA. Me encuentro en el asiento trasero de mi coche, minutos antes le había dado la orden a mi chófer para que conduzca dando vueltas por la ciudad. Su expresión ha sido de completo asombro pero como buen profesional se ha limitado a acatar mis órdenes. Porque así se sentía mi alma... perdida, vacía y sin rumbo. Mi mente repasaba una y otra vez cada oración salida de sus labios, analizando las duras palabras dichas por mi esposa. No podía creer que pensase todo aquello de mi. Algo no estaba bien... no era ella. Había estado buscando un resquicio de su esencia durante nuestra discusión y no lo hallé. Aunque dejando eso de lado por muy importante que fuese me hacía preguntarme, ¿ Por cuánto tiempo había callado? Sus argumentos fueron contundentes, Kara se había sacrificado por mí cediendo a cada uno de mis deseos sin importarle el dolor que sentía al hacerlo. Tantas decisiones que había dado por sentadas pensando que nos encontrábamos en el mismo punto.

Dejando el dolor y la rabia, un sentimiento mayor oprimía mi pecho. CULPA. Ya que la inductora de la idea de tener una hija fue mía al igual que otras muchas. A pesar de que sigo sin concebir que para ella Eliza sea una aberración. Dolía repetir dicha afirmación. Era imposible que tan siquiera pensara eso de ella. No cuando se las había ingeniado de mil y una formas para poder estar conmigo en cada chequeo médico. No cuando lloró el día que dí a luz a nuestra pequeña cosa perfecta. No cuando muchas noches después de traer a la niña a casa me tocaba ir a buscarla a su habitación puesto que se quedaba embelesada observándola dormir. IMPOSIBLE. Estaba claro que esa no era la mujer que yo amaba.

Otro tema por el cual había sufrido una reprimenda era su trabajo. Creía que le brindaba seguridad, nunca le exigí nada ... Joder! Yo misma solía animarla los días duros. Estaba muy orgullosa de lo que hacía y representaba para el mundo. Utilizaba sus poderes para el bien de todos ¿Que podía yo objetar al respecto? Nada. Y no solo en ese aspecto de su vida sino también en el periódico. Kara era una grandísima reportera que intentaba hacerse un hueco en el mundo de las comunicaciones y lo estaba consiguiendo con su esfuerzo además de lidiar con ataques extraterrestres. Por el amor de Dios, podría alabarla hasta la extenuación sin ser menos reales mis palabras.

Jamás quise a una mujer florero como ella dio a entender. Cuando fui consciente de lo que suponía tener una historia junto a ella aún sabiendo todo lo que conllevaba y acepté gustosamente. Quería construir una vida junto a ella, no consiguiendo mi felicidad en base a su sufrimiento. Eso era egoísta y no entraba dentro de mis principios morales.

Y ahora me encontraba ante una difícil tesitura. La amaba con todo mi corazón y me olía que algo estaba mal pero ... ¿Tenía que vivir al lado de su crueldad, desprecio y reproches? ¿O esto era un punto de inflexión en la vida de ambas?

Si por algo se caracterizaba un Luthor muy a mi pesar, era por su orgullo. Nuestro orgullo nos impedía dejarnos pisar por los demás a pesar de que amásemos a esa persona. Tal vez también por dignidad.

Por el momento tengo tiempo para ordenar mi cabeza, menos mal que Eliza está con mis cuñadas y no tiene que verme en este estado. Aunque sea pequeña no deja de ser una criaturita muy perceptiva y nota los cambios de humor al menos cuando se trata de mi. Creo que dormiré o lo intentaré en el piso que conservo de cuando aún era soltera. Puede que parezca que huyo del problema... no obstante pienso que soy incapaz de enfrentar a la kryptoniana dos veces la misma noche. Y mucho menos si el enfrentamiento es con la mujer de esta noche.

Le doy al chófer la dirección de mi apartamento mientras un llanto persistente se apodera de mí.

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Encontraré una razón para que decidas quedarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora