CAPÍTULO 4

5.4K 370 100
                                    


POV KARA

- Adelante huye es lo que siempre haces, no iba a ser una excepción esta vez. Realmente no sé que pude ver en ti Luthor.- grité para que consiguiese escucharme ya que sus pasos se dirigían a la escalera de emergencia del edificio.

- Vete a la mierda Kara.- logré leer en sus labios cuando detuvo sus pasos y se giró para responderme. En sus ojos había mucha rabia, dolor y decepción. ¿Quién coño era ella para reprocharme nada? Una simple humana... no valía mi tiempo. Yo era una diosa que todos veneraban, que débil había sido hasta ese día. Patética y estúpida Kara Danvers. Supergirl era mucho mejor... y joder hoy me sentía más poderosa que nunca. Una cínica sonrisa apareció en mi cara. Ha llegado el momento de ser quién realmente soy.

Horas antes

Esa voz. Oh Rao !! Incluso en sueños soy capaz de reconocerla. Jamás olvidaría su tono de voz... potente...seguro. Ni en un millón de años sería capaz de no estremecerme al escucharla. Y mucho menos cuando sonaba tan sensual. Notaba su aliento cálido en mi oído y mi mente entendió que no era un sueño. Desperté de golpe incorporándome en el sillón que había escogido como cama esa noche.

- Lena ¿que haces aquí?.- mis palabras sonaron adormecidas como yo me encontraba en esos instantes.

- Venía a ver a Eliza se me hacía muy raro que no se escuchase nada en el interlocutor. Sabes como es tu hija cuando es hora de comer. Cosa que me recuerda a alguien.- responde y viajo a la conversación que tuvimos la noche anterior. A como ella me había pedido que la pasáramos separadas y como yo había aceptado. Puede que fuera lo más sensato pero eso no quitaba la sensación que se instaló en mi pecho. Dolor. Eso me había traído hasta aquí. Pasé la noche en la habitación de Eliza ya que por extraño que pareciese percibía que era una conexión con mi mujer. Velar por su sueño era lo único capaz de serenar mi alma después de todo lo vivido horas antes y por eso mismo había desconectado el interlocutor. No tenía sentido molestar a mi esposa si estaba yo junto a la niña.

Vuelvo a la realidad, su mirada muestra diversión y su última frase quiere conseguir cortar la tensión que flotaba en el ambiente. Era tan común que nuestras conversaciones terminasen metiéndonos la una con la otra. La seriedad era algo que no cabía en nuestro hogar. Así que ante dicha demostración de buena voluntad decidí seguir su juego.

- ¿Enserio cariño? Me acabo de despertar y ya te estás metiendo conmigo- sonrío y me levanto del sillón quedando a pocos centímetros de distancia de ella. Debo controlar mis impulsos, en nuestra vida cotidiana ahora vendría el beso de buenos días pertinente. Pero no podía forzar a mi mujer. Sabía que lo estaba pasando mal y aunque muriese por juntar sus labios con los míos ahora era ella quién tenía todo el control. Casi no he terminado de hablar y ya nos estamos besando. ¿Cuando ha pasado esto? No me importa, extraño tanto momentos como este que solo hago lo que siento y le sigo el beso. Tomaré lo que me dé. Además, no todo habrá cambiado para ella si ha empezado el beso ¿No?.

Noto como no quiere terminar nuestra unión. Mi cuerpo está junto a ella pero mi alma bien podría estar cerca del Sol. Y es que cada vez que esta mujer me besa consigue llevarme a otra dimensión ¿Cliché? Tal vez, y más si lo dice alguien que proviene de otro planeta. Como mínimo puede sonar gracioso, pero es que es la verdad.

Incapaz de abrir los ojos después de que sus labios abandonen mi boca. Allí estoy parada guardando el momento vivido porque no sé si podré repetir la acción después de que hable con ella esta noche.

Encontraré una razón para que decidas quedarteWhere stories live. Discover now