Encontraré una razón para que decidas quedarte

CAPÍTULO 6

POV KARA

Otra vez se ha quedado la persiana por bajar. Lo sé porque un rayo de Sol baña mi rostro. Me revuelvo en la cama y me doy cuenta de que estoy justo en el centro de esta. ¿Que raro? Normalmente no puedo coger dicha posición ya que Lena ocupa su mitad derecha. Bueno sí que es cierto que en ocasiones como por ejemplo los domingos, mi madrugadora mujer abandona nuestro lecho y me deja remolonear un buen rato. Lo que me hace reaccionar. ¿Dónde está Lena?. Mi cerebro trabaja rápido para encontrar una respuesta ocasionándome un intenso malestar. Aparecen flashbacks a una velocidad pasmosa. Cada imagen que observo me es extraña y familiar a la vez.

Lena luciendo un vestido verde. Su cara de enfado. Una mesa magníficamente decorada en la azotea de su edificio. "Estoy harta de que todo sea como quieras tu. ¿Que hay de mi? Me cansas con tus ironías y reproches". Esa voz ... se parece a la mía. "Óyeme bien, no fui yo la que se empeño en jugar a la familia feliz. Siempre es lo que tu decides y mi opinión ¿Donde queda?. Tu quisiste tener una hija... sin pensar que a lo mejor no era lo que yo quería. He sido una ilusa, no he aprovechado bien mis poderes y me he mentido a mi misma" otra vez la misma voz. Entonces llega una nítida imagen, no hay duda soy yo la dueña de estas palabras. Por Rao !! No, Lena!! Y como en una película en la que soy espectadora veo ahora a mi esposa encajar cada una de las venenosas palabras que digo. ¿Enserio le estoy diciendo todo esto? Por mis mejillas corren unas tímidas lágrimas. Mi tormento matutino no acaba ahí. Me concentro un poquito más, pues a pesar de todo necesito respuestas. "Y en cuanto a la aberración que tu llamas hija... yo no insinúo nada lo afirmo" me escucho de nuevo. "¿Quién eres? Mi mujer jamás diría barbaridades como esa ....Me niego a creer que estoy ante el amor de mi vida ... La mujer que escogí en su día para ser mi compañera de vida" ya no son mis labios los que pronuncian dichas palabras sino los de Lena. Su expresión es de absoluta tristeza. Despierto del trance en el que me encontraba hasta momentos antes y una sola pregunta grita en mi cabeza ¿Que coño le hice anoche?

Me reincorporo en la cama descansando mi espalda en el cojín. Mis manos intentan limpiar las gotas que resbalan por mis pómulos. Y es que no cesan las lágrimas. Si no es una jodida pesadilla producto de mi imaginación que estoy convencida de que no lo es, ahora entiendo porque me desperté sola en la cama. Acabo de fastidiar del todo mi relación con Lena y lo más importante la he destrozado. Me siento una mierda. Soy un ser miserable. ¿Como pude soltar tantas sandeces juntas? Por no hablar de lo que dije de Eliza. Merezco el peor de los castigos solo por insinuar lo que dije.

Tengo que solucionar el desastre que he creado aunque ni tan siquiera sea capaz de recordarlo todo. Me dirijo al cuarto de baño para tomar una ducha y serenar mis ideas. Seguramente Lena no habrá pasado la noche en casa, ni ella ni la niña. Algunas lágrimas que salen de mis ojos se entremezclan con el agua. Bravo Kara ayer la jorobaste a lo grande.

Minutos después salgo del baño totalmente ya cambiada. No sé cuanto tiempo he estado con el agua cayéndome por encima. Ni lo sé ni me importa mucho la verdad.

Mi oído percibe ruidos en la casa consiguiendo ponerme en alerta. En un abrir y cerrar de ojos estoy enfrente de una sorprendida Lena. Su precioso rostro refleja cansancio. Unas marcas oscuras debajo de sus ojos me lo confirman. Cabe decir que se aprecia su intento de enmascararlas con maquillaje, pero la conozco y la he visto después de una noche en vela por el trabajo. Mi corazón deja de latir al fijarme en sus verdes ojos. La sorpresa de antaño se ha convertido en rabia.

- Me marcho enseguida no te preocupes.- dice irónicamente mientras me da la espalda dirigiéndose a la cocina. Anticipo su movimiento y jalo suavemente uno de sus brazos para detenerla.