Amor en tiempos de Debrah.

2.- Mal comienzo.

Nathaniel entró a la escuela, debido al gran escándalo que había hecho su madre en el instituto, habían suspendido a Castiel y Nathaniel por dos semanas.

Su padre se se había enojado tanto, que no le había dirigido la palabra desde ese día.

Suspiró al ver todas las miradas de odio que eran para él. Al irse sin poder explicar nada, seguramente Debrah se había ganado a todos.

Caminó intentando ignorar los susurros detrás de él, entró a la sala de delegados y se encontró de frente con Castiel.

-No la vuelvas a tocar.

Salió empujándolo.

Nathaniel sintió de nuevo el nudo en su garganta, ese nudo que le impidió perseguir al pelinegro y explicarle todo.

-¿Todo bien?- Nathaniel volteó y observó a Rosalya.-Los profesores me dieron estas tareas para ti.- La peliblanca le tendió un folder.

-¿Por qué a ti?- Nathaniel sonrió nervioso.- No es que me moleste, solo... No somos los mejores amigos.

Rosalya asintió.

-Pues como tus mejores amigos han estado soltando muchas cosas contra ti...

-Yo no tengo mejores amigos.- Nathaniel suspiró.

-Sabes a quienes me refiero, Melody, Iris, Peggy... Castiel.

-Era de esperarse... ¿que les dijo Debrah?

-Que intentaste pasarte con ella, que la estabas amenazando con hacer que Castiel la odiara.

-Es una...- Nathaniel caminó hacía dentro de la sala y lanzó el folder a una mesa, dejó sus cosas y suspiró.-Gracias por recoger mis tareas, te veo luego.

La peliblanca se acercó al delegado.

-¿No harás nada en contra de la arpía?
-No.

-¿Por qué?

-¡Porque ya ganó!- El rubio solo pensaba en lo mal que Castiel estaría... En cuanto lo odiaba.- Castiel le creé, ella ganó... Y tengo a la directora sobre mi, Debrah no le dijo nada pero sospecha que algo hice, si me ve hacerle algo, no puedo arriesgar mi escuela por una venganza.

-¿Y tu amistad con Castiel?

-No era una amistad real si no confía en mi como para dejarme explicar.

Rosalya se cruzó de brazos.

-¿Entonces así termina esto? ¿Debrah gana?

-Si...- Nathaniel procesó todo lo que había hablado con Rosalya.- ¿Por qué me crees? Yo no te he dicho nada, no te he explicado nada, y sin embargo, sabes que Debrah fue quien actuó mal.

-No se si te has dado cuenta, pero no me gusta seguir todo lo que los demás dicen, yo investigo...y... Vamos, eres Nathaniel, pensar que traicionas a tu mejor amigo por un rato de pasión, es lo más estúpido que alguien me haya dicho, además Debrah nunca me ha terminado de caer. Se ve falsa.

El rubio suspiró.

-Me alegra que aun haya gente que razone en el instituto.

La peliblanca sonrió.

-Tal vez tu te rindas aquí, pero yo no soportaré una injusticia así.

-Rosalya, no quiero problemas.

-No, lo que yo quiero conseguirte son soluciones.- La chica salió.

Nathaniel llevó sus manos a su cabello y suspiró.

-Al menos no todo el mundo me odia.

El timbre de inicio de clases sonó.

El delegado tomó sus cosas y caminó al aula de artes. Patrick, el profesor, ya esperaba a todos con su singular sonrisa.

Todos entraron al aula y se sentaron.

Nathaniel se sentó solo hasta el frente.

Vio entrar a Debrah colgada de Castiel mientras le sonreía al delegado.

-Nathaniel, me alegro que haya vuelto.- El profesor le sonrió.

-Si... Gracias.

-¿Cómo va esa novela?

-No he podido seguir escribiendo... Me bloquee.

Patrick asintió, había entendido que el rubio tenía problemas, al parecer, con todo su salón.

-No te estreses o no avanzarás, relajate y escribe lo que sientas en el momento, no fuerces emociones.

-¿Y que se supone que puedo escribir sintiendo sólo enojo, rencor y ..? Olvidelo... Lo intentaré- El delegado suspiró y volteó a ver a Castiel, este lo veía serio.- Veré que puedo hacer.

Patrick asintió y empezó la clase.

Castiel no podía dejar de ver a Nathaniel, cuando hablaba con Patrick se veía muy afectado.

Observó unos segundos a su novia. La castaña platicaba con Iris sin importarle en lo más mínimo la clase.

-Debrah.- Patrick le llamó la atención.- Si no piensas poner atención, al menos guarda silencio.

La castaña volcó los ojos y se calló.

El pelinegro volvió su vista al delegado principal. El pobre tenían tantas miradas de odio encima.

Enseguida Castiel negó. "¡Se lo ganó!"

La clase concluyó sin mucho más, cuando Castiel y Debrah iban a salir, Patrick los detuvo.

-Debrah, tu actitud cada día es peor y me estoy cansando. Hoy te quedas después de clases para ordenar todo el material de arte.

-¿Qué? No puedo, tengo una reunión con nuestro mánager.- La castaña hizo puchero mientras fingía estar mortificada.

-No me importa.

-Yo tomo su castigo.- Habló el pelinegro.

Patrick lo observó atento y sonrió.

-Bien.- Los dos jóvenes se sorprendieron de que Patrick lo aceptara así.

-Genial. Gracias gatito.- Debrah sonrió y salió.

Patrick asintió y Castiel salió detrás de su novia.

El profesor de artes caminó hasta la sala de delgados y tocó la puerta.

-¡Adelante!- Entró y vio a Nathaniel escribiendo en una tablet.-¿Necesita algo?

-Si, no puedo quedarme a organizar el material después de la ultima clase. ¿Te podrías encargar?