30.- Amber.

1.2K 141 11
                                    

-Voy ahora.- Armin colgó.- Los veo luego.- Salió del departamento.

Todos sus amigos lo siguieron. Castiel lo detuvo del brazo.

-¿Qué pasa?

-Nada.- Armin sonrió.- Mi madre quiere verme.

-Dijiste Nathaniel y Ámber.

-Hermanito...- Alexy observó serio al friki.

-No puedo decirles...

-Armin, si algo le ocurrió a Nath, es mejor que nos digas ahora.- Rosalya se acercó.

Armin suspiró y observó a Lysandro, el albino le sonrió y asintió.

-Está bien... Es que Ámber me dijo que sólo fuera yo... Me quiere ver en el centro comercial, solo a mi, para hablar de algo de Nathaniel... Dice que necesita ayuda.

Castiel suspiró.

-Voy contigo.

-Yo también.- Rosalya empezó a caminar.

.
.
.
.
.

Ámber esperaba ansiosa en la sección de comida del centro comercial, bebía un té helado mientras se ocultaba bajo unos lentes de sol enormes.

Observó a Armin entrar junto a Castiel y Rosalya. Los tres se acercaron.

-Te dije que solo tú...- Ámber lo observó molesta.

-Ellos me siguieron.

-Nathaniel dijo claramente solo Armin. Aparte ¿No te ibas a ir?- Observó seria al pelirrojo.- Nathaniel solo quiere que te largues de una vez.

-Eso no sucederá.- Castiel la observó serio.

-Vamos Ámber, si Nath necesita ayuda, seremos más útiles tres que uno.- Rosalya sonrió.

-Y si tú único apoyo iba a ser el friki, estás jodida.- Castiel sonrió burlón.

-Hey...- Armin lo observó indignado.

-Está bien.- Amber suspiró.- Necesito contarles todo... Mi padre golpea a Nathaniel.- La cara de todos fue un poema. Castiel observó a la rubia.

-¿Que?

-Si... Desde hace ya un rato... Pero ha ido empeorando; poco a poco todo se ha convertido en un infierno en casa para mí hermano... Y ayer...

Flashback

Amber entró a su casa regresando de la escuela. Lanzó su mochila donde siempre y notó que ya estaba la de Nathaniel, pero no estaba como siempre. No estaba ordenada y bien puesta en el mueble, estaba en el suelo regada junto a su saco. Se acercó a la prenda y la levantó.

Enseguida notó las gotas de sangre en el.

-No...- Buscó con la vista a su hermano o a su padre.

-¡Ah!- Un grito corto y ahogado se escuchó de arriba.

La rubia suspiró para darse valor.

-Tu puedes Amber, tú puedes.
Subió las escaleras apretando el saco en su brazos. Se acercó a la recámara de su hermano, sin duda, su hermano y su padre estaban adentro.

Nathaniel lanzaba quejidos y se escuchaban golpes.

La rubia caminó hasta la puerta y colocó su mano en ella para abrirla.

-¡Ya, por favor!- Nathaniel rogó.- ¡CASTIEL SE IRÁ, NO LO VERÉ NUNCA!- Más golpes.- ¡Matame de una puta vez imbécil!

Amor en tiempos de Debrah.Where stories live. Discover now