-¿Que pasa Melody?- Preguntó con falsa preocupación Debrah por teléfono mientras buscaba hoteles para una sola persona para su gira.
Le causaba mucho gozo pensar en que cada día se acercaba más el momento en que le diría a Castiel. "Lo siento gatito, no figuras"
-Yo...- Melody llevaba quince minutos intentando decir algo.
Debrah volcó los ojos.
-Mel, sabes que puedes decirme lo que quieras. ¿Es sobre Nathaniel? Ya te dije que yo te apoyaré en todo sin importar...
La castaña sonrió burlona al pensar en el rubio mandando al caño a la delegada por segunda vez.
-No... No es Nath... Bueno si es... Es que...
-Mel...- Debrah suspiró, Melody era buena mandadera, pero demasiado molesta.- Dime por favor.
-Está bien... Yo...
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-Maldita sea...- Castiel se incorporó algo aturdido.
Se observó, solo llevaba unos boxers.
Volteó a ver el resto de la tienda.
Nathaniel dormía en la misma colchoneta, pero él si tenía más ropa.
Lysandro dormía del otro lado del pequeño lugar.
-Necesito una aspirina...- Castiel buscó su playera y se la puso.
Nathaniel y Lysandro se levantaron por el movimiento. Todos se alistaron y salieron.
Unas grandes mesas con desayunos típicos de campamento, estaban donde ayer había fogatas.
Los tres amigos caminaron hasta la mesa que ya ocupaban sus amigos.
-¡Hasta que llegan!- Alexy tenía una sonrisa más grande que de costumbre y al ver que tenía sus piernas sobre las del militar y que este de repente le daba cortos besos en la mejilla, no había mucho misterio detrás de la sonrisa.
-Buenos días.- Lysandro se sentó a lado de Armin.
-Buenos días.- Nathaniel se sentó en una esquina y Castiel se sentó a su lado obligándolo a recorrerse un poco.
Se sonrieron.
-¿Todos durmieron bien?- Preguntó Rosalya.
-Por que nosotras nos quedamos hablando hasta muy tarde.- Sucrette suspiró.
Kentin y Nathaniel abrieron los ojos asustados al pensar que las chicas los hubieran escuchado con sus respectivas parejas.
-Y con música, por qué los sonidos de la naturaleza me ponen de malas.- Rosalya sonrió.
-Yo salí a caminar con Lysandro.- Habló Armin sonriendo. - Por gusto, sin razón alguna...
Las chicas lo observaron extrañadas.
Castiel volcó los ojos.
-Dormí bien.
-Yo igual.- Contestaron al unísono Alexy, Kentin y Nathaniel.
-Lysandro...- Habló Sucrette apenada.
En la noche Rosalya le había dado varios sermones de que había que lanzarse en la vida y la había llenado de valor. El albino alzó la vista a ella.
- Estaba pensado... ¿Cuando regresemos te gustaría ir a comer? ¿O al cine?
Lysandro volteó por auto reflejo a ver a Armin.
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Amor en tiempos de Debrah.
قصص الهواةNathaniel y Castiel juegan sin Debrah... ¿Cuanto tiempo les durará?
